Roto

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Recuerdo cuando lo conocí, era un niño alegre, su nombre era Reiner, yo era su único amigo, algunas personas se burlaban de el, el sufría una enfermedad que no lo dejaba ejercitarse como las demás personas, por eso lo llamaban marica, débil, inútil y demás palabras y tratos que el no merecía. Yo era su único amigo, o esperaba que el me considerara así, intentaba ayudarlo pero a mi me trataban como el rarito, nunca me importó, pero Reiner era muy blando y lo que ellos le decían a él lo hacía caer en una depresión, siempre intentaba ayudarlo y alentarlo, pero me era inútil, mis palabras de motivación no se asemejaban a aquellos múltiples insultos que recibía cada día.


Recuerdo aquel día con exactitud, estaba en la enfermería y había dejado a Reinar solo, cuando llegué lo encontré tirado, estaba en el suelo sangrando por su boca, esos bastardos se aprovecharon de su enfermedad, la habían hecho correr por todo el instituto, lo hospitalizaron, y mientras él estaba en aquel detestable lugar, ellos solo se burlaban de lo débil que fue, acaso no eran consciente de lo que él sufría? O, ¿Acaso querían acabar con él?. Cuando él llegó no tenía ninguna sonrisa radiante como era normal en él, incluso después de los abusos, entonces supe, que ya lo habían roto, que ya no soportaría más de esto, cuando llego, me acerqué preocupado, pero el paso derecho, no me dirigió ninguna palabra, eso me causó un gran vacío en el pecho, me gire a verlo y él solo se sentó en su asiento, importándole una mierda lo que digan los demás, me relajo un poco, porque ya no le importaba lo que dijeran los demás, pero fue solo por un segundo, al darme cuenta que él no era así, y entonces supe, y estuve cien por ciento seguro, de que estaba roto, habían abusado de él a tal punto de romperlo, de borrar aquella radiante sonrisa que poseía sin importarle que acabaran de burlarse de él, eso me enojó, habían roto a una persona con insultos que no merecía, con acciones que nadie en este mundo merecía.


Recuerdo aquella mañana como si hubiera sido ayer, la mañana que supe que ya no recuperaría a mi amigo, a aquel chico sonriente, aquel chico blando, cada vez lloró al recordarlo, como en este momento escribiendo estas palabras. Todos llegaban al instituto, el día empezó tranquilo, los alumnos reían de chistes sin sentido, y yo, no tenía ningún motivo por el cual reír, hace una semana que Reiner no asistía a clases, eso me preocupaba, y me decepcione al darme cuenta que no sabía nada más de él fuera de estas rejas que llaman instituto, divagaba por mis pensamientos y frustraciones por no conocer a mi amigo como debía, había escuchado susurros y murmullos de mis compañeros, gire solo un momento para matar aquella curiosidad que sentía, y vi un carro chatarra, oxidado y que pareciera que se caería en pedazos con solo una pequeña patada, tenía un megáfono en la parrilla superior, en donde se escuchó una voz que tarareaba una canción sin sentido, yo conocía esa voz, todos conocían aquella voz, era lo voz de Reiner, esa voz que soltaba aquellas palabras que formaban una canción sin sentido, se fue acercando a las personas, asiendo que estas se alteraran moviéndose de su camino, dio media vuelta y volvió a dirigirse, esta vez, a un grupo especial, y yo estaba en ese grupo, estaba helado, sentía como las personas a mi alrededor se movían rápidamente del camino de aquel vehículo, después de un par de segundos reaccione y salí corriendo por aquel pasillo, sintiendo el motor del vehículo detrás de mi, corría lo que mas podía, corría por aquellas habitaciones y pasillos que aun me eran desconocidos, llegue lo mas alejado que pude, a una habitación donde no se escuchaba el escandalo de la entrada.
Una persona entró, era aquella maestra estricta que a todos le caía mal, me observó con una ceja alzada, no sabía lo que estaba sucediendo, corrí hacia aquella señora, soltando lagrimas acumuladas, implorando su ayuda, me miraba con aquella mirada que solo reflejaba confusión, iba a explicarle, pero fue tarde, Reiner apareció detrás de ella, con un bate del equipo de béisbol, la mujer cayó inconsciente, mire a Reiner parado frente a mí, su mirada no reflejaba nada, igual que el resto de su rostro, se acerco a mi, me arrastre alejándome de él mientras lo observaba asustado, ese no era mi amigo, me seguí alejando hasta que choque con algo duro, era la pared, Reiner se seguía acercando, cuando estuvo frente a mi se puso en cuclillas quedando a mi altura, me observó, intente escapar pero ya era tarde, mientras forcejeaba pude darle un golpe certero en la entrepierna, salí huyendo de aquel lugar, corrí lo mas rápido que podía, con los ojos cerrados mientras lloraba, sentía que si los abría me traumaría. llegue a mi hogar y entre, vivía solo así que nadie me esperaba, agradecí que Reiner no supiera en donde vivo, me acurruque llorando en aquellas sabanas, no podía creerlo, Reiner, el chico dulce, radiante y amable que no merecía lo que sufría, ahora se volvió un loco, no entendía por que fue detrás de mi, fue por que no le fui de ayuda en su sufrimiento? pienso que es por eso, al final nunca fui de ayuda para el, me di una ducha, necesitaba dejar de pensar, sentía que si salía de este lugar estaría Reiner esperándome para terminar conmigo, me senté en aquel sofá y encendí el televisor.


Recuerdo el rostro que puse al ver la pantalla con aquella noticia, había bastantes cuerpos, algunos arrollados otros con un disparo y un pequeño número con un golpe en la cabeza, "masacre en un instituto residencial" "más de 20 muertos y 50 heridos" empezaron a nombrar a las personas que habían muerto, colocando una imagen de ellas en la pantalla, mi sangre se helo, no podía creerlo, simplemente no podía, mi nombre y mi imagen estaban justo en aquella pantalla, tan claro como si la intención fuera que yo me diera cuenta, no entendía nada, estaba confundido, asustado y muchos sentimientos mas, pero si yo estoy aquí, por un momento creí que era una broma, pero eran las noticias, no creo que ellas bromeen con algo de ese estilo, lágrimas salían sin control de mis ojos empapando todo mi rostro, e muerto, no entiendo ni una mierda lo que esta pasando, salí de mi hogar quería ver con mis propios ojos, era mediodía, la masacre ocurrió en la mañana, según las noticias no se encontró a Reiner, además ellas no conocían quien fue el causante de aquella desgracia, no estaba en la escena del crimen cuando llegaron, quise comprobar que si estaba muerto, aunque fuera inútil, porque ya sabia que era así, todos me ignoraban, me acerque a un oficial que estaba cerca de la escena, le toque el hombro, volteo de inmediato confundiéndome, pero cuando lo vi, su mirada estaba confusa, empezó a observar en busca de un culpable, pero no lo encontró aunque yo estuviera en frente de el, suspire, las lagrimas ya no me salían, estaba seco, entre en aquel lugar, camine por los mismos pasillos y habitaciones que utilice para llegar a aquel lugar del cual pensé había escapado, y vi, mi cuerpo tirado en el suelo, un golpe en la cabeza, creo que era el primer cuerpo que vi en el camino que tenia lagrimas en los ojos, que esperar, fui asesinado por mi amigo, no se si el alguna vez me considero así, y me alegraría saber que si lo hizo.


...


Ahora en este momento me pregunto, qué estoy haciendo?, dejándome abrazar por la persona que me mato enfrente de su apartamento, acaso es idiota?. pasaron unos días y el seguía actuando como si no supiera nada, no entendía qué estaba haciendo yo en aquella habitación, pero la verdad, nunca le guarde rencor a él, sino más bien a las personas que lo hicieron llegar a aquel extremo.


Era temprano por la mañana, Reiner recibió una llamada de aquella mujer la cual llama mamá, empezaron a hablar de la víspera de navidad hasta que Reiner tocó aquel tema en el que estaba incluido yo.


- Oye mamá, te acuerdas de mi amigo que tuve en la secundaria, del que siempre te hablaba - hizo un pausa para recibir respuesta de la persona tras la llamada - si, ese mismo, aunque tu nunca lo conociste - paro un segundo - recientemente me lo encontré y... - no termino por algo que aquella persona dijo tras el teléfono, Reiner cayó de rodillas - que? - volteo a verme, yo lo observaba asustado, temeroso de que me dejara y confuso por su reacción, acaso no sabe que él fue el que me mató? - si estás muerto, cómo es que estás aquí?.



Esta historia la tuve en un sueño. por eso termina así, no se que es lo que sueño pero bue, al menos pude escribir algo completo después de tanto tiempo, bechos
se despide 

Luisa050107


Roto [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora