Capítulo Único

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Estaba acabado.

A mis 16 años sabía que estaba acabado, el negarlo sería más estúpido cuando se que mi cara lo dice todo.

Estaba perdido.

Lo supo por décima vez aquel día, estaba perdido y completamente... en su mirada, en su sonrisa, en su persona.

Estaba deleitado.

Pero... ¿Cómo no estarlo? Esa maldita risa o bendita para ser exactos, esa dulce risa, era un canto para sus oídos.

Sí, estaba acabado.

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Megumi Fushiguro estaba cabreado, eso era poco a decir verdad, se notaba la siniestra sombra que cargaba en los hombros que no le gustaba nada lo que veía enfrente, pero no podían culparlo por no saber cómo ocultarlo.
Ese problema, ese dolor de cabeza tenía nombre y apellido.

"Yuuji Itadori"

Estaba cansado, lastimosamente el día de ayer habían luchado con maldiciones de clase especial, por lo tanto tenían leves heridas en el cuerpo, pero lo que más le dolía en ese momento era el ver a Itadori aguantar tanto dolor y creer que con una simple (encantadora) sonrisa podría pasar desapercibido, claro que podía pero no a ojos de Megumi.

Tenía entendido que realizó una carrera con Nobara en brazos y al momento de saltar para poder detenerse se golpeó en la espalda, claramente en la adrenalina de esa noche no lo sentía, pero ahora el que esté sobando esa parte "disimuladamente" lo desquiciaba.

Pero no pudo hacer nada porque Gojo-sensei, pidió que lo ayudara a realizar "un trabajo", por lo que solo pude seguirlo, no sin antes echarle un vistazo a Itadori, un Itadori que no sonreía y solo miraba a la nada.
Eso dolía aún más.

Devolviendo la mirada a su profesor, decidió que era mejor dejarlo solo, aunque tenían la confianza de todo, sabía que Yuuji le ocultaba ciertas cosas y claro que sabía que era para no preocuparlo y solo por eso tampoco lograba persuadirlo a contarle sus inquietudes.
Pero eso lo estaba matando... ¿No era suficiente?

Quitando esos pensamientos negativos, llegó a lo que sería la oficina de su profesor, lo cual parece un chiquero.

-"Se lo que estás pensando Megumi y estás equivocado".- Con la típica sonrisa que me amargaba el día continuo.
-"Yuuji tiene la confianza para decirte todo pero no quiere hacerlo por miedo a acabar con sus ideales".

Gojo Sensei toma asiento enfrente de mí y con una cara totalmente estoica -que es en los casos más raros- sus palabras me llegan como si de un balazo se tratará.

-"Si piensas que con darle su espacio estás haciendo lo correcto, déjame decirte algo... No seas estúpido".
Quitándose la venda de los ojos para darle más énfasis a lo que soltó de una, continúa con su monólogo.

-"Yuuji no necesita estar solo, lo ha estado durante mucho tiempo."- Y con eso se retira, no sin antes dejarme el trabajo que tengo por hacer.

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Suspirando, era de noche cuando volví a mi habitación.

-"Ese bastardo de Gojo-sensei".- murmurando maldiciones para el queridísimo sensei, se acostó en su cama en busca de consuelo.

Pasaron varios minutos en dónde decidió que era mejor tomar un baño y estaba a punto de hacerlo, pero por cosas del destino se había quedado sin agua caliente.

-"Pero... ¿qué pasa con esta porquería de institución?"-

Bufando, recoge sus pertenencias para ir al dichoso baño "lujoso" de su sensei, parece que ese hombre tenía de todo en su oficina, que más bien parecía una habitación.

Más Cerca De Ti [Fushiita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora