Aún después de meses, te he llorado. Te he recordado todo el tiempo, sigues en mi mente, te metes en mis sueños y cada mañana al despertar eres lo primero que pienso.
Estoy bien, no creas que estoy mal, pero como cualquier persona, tengo mis recaídas. A veces son más leves y otras veces, más transcendente como en este momento, que llegó a escribirte.
No voy a negar que mi vida se ha vuelto más tranquila, menos ruidosa y eso me gusta. Me he desconectado de todo y cuando digo de todo, es de todo literalmente, y ahora el tiempo solo lo ocupo en mi y en mi carrera que por suerte me está yendo bastante bien.
Tal vez estás pensando en, para que te escribo, para que te digo todo esto que seguramente para vos no tiene importancia, y eso está bien creo porque si yo fuera vos, cómo fuiste hace un tiempo, seguramente haría las mismas preguntas, en fin, no ha terminado del todo, por lo menos para mí.
Porque si así fuera, no estarías leyendo esto en este momento, pero he superado la mayor parte de todo y me siento orgullosa porque para ser franca, no sentía que yo lo podía lograr, es más, no sentía que yo podría lograr algo en mi vida pero pude y tal vez no tenga toda la confianza del mundo pero, sé que lograré hacer algo bueno con ella.
Y espero lo mismo de vos, espero que en treinta años o más, te sientes y recuerdes que, lo lograste y te sientas orgulloso de ti mismo.
Mi duelo ha sido bastante lento pero, jamás he reprimido nada para que a la larga siga recordándote con nostalgia, porque dentro de muchos años quiero recordarte y reír y sentirme feliz en ese momento por recordar a mi primer amor. No como ahora, que te pienso y mi cuerpo se pone frío y por un par de segundos siento que presionan con tanta fuerza mi pecho, pero solo por unos segundos, luego continúo.
Hoy es domingo, no ha dejado de llover, está fresco y Oniria e Insomnia, no ha dejado de sonar en todo el día, lo cual siento muy pero muy dentro, que es mía, si, ha sido un día malo y triste pero solo son instantes.
Hace no mucho, recordé que una vez me dijiste que el tren no pasaba dos veces en la vida, haciendo referencia a qué vos eras ese tren, y no es arrogancia pero, puede que vos, jamás hayas sido ese tren.
En fin, espero que solo estés teniendo éxitos en tu vida y si en algún momento la vida nos quiera volver a cruzar, sería un placer volver a mirar tus ojos de color café.