Capítulo 1

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Los claros rayos de la luz del sol se colaban por los huequecitos de la persiana iluminando ligeramente mi habitación. Tras haberme despertado lentamente, me recogí el pelo de tal manera de que me quedase un pequeño moño. Al pasar por la cocina, cogí un batido de chocolate y me dirigí al salón. Mientras el iPhone se encendía, empecé a ver la serie que tanto me encantaba pero que la gente desconocía que me gustaba: Pequeñas mentirosas. Fue un capítulo muy entretenido. Fui al baño, me desnudé y tras dar un soplido me metí en la ducha. "tengo que estudiar francés" pensé. Me sequé el pelo con la toalla y me fui a la habitación directo a la cama. Abrí el libro de francés y empecé a estudiar, bueno, eso intentaba. De repente, Yago me llamó.

- Hola Sam. ¿Te vienes hoy para el centro conmigo. He quedado con la chica esa que llevo hablando desde hace ya tiempo. Se traerá a otra amiga suya.

- Está bien. Pero lo hago porque te debía una.

- Jajaja, es verdad. A las cuatro y media en Callao.

Y colgó. Di otro repaso a francés y lo dejé. Más o menos me lo sé; espero aprobar.

El reloj marcaba las dos. Mi hermana y mis padres se han ido a jugar a golf y se quedarán allí todo el día. Que asco, porque tienen que ser tan pijos. Me comí un sandwich mientras vi otro capitulo de la dichosa serie que tanto me gustaba. Quiero saber de una maldita vez quién es A.

Me quité el pijama y me puse aquel conjunto que tanto me gustaba: Las Vans negras de siempre, con unos pitillos negros y una camiseta corta blanca básica de Nike con el tick en negro. Me peiné poniendome el pelo hacia un lado, me eché colonia y desodorante y salí de casa. Podría llamar a un taxi y que me llevase, como hace Leyre, pero no me agrads con lo que fui en metro. Me gusta ser puntual así que llegué a Callao a y veinticinco. En la boca de metro me esperaba Yago.

-Clara está ya al llegar.- me contó impaciente. Y así fue. De la boca de metro salieron dos chicas muy atractivas. Supongo que eran Clara y la amiga. Caramba, que guapa la amiga.

- Samuel, estas son Clara y Elena.- me dijo Yago. Las di dos besos a cada una. Elena olía a la elegante colonia de Calvin Klein que tanto le gusta a mi hermana. Iba preciosa.

-Bueno, Yago y yo nos vamos. Cualquier cosa nos llamais- Dijo Clara mientras se marchaba con Yago. Que culazo tiene Clara. Me giré y miré a Elena. Sus ojos marrón chocolate oscuro hicieron que mi corazón empezase a latir más rápido de lo habitual

-¿Te gusta Pequeñas Mentirosas?- La pregunté nervioso.

Todo y nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora