Un cumpleaños de Locos

1.1K 57 8
                                    

Estaba teniendo un día realmente horrible. Completa, absoluta y totalmente horrible, precisamente el día de mi cumpleaños. No, no estoy exagerando. Me encuentro amordazado con cinta adhesiva y atado en la parte de atrás del auto, siendo secuestrado por mi esposo, maldita sea.

En el momento en que me desate, juro que voy a matarlo.

Flashback

Todo comenzó cuando me desperté, algo desorientado por no ver a Johnny a mi alrededor abrazándome como todas las mañanas. Él y yo siempre despertamos juntos por lo que su ausencia me sorprendió. Dios, todavía no puedo creer que Johnny Lawrence sea mi esposo. Llevamos ocho años casados y realmente no puedo creer que estoy casado con el chico que en nuestra adolescencia me hizo la vida de cuadritos.

Siempre me estaba molestándome, hasta que un día me confesó que me amaba y que hizo esas cosas fue porque tenía sentimientos por mi y no quería que sus amigos se dieran cuenta de sus sentimientos por otro chico, y por eso me trató tan mal hasta el torneo, cuando le gané y él se libró de Kreese. Un día, luego de eso, Johnny vino a mi casa, disculpándose de nuevo por el dolor que me provocó, ya sea por tirarme de un acantilado, golpearme con sus amigos, o al final, el daño a mi rodilla lesionada. Pude perdonarlo ya que yo también tenía sentimientos por él, y desde entonces hemos estado juntos.

Hasta que tuvimos que separarnos por treinta años ya que Johnny se tuvo que irse a la universidad en Nueva York y yo entré a la universidad de aquí, en California, ya que mi mamá tenía otro nuevo empleo que le pagaba bien.

Aunque prometimos hablar durante todos los días pero no fue lo mismo y eso me hizo sentir tristeza en el fondo de mi corazón.

Y un día Johnny ya no volvió a contestarme y eso hizo que mi corazón se rompiera en mil pedazos, el darme cuenta de que Johnny ya no sentía lo mismo por mí. Pensé que por eso cambió su número de teléfono.

Durante todos estos años que pasamos separados, me casé con Amanda y tuvimos a Sam y a Anthony. Durante diecisiete años viví en un matrimonio que no era feliz porque cada día pensaba en Johnny.

Hasta que un día apareció en LaRusso Auto. Recobré la vida al ver que Johnny entraba en mi trabajo por un auto y no pude evitar a ir hacia él y abrazarlo. Johnny solo me miró confundido, hasta que repentinamente me reconoció y me besó en medio de mi trabajo no importando si incluso Amanda nos veía.

Ese día le conté la verdad a Amanda y a mis hijos, que era bisexual y que fue maravilloso lo que tuve con Amanda, pero ya no podía seguir engañando a todos.

Y aunque estaban dolidos al saber mi verdad, lo tomaron con total tranquilidad y me aceptaron, sobre todo Amanda, quien me sorprendió cuando la ví sonriéndome mientras me decía que sabía que no era feliz a su lado, y que lo había notado después del nacimiento de Anthony pero no dijo nada para evitarles a nuestros hijos el pasar por un divorcio de sus padres cuando aún eran tan pequeños.

Después de eso, Amanda y yo nos divorciamos, y me fui a vivir a Miyagi-Do. Una vez que estuvieron firmados los papeles del divorcio, Johnny y yo pudimos comenzar una relación oficial. No sin que antes Johnny me contará que estuvo casado y que tuvo un hijo llamado Robby al que a veces veía y al que quería que yo conociera. Nos llevamos una gran sorpresa cuando descubrimos que, de hecho, Robby y yo ya nos conocíamos porque se trataba del chico al que le había estado enseñando karate durante algún tiempo.

Luego de eso, Johnny me llevó a citas. Íbamos al parque, al cine, a restaurantes... Y cuando pasó un mes de noviazgo en la playa Johnny me pidió matrimonio. Y yo, con una enorme sonrisa y lágrimas en mis ojos, por supuesto que acepté, besándolo apasionadamente para demostrarlo. Terminamos haciendo el amor en la playa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 23, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un cumpleaños de locos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora