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❝La apuesta del beso de Patrick❞
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EL CLIMA ESTABA horriblemente nublado, era época de lluvias y tormentas, algo que realmente no desagradaba del todo a Odette, en realidad, amaba esos climas fríos.
Podía disfrutar de estar en su habitación de hacerse una bolita con sus mantas, mirando algunas series románticas y bebiendo de un cafecito.
Sin embargo, ahora no estaba en su "hogar", estaba vagando por las calles de la ciudad. Con nadamás que el suéter de su mellizo puesto, y unas botas de lluvia.
Así es, ella había leído el pronóstico del día antes de escapar por la ventana de su habitación. Y bueno, esas botas sí que le estaban sirviendo ahora.
Soltó un suspiro de emoción cuando su mirada cayó en una cafetería, que se veía realmente acogedora por dentro. Al parecer era nueva... O ella demasiado torpe para no notarlo antes.
Al menos beber una taza de café le sería posible....
Una agradable aroma invadió sus fosas nasale cuando estuve dentro del local, sin esperar mucho busque con la mirada una mesa vacía, hallando una perfecta en la esquina de la habitación con una perfecta vista hacía la calle lluviosa.
Su entrada no había pasado desapercibida, y menos para el dúo de mejores amigos, quienes habían clavado sus miradas en la bajita chica.
—¡Hola, señorita! Soy la persona que viene por su pedido
La joven se mostró sorprendida, ¿En qué momento había llegado a su lado?
—... Un café latte, por favor
Habló ella, sonriendo leve. A lo que el de cabellos azabaches le devolvió la sonrisa pero más amplia, anotando dicho pedido en sus notas, justo en ese instante el joven se marchó directo a la cocina.
Extrañamente su pedido no tardó en llegar, quizá era porque el local estaba casi vacío, casi porque dos jóvenes que aparentaban tener su edad estaban en una mesa frente a la suya.
—¡No, no y no! Es demasiado, Sara Lin
—¿Demasiado? ¡Me hiciste hacer exactamente lo mismo!
Odette sin darse cuenta estaba escuchando la plática de aquel par de amigos, y su pelea tan graciosa. Cuando uno de ellos golpeó la mesa seguido de levantarse, la de orbes azules dió un salto en su lugar, pero disimuló con que estaba acomodándose.
—¿Así dejarás de fastidiarme? ¡Entonces lo haré...!
Lo siguiente que Odette vió fue a ese mismo chico atractivo, de cabello castaño y portador de unos bonitos ojos azules, se acercaba a ella con las cejas y los labios fruncidos, también con un rubor rosa en las mejillas.
—¿Puedo ayuda-...
Sus amigables palabras se detuvieron, poniendo una mirada llena de nervios y con cierta molestia. ¿Quién se creía él para tomarla de los hombros?
Patrick quién ahora tenía agarrada a la chica de de cabellos rubios, dudaba sobre si hacer su siguiente movimiento. Miro de reojo a Sara Lin, parecía estar disfrutando aquella situación, tal y como el lo había hecho cuando hace semanas atrás.
—¿...Podría besarte?
Los colores le subieron a la cara de la pobre chica, con las mejillas súper sonrojadas y sus cejas fruncidas ante tal atrevida pregunta.
—¡¿Estás loco?! ¡C-claro que no, pervertido!
La nerviosa chica tomó la capucha roja del apuesto pero estúpido chico y le cubrió la cara, empujándolo para escapar de entre sus manos.
No sin antes agarrar su preciado café latte.
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PATRICK ESTABA sumamente avergonzado, sus mejillas seguían ardiendo en un tono rojizo.
—¡Sara Lin, eso fue humillante!
El castaño exclamaba una y otra vez, quejándose del absurdo reto, mientras que la pelirroja que tenía como mejor amiga no dejaba de reírse.
—¡Ahora ya sabes cómo me sentí ese día!
Ella miró a otro lado, ignorando por completo al chico de orbes azules.
—¡Ah! Matenme...
Patrick no estaba avergonzado por haber hecho el estúpido reto, sino que, le avergonzaba el haber sido rechazado.
El rechazo de las chicas hacía Patrick era muy común, y era porque el no era tomado en serio debido a siempre estar detrás de todas.
Sin embargo, el no podía olvidar como al principio los lindos ojos verdes de ella lo miraban con amabilidad...
Se veía sincera.
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EL TELÉFONO de Odette no paraba de sonar, y aunque era tan molesto como para tener la necesidad de contestar de una vez por todas, ella simplemente no lo hacía.
Y era porque sabía quién la llamaba.
Su madre...
La jóven tomó el teléfono, pero no para contestar a las insistentes llamadas de su mamá, no. Sino para comunicarse con su hermano, su mellizo.
—¿Oddy?
La preocupada voz de su hermano la hizo sonreír inconscientemente.
—Sí, sí.
Contestó rápidamente, tomando con fuerza su teléfono contra su oreja.
—Mamá dijo que habían peleado...
Comentó nostálgico, y es que ahora estaban en términos similares. Hace no mucho su mellizo se había ido a la casa del que era padre de sus hermanos mayores, por haber peleado con su madre luego de que ella decidiera casarse... De nuevo.
—Si, peleamos
—... ¿Qué... Qué vas a hacer?
Odette suspiro. Sabía que una vez que lo dijera no habría marcha atrás.
—Ollie, ¿Habrá... Un lugar extra para mí ahí...?
Y este fue el inicio de como Odette Yang había escapado de la casa de su madre para irse a vivir a un modesto departamento junto a sus hermanos, cambió su vida sencilla a una que probablemente terminará con muchos sentimientos amorosos.
Haneul-Mae
Haneul Note's;
¿Sabían que quería cambiarme el name? Incluso llegué a pensar seriamente en borrar mis cuentas, por problemitas de actualizaciones.
Tengo muchas historias, tanta idea y no logro plasmar algo de ello en el escrito.
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𝐏𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐝!【Patrick】 【】
Hayran Kurgu-𝐏𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐝!- Sara Lin aún resentida por la apuesta del beso, decidió vengarse de su mejor amigo de la misma forma. Sin embargo, no contaba con que aquella joven fuera la mismísima hermana del chico del tren. Y todo parece empeorar cuando O...
