La sangre empapa mis manos temblorosas, aún no me acostumbro a la sensación de arrebatar una vida. Observo el cuerpo inerte de la señora Kelman y no puedo evitar sentir la ansiedad apoderarse de mi cuerpo.
«No tienes opción Eva, tienes que hacerlo»
Es lo que me repito una y otra vez en mi cabeza mientras repaso los tres asesinatos que ya he cometido. Sí, soy una asesina.
Hace tres semanas que cargo con el peso de matar, de atribuirme el poder de apagar un alma.
Tres semanas atrás.
El día había sido normal en la escuela, estoy contenta porque anunciaron los participantes en el concurso de jóvenes periodistas y, para mi sorpresa, mi nombre está en la lista. No puedo esperar llegar a casa y contarle a mamá y papá, siempre me han apoyado con mis proyectos y sé que les hará feliz saber que clasifiqué.
El autobús se detiene a escasos metros de mi entrada. Me despido de Pam, la única amiga que tengo, y bajo del bus con la emoción de quién ha ganado un gran premio. Corro hacia la puerta, está cerrada. Es raro teniendo en cuenta que mi madre no trabaja y siempre está en casa. Seguro fue al súper mercado a hacer la compra, después de todo, hoy regresé temprano.
Saco mi llave la cual nunca uso y me dispongo a abrir. Al entrar, todas las luces están apagadas, las ventanas cerradas y a lo lejos se siente una música calmada. El ambiente es escalofriante. Meto las llaves en mi mochila y llamo a mi madre en voz alta sin recibir respuesta. Camino hacia la cocina y no hay nadie, está totalmente vacía excepto por mi gato, King.
Dejo la mochila sobre una silla y subo a paso apresurado las escaleras, siento cada vez más intenso el sonido de la música hasta que logro reconocerlo, es Minuet. Soy una amante de la música clásica pero a medida que me acerco noto que no viene de mi habitación sino de la de mis padres. Todo está aún más oscuro aquí arriba por la ausencia de ventanas. Observo hacia el cuarto de dónde viene el sonido y caigo en cuenta de la puerta está entreabierta.
Una luz de color morado fluorescente aparece de forma tenue por el espacio que queda entre la puerta y el marco. Mi corazón comienza a latir de forma acelerada, mi piel erizada por completo y siento miedo, mucho miedo. Camino despacio mientras noto como el sudor llena las palmas de mi mano, mi respiración es acelerada y la ansiedad comienza a aparecer. Llego a la puerta y lo pienso antes de abrir, quizás esté pensando demasiado y mis padres sólo necesiten algo de intimidad.
Luego de meditarlo un momento la abro sin mirar, después de confirmar que nadie protesta por hacerlo, asomo mi cabeza y entonces lo pude ver:
Sobre la cama matrimonial que estaba en medio de la habitación estaba mi padre, tirado boca arriba y con el cuerpo pintado de un líquido rojo ¡Sangre!
Corrí hacía él mientras mi cuerpo comenzaba a temblar ininterrumpidamente, las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos y mi respiración se había salido totalmente de control. Al llegar a él, poso mis manos con fuerza sobre su cara, no se mueve. Un vistazo borroso a causa de el llanto que ya se había apoderado de mí, me hizo ver su pecho y barriga llenos de agujeros.
Había sido apuñalado varias veces por todo su frente. Tenía, justo en el centro del pecho, el cuchillo con que había sido asesinado todavía clavado con un papel debajo de él. Con mi mano temblorosa me dispuse a agarrarlo sin tocar el cuchillo, lo saqué e intenté leerlo:
ensilencio@gmail.com
No le digas a nadie, solo escribe a ese correo si no quieres que tu linda madre también muera.
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O Ella Muere [Pesadillas #1]
Mystery / ThrillerBilogía Pesadillas (No. 1) Tras la muerte de su padre, y bajo la amenaza de acabar con su madre, Eva es forzada a cometer una serie de delitos con tan sólo 19 años. En medio de la carrera de periodismo y de todo lo que trae consigo vivir solo con s...