Victor Brown

Ponte en mi lugar

- Victor anda levantate - le hablo mientras lo sujeto de la espalda y lo ayudo a pararse del suelo.

- Airís déjame aquí, hablale a mi chofer y dile que suba, el me llevara a mi casa - habla agitadamente.

- No señor Brown no puedo dejar que usted se marche solo, ¡mire como quedo! lleno de golpes, lo ayudare y limpiare esos golpes.- sugiero.

-El chofer llego y con su ayuda bajamos a un Victor borracho y herido, necesito saber por que Victor se peleó con Angelo que motivos lo abran llevado a que se den semejante golpiza si mis sospechas cuadran todo es ppr culpa de una mujer. En el camino cerró los ojos y se acurrúco en mi hombro, mi corazón martillaba y mis respiración se aceleró, tanto tiempo deseando tener a victor asi como lo tengo ahora cerca de mi, bajamos del coche y lo llevamos a su cuarto su chofer me trajo el botiquín y se marcho, empece a limpiar su rostro y su labio donde yacia un poco de sangre, en ese momento el abrio sus ojos eran dos hermosos luceros negros tenía las pupilas dilatadas y me veia sin pestañear hasta que hablo.

-¿por que eres tan linda Airís? -me decia agarrandome el rostro trazando con sus dedos la linea de mis labios.

- y.. .o.....yo- respondi tartamudeando- usted necesitaba ayuda - dije rapidamente haciendo obvio la herida del labio.

-No Airís, no me refiero a eso eres preciosa, tan linda e ingenúa, eres como un fruto prohibido la manzana de Evá, eres como un pecado, tienes la piel hermosa y tus senos, son los mejores que jamás ¡en mi puta vida haya visto!.
Tienes un cuerpo de lujiria que se esconde tras esa fea ropa, ¿dime Airís te parezco atractivo?

- Y a quien no- contesto sin pensar (esa boca mía sola me delata) - ¡quiero decir que si!, usted sabe muy bien que es una persona atractiva, y un hombre al que todas las mujeres se mueren por tener.

- No Airís,mi lindura es por fuera, nadamas, por dentro soy un cerdo sin sentimientos, arrogante, prepotente, y muy cruel con las mujeres, yo no merezco que tu siquiera suspires por mí, no lo merezco.

- Muy tarde- suspiro- en el corazón no se manda, - le tomo las dos manos y le miro a los ojos- usted merece muchos suspiros míos y mas, solamente alguien lo lastimo es todo- tomo la valentía de seguir hablando- merece ser amado, querido, y mas yo lo ayudare- propongo- no necesito que me explique lo de ahora sus motivos tendra.

- Necesitas saberlo despues de todo estropee tú cita- ríe- lo lamento no lo queria hacer, pero el imbécil de Angelo lo conozco mas de lo que te imaginas, lo único que sabras es que el me hizo mucho daño, y nunca lo perdonare, no quiero que tú igual salgas lastimada Airís, es un consejo el no es bueno.

- No se procupe por mi Brown, se cuidarme sola- digo segura.

- ¿quedate esta noche conmigo?- me dice al oido.

-noo.....ammm.. no puedo.- digo temblorosa y nerviosa.

- ¿por que? ¿tienes novio Airís?

- ¡noo! -grito- por supuesto que no, no tengo novio simplemente mi amiga se molestara.

- le puedes llamar.- propone.

- ok- respondo resignada.

Hable con Rosa y esa gritaba como loca por el telefono, perp me dijo que si me lastimaba le patearia tan duro las bolas que lo dejaria sin descendencia. Mientras hablaba Victor paso a bañarse, al cabo de 20 minutos el salió, con una toalla enrollada en las caderas, todo síntoma de la borrechera ya se le habia esfumado, se veia tan sexi, no se por que acepte quedarme con él, sera mejór marcharme. Me levante de la cama dispuesta a salir del cuarto quizas estaba mas roja que el cuarto de Cristian Grey, respiraba agitadamente y tragaba mi saliva con dificultad.

- Señor Brown, sera mejór que me vaya veo que se encuentra en perfecto estado.

- pasó algo Airís, ¿huyes de mí? - la observo como si la quisiera comer.

- ¡no huyo!

- parece que si tienes los ojitos de una corderito asustada, yo no te hare nada que no quieras.- me dice rozando sus labios, en la oreja.

Santa madre y ¿ahora que sigue?. .... . solo me dio un beso y senti mis piernas flácidas como si hubiera corrido medio maratón.....