Enemigo interno

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La chica de cabello negro y su esposo estaban en la habitación desnudos y abrazados en la cama acostados después de haber hecho el amor, ella se encontraba boca abajo sobre él con la cabeza apoyada en su musculoso torso mientras acariciaba el mismo con una de sus manos, al mismo tiempo que el de cabello castaño oscuro besaba suavemente la cabeza y la frente de su mujer mientras con una de las manos recorría parte de su larga cabellera.

Rei se enderezó para besar a Ralf en los labios, ambos se mimaban y se miraban sonrientes, sus ojos reflejaban felicidad pura.

- Le agradezco al gran Kami el que hayas llegado a mi vida, soy muy feliz contigo te amo con locura, mi hermoso Coronel- decía dulcemente la de ojos púrpuras mientras repetía el beso

- También debo agradecer el haberte conocido, junto a ti sé lo que es amar y ser amado, mi preciosa doncella, reina de mi vida- respondió Ralf mientras besaba suavemente la nariz y la boca de su mujer

- Y tú eres también el rey de mi vida mi amor, eres mío y sólo mío- contestaba la de cabello negro acariciando la mejilla de él

- Tienes razón mi cielo, tú también eres solamente mía, te amo más que a mi vida Rei-

- Que lindo eres, sabes...me gustaría que un día tuviéramos un hijo- respondía ella sonrojada al máximo

- A mí también me encantaría querida, si fuera varón ¿Cómo te gustaría que se llame?-

- Ralf como su padre ¿y si fuera niña?- preguntaba la joven

- Estoy entre dos, Rei como su madre o Risa como su abuela- respondía el hombre mientras acariciaba la barbilla de ella

- ¿El nombre de mi madre? Gracias mi amor, eres un encanto- contestaba contenta la mujer

- Espero que el hijo o hija que tengamos, se críe en este ambiente de paz y felicidad...tú sabes a lo que me refiero...- decía pensativo Ralf

- Lo sé cariño, pero mis lecturas de fuego nunca se han equivocado, algo si te aseguro Ralf, que al infierno lo enfrentaremos juntos y vamos a vencer a Black Moon y su montón de chatarra- hablaba decidida Rei mirando fijamente a su marido

- Así se habla mi amor- contestaba él con una pequeña sonrisa

Pero la sonrisa de ambos desaparecía rápidamente cuando sintieron un haz de luz que entraba por la ventana abierta frente a la cama, Rei se enderezó para mirar mejor hacia afuera y Ralf hizo lo mismo, vieron algo parecido a cometas descender rápidamente del cielo nocturno.

- ¿Qué rayos es eso?- preguntaba el de cabello castaño

- Oh no... ¡diablos! No siento ningún aura maligna, así que esos miserables deben estar lejos-

- ¿Te refieres a Black Moon?-

-Exacto, es como si ya supieran de mis agudos poderes psíquicos y por eso están bombardeando desde lejos, ¡ven no tenemos tiempo, la onda expansiva arrasará con todo!- contestaba Rei mientras salía rápidamente de la cama y recogía su ropa del suelo

- ¿Y mi hermana, las demás y los reyes? - preguntó Ralf mientras también agarraba su ropa

- No tenemos tiempo de buscarlos ya, me comunico mientras despertamos a mi abuelo y vamos al subsuelo ¡ahora!- exclamó ella mientras agarraba una de las manos de su marido para que corrieran.

Hacía un año desde aquel 3008 que Rei y Ralf se habían casado en el mismo templo en donde vivían, todo fue amor, paz y felicidad para ellos, hasta ese momento en que las malditas bombas cayeron y destruyeron todo; algo bueno fue que la guerra contra las máquinas no había afectado su amor e inclusive llegaría la pequeña Risa como fruto de ello, ambos hechos eran un alivio en sus almas en medio del dolor, los escombros y la constante tensión e incertidumbre de no saber si ellos o sus amigos continuarían vivos al día siguiente y además, aquel mundo hermoso que deseaban para criar a su hija, ya había desaparecido...

Sailor Moon vs Terminator: RescateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora