Recuerdos inminentes...

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Entrar en la casa de mi abuela Alma es como darse un recorrido por un anticuario sin mencionar que es una de las casas más grandes que he visto en mi vida con sus 7 habitaciones y 9 baños sin hablar de otras áreas, es todo un desafío a la hora de la limpieza, a pesar de que le hemos insistido en que la venda y se mude conmigo y mis padres ella siempre se ha negado.

Escribí un rápido texto a mi madre diciéndole que me quedaría a lo cual ella respondió : "¿Galletas de chocolate?", ¿de veras soy así de predecible?

A media tarde habíamos limpiado gran parte de la planta baja y pude degustar aquellas galletas, que siempre me transportaban a tiempos mucho más simples...

-Abuela, ¿podrías colocar uno de los discos que le gustaban al abuelo?- dije todo esto mientras intentaba no atragantarme con la galleta.

-Claro cariño, ya me pongo en ello- se encamino hacia el tocadiscos y coloco alguno que saco al azar, y justo allí sentí la voz de Frank Sinatra  inundándolo todo.

Mientras la abuela seguía en la cocina me dispuse a seguir limpiando con una buena dotación de galletas en mis bolsillos, abrí la primera puerta que encontré y me di cuenta que era el estudio del abuelo, miles de libros por doquier, bellas pinturas francesas adornaban las paredes y sin mencionar todos las reliquias que allí habian, desde una foto con Jhon F. Kennedy y Ghandi  y estrellas de mar disecadas, era un lugar suspendido en el tiempo, donde solo el polvo hizo vida allí.

-en los cinco años que se fue no me había atrevido a abrir esta puerta, todo esta justo como lo dejo él- comento mi abuela con lágrimas en los ojos mientras acariciaba el rostro de una foto a blanco y negro. - sabes, es como si aún estuviera aquí.-

Simplemente hice un gesto de afirmación, porque sabia que si decía algo se liberaría el caudal de mis ojos.

-De todas las cosas que hay aquí mi favorita siempre fue el espejo du le foi- hizo un ademán francés y pronunciación gutural, lo cual nos hizo reír a ambas- lo heredo de su tatarabuela y tenía una hermosa historia de la cual el hizo un poema, no recuerdo bien como va, pero eran dos espejos que se suponía tenían la magia de unir destinos sin importar la distancia...

-Eso suena demasiado mágico y muy poco creíble abuela- le comente mientras recorría con mis dedos la amplia biblioteca -¿no crees que eso simplemente sea una historia usada para que el poema sea más hermoso?

No - Sentenció - para mi esa historia siempre ha sido real, querida niña mía deberías creer un poco más en la magia, esta siempre va ligada al amor, de alguna u otra forma.

Dicho esto camino hasta el final del librero donde algo estaba oculto bajo una gran tela color carmín, lo descubrió de un tirón y contemple el espejo más hermoso y elaborado que podría haber imaginado. El marco de este parecía brillar a pesar de estar retirado de la luz y poseía incrustaciones de lo que parecían piedras preciosas.

-Wow, es hermoso- apenas podía hablar ante lo que veía- no parece real, ¿de veras hay otro como este?

-Ciertamente lo es, tu abuelo decía que cuando vivió en París llego a ver a los dos en la misma habitación y yo no dudo de su palabra.

Me acerque lentamente y me vi con una coleta en el cabello castaño, una camisa que alguna vez dijo "I LOVE NY", un mono de algodón y mis habituales converse.

La tonada que salia por el tocadiscos se torno melancólica hablando de amores pasajeros, seguía con la vista fija en el espejo y note que algo se movía detrás de mi, me di la vuelta pensando que seria mi abuela pero ya no estaba en la habitación, la melodía toma un aire más sublime miro de nuevo al espejo y allí estaba reflejado un chico blanco con una sudadera roja, jeans y zapatillas blancas, su cabello estaba vuelto un lío y sus ojos azules tenían una mirada que traspasaba mi alma. Luego mi vista se nublo y mi cuerpo se desvaneció...

Cada segundo y hora de mis días son absorbidos por esta soledad, que carcome cada centímetro de mi alma, no pueden seguir con esto debo terminar con el dolor, yo...

-Clara... ¿Puedes venir ya a la cama?-

En el amplio estudio apareció un caballero alto y fuerte, vestido con tan solo un pantalón de pijama de seda, a la luz de la tenue lampara su palidez se tornaba amarillenta, como si su piel fuera un viejo pergamino olvidado, su cabello era negro como un azabache y sus ojos eran más azules y puros que el mismo océano, se acerco al escritorio y me dijo en un perfecto francés:

-Ils passent trois dela matin, s'il vous plaît viennent au lit maintenant. (Pasan de las tres de la madrugada, ven ya a la cama.)- dijo esto con un tono que denota cansancio y querer a la vez.

-Si, lo siento, solo le doy más carácter a un personaje, no pensé que fuera tan tarde, es solo que cuando escribí sobre él, se me va el tiempo volando y término con la mente en armonía y despejada- me tomo de las manos, me miro y sentí como el aire escapaba de mis pulmones mientras él vislumbraba mi alma, fue allí cuando me dijo:

-Él es la pregunta a todas tus respuestas-

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Nuevo capitulo \o/
Disculpen lo tarde, prometo no tardar tanto con el tercero.
Por favor comenten, apenas estoy comenzando como verán y me gustaría saber sus opiniones, miles de gracias por leer y no se olviden de comentar...

#DiceLaAlpaca

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2016 ⏰

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L'amour dans la distanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora