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Aún es incapaz de entender por completo qué ha ocurrido, quisiera que no fuera así para no tener tantas preguntas rondando y golpeando contra su mente. Killua ha dicho que lo que acaban de tener es "sexo" y, quizás ignoró las cosas más de lo que le gustaría por el cansancio porque en primer lugar ¿Qué es el sexo? Sus labios se fruncen en un puchero. Muerde la manzana con fuerza por el enojo que le ocasiona la ignorancia, intentó no comerla para poder probarlas junto al toro pero lo que hicieron antes lo cansó y lo dejó con mucha hambre.
Voltea a su lado, el albino sigue durmiendo en completa paz, incluso tiene una sonrisa en el rostro. "Debe tener un buen sueño" Y con eso se siente algo perdido, no puede preguntarle hasta que despierte. Suspira y su vista baja más, cierto, ninguno tiene algo que les cubra. "Era más grande que el mío" y con eso su mirada regresa a su persona.
Siente las mejillas arder por todo lo que hicieron antes, y, como una pequeña ardilla saltando por las ramas, una fenomenal idea causada por la unión de hechos no explicados surca su cabeza. Vuelve a explotar en rojo por las acciones que va a cometer, suena como algo que no debería hacer pero...
Suspira separando levemente sus piernas. Su miembro sigue flácido al igual siempre hasta hace un rato donde descubrió que podía ser diferente —Se supone que se tiene que meter algo abajo...— Sus orejas se alzan con otra idea —Si el sexo es meter algo eso significa que puedo tener un becerro sin molestar a Killua, no quiero cansarlo de nuevo— Toda la manzana que le queda termina en su boca, masticando rápido para después tragar. Se acuesta levemente para que nada le moleste y pueda llegar de forma sencilla.
Acaricia por encima su pene, primero leve, luego con un poco más de decisión, es extraño, un líquido sale y pequeñas descargas se presentan en esa área, abajo, es muy insistente pero no es malo. Aspira y toma la confianza de sujetarlo por completo, trata de recordar como su nuevo amigo lo hizo, de arriba a abajo, algo constante, y conforme se emociona sus mejillas se colorean. El primer indicio de acabar le provoca detenerse en el acto, su boca saca ligeros "ah" y sus ojos se cierran. —De—debo meter...— Busca más abajo, siente sus testículos y luego donde es un lío. "Sigue saliendo algo". Muerde su lengua ligeramente mientras sus huellas pasan por encima de sus labios inferiores sucios por lubricante y semen.
Los separa solo con un dedo, desde arriba hacia la dirección de su entrada, sus piernas desean ocultar el lugar cuando pasa por su clítoris y sus ojitos se cierran cuando es capaz de hundir levemente. No entiende cómo puede ser que el tocarse y ser tocado le haga exhalar de esa forma tan pronunciada, ni siquiera cuando corre se agita tanto —Él...— Sigue recordando, masajeando, y es cuando el primer dedo está por completo en su interior que se le escapa un sonoro gemido.
—¿Qué haces?— Un susurro y su cabeza se gira a ver de quién proviene la voz. Sus orejas se pegan completamente a su cara en un intento de ocultar su vergüenza por haberlo despertado con esta escena, aunque inmediatamente regresa a la normalidad, ellos ya hicieron esto antes y aunque no quiere molestarlo, Silva dijo que Killua le explicaría todo.
