Sentimientos a flor de piel

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-¡Vamos anda apurate Airís! o no alcanzaremos el camión.

-ya voy solo me coloco mis aretes, eso nos pasa por ver peliculas tan tarde- mientras me coloco los aretes le grito y muevo la cabeza en negación a Rosa.

Rosa es mi mejór amiga la conozco desde hace un año, yo vivo sola en un apartamento de renta, la cúal comparto con ella,  la conocí  por que ella es ilegal al igual que mi padre, mi padre es méxicano y mi mama canadiense su historia es de novela esas como las que pasan en Televisa o TV Azteca, me encanta escucharla púes yo soy una romantica, mis padres trabajan en un local de comida rapida, mi papá por ser ilegal no puede comprar nada y mamá ella igual, yo soy norteamericana, púes naci aquí, a mis 18 años me independice sali a trabajar y lo consegui en BROWNS COMPANY, llevo 5 años ahí de secretaria, eso con el fin de ayudar a mis padres, ¡vivo bien no me quejo! solamente  que dia a dia siento que muero de amor.

Mi problema amo al señor Victor Brown, pero se que el jámas de los jamases me hara caso, soy algo nerd y mi forma de vestir no es la mejór me encanta la ropa de color rosa, los calzones de abuela, el cabello lo amarro en una simple coleta, no me pinto, solamente los labios de rosa, la falda bajo la rodilla, y mi saco me encanta que tengan hombreras.

(si se que es algo retro pero a mi me encanta).

No encajo en el prototipo del Señor Brown, el las prefiere Rubias, ojos verdes, cuerpo de modelos de playboy, y que sean exageradamente ególatras.

-Yo soy una chica que tengo la piel canela ni blanca ni negra ¡si yo le digo canela! herencia de mi padre, ojos color miel, y el cabello castaño herencia de mamá, la posiblidad de que un dia el señor Brown se fije en mí es nula.

- Estoy segura que otra vez estas fantaseando con el señor Brown- me dice Rosa.

- si no lo puedo evitar al menos en mi sueños el me mira- le contesto a rosa sonriendo.

- Amiga, de sueños vive el hombre, si no ¡miramé a mí!, vine a los Estados Unidos, para una vida mejór, y ahora trabajo de secretaria de un viejo, feo, pelón y gordo. ¡ahh! y para amolarla mi jefe me tira la onda, solo por que se karate lo esquivo.

-Te amo Rosa- la abrazo-siempre me alegras el dia, - no cambies por favor.

-Claro que no lo hare boba,-le golpeo a Airís- ¡yo soy única!. Pero entiendo tu punto de vista, tu jefe esta muy muy bueno, hasta una ciega a desea volver a ver solo para ver a esa creación de dios.

- Anda que si no sueñas con él Airís, yo lo hare y le hare cosas indebidas.- saco mi lengua.

- ¡calla! pervertida, todos los del bus nos miran, diran que estamos locas- nos reímos ambas.

-ademas Victor es exclusivo, es el amo de mis sueños. ¡propiedad de Airís! - le señalo mi corazon con mis dedos, Rosa solo se ríe de mis ocurrencias.

-¡bajan! -le grito al chofer del bús.

-¡Amiga!- me llama Rosa- ¡anda por la sombrita! -yo solo río y meneo la cabeza y le contesto- ¡claro siempre!

En realidad solo con ella soy asi cuando estudiaba no tenia amigas por que me discriminaban por mi color de piel, y ella jamas lo a hecho, Rosa es clara, ojos negros, cabellos negro, y alta. A diferencia de mi que solo mido 1.56  ellas es preciosa, y tiene la fácilidad de que las personas la amen rápido, es coqueta, risueña y muy amigable, aunque cuando esta molesta habla hasta por los codos.

llego a la empresa como siempre, tomo el ascensor y ando pensando, como seria que un dia llegara y el señor Brown me acorralara en la pared y me diga "mía" si eso seria lindo que me bese como si su vida dependiera de ello, y lentamente me suba la falda, e introduzca lentamente sus dedos y me toque.
de repente se abre el ascensor y sube el hombre de mis sueños, ¡rayos debo dejar de leer tanta novela erótica. Me riño  mentalmente-

 ¡Victor Brown!-ahh suspiro por él.

-¡Buenos dias!- me saluda el señor Brown entrando al asensor conmigo, su aroma es adictivo que tengo ganas de lanzarme encima de él.

- Buenos dias señor Brown- le digo- el nisiquiera me mira, pero todos mis suspiros son por él.

- ¿le pasa algo esta roja? - me dice.

- no señor solamente hay calor- le respondo roja de la vergüenza.- si supiera que estoy asi por fantasear con el, que tengo los calzones mojados.

(santa virgen de los calzones, amarramelos bien o se me caeran con solo esa mirada)

su presencia simplemente  impotente y elegante, sus trajes son hechos a la medida, se le ajustan perfecto al cuerpo marcando sus brazos, le gusta el negro de eso me eh dado cuenta, y portar gafas obscuras que ko dejan tipo terminator, ya saben asi sensualon. El es alto por lo que yo lo observo sin que el me note.

llegamos a nuestro piso y ambos salimos, el se marcha a su oficina y yo a mi escritorio, con rapidez enciendo mi lap y tomo mi tablet, me pongo al día y voy al comedor ahí le preparo su café, toco la puerta, el grita pase y yo entro.

-señor  Brown ¡buenos dias! tiene junta a las 10 am con los arquitectos sobre la nueva tienda, y a las 12 comida con su madre.

- lo de mi madre cancelalo- responde tajante.

- ¿que le digo señor? -le digo,  siempre hace eso el jefe, no se por que evita a su mamá lo pienso mas no lo digo; capaz me corre.

- inventenle algo, digale que salí a una junta o ya se le ocurrira algo a usted- dice enojado.

-claro señor, ahora mismo le marco- digo y salgo de su oficina.

Por alguna Razón el señor Brown siempre evita a su madre, pone excusas, ahora yo soy mentirosa por mentirle a su madre, tengo demasiado trabajo hoy, quizas me quede hasta tarde, en la empresa.

El tiempo paso rápido, no me di cuenta ni de la hora ni en que momento el señor Brown se marcho, tengo hambre me levanto y me dirijo al comedor, pero mi torpeza no ayuda, accidentalmente me derrame el café en mi blusa y falda, ¡lo que me faltaba! me encamino al baño, y me deshago de mi ropa quedandome simplemente en calzón y sujetador, la mancha de café no se quita quizas si lo cepillo ¡ya see! en mi bulto tengo mi cepillo de dientes por emergencia, asi que salgo viendo que no haya nadien y si no hay nadien a esta hora, asi que me inclino en mi escritorio buscando mi cepillo estoy en una posición comprometedora pero nadien me ve.

- ¡Ammm!... ¿se puede saber que hace en ropa interior señorita Airís?.- pregunta mi jefe mientras me escanea todo el cuerpo.

-¡ohhhhhhhhh mi dios! el señor Brown, trágame tierra ¿y ahora que hago?.......

 

Victor BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora