Prólogo

23 6 18
                                    

20 de Abril del 2017

-Aura !Por Dios, camina más rápido.¡

Frunzo mis cejas al escuchar la angustia en su voz, no entendía la prisa de llegar antes a su casa -¿Me puedes decir que esta pasando?- estaba fastidiada por su comportamiento.

La castaña me ignoro mirando hacia ambos lados de la calle antes de cruzar -Heather te estoy hablando- me estaba comenzando a irritar y ella lo sabia, no me gustaba que me ignoraran.

-Heather ¿No me vas a...

-Cállate, solo quiero llegar a mi casa y poder descansar.

Fingí una carcajada, estaba más que claro que no era por eso, algo no iba bien. Y eso era lo que mas temor me daba. La tome del brazo haciéndola retroceder para ponerme frente a ella. - No lo voy a repetir otra vez, que mierda esta pasando Heather.

Su mirada lo decía todo, no podía estar pasando otra vez, la solté de manera brusca y pase mis manos por mi cabello.- ¿Otra vez?- ella solo agacha la cabeza -Mierda, no creí que volvería, ya tienes que hacerlo, no vas aguantar más esto.

-Yo tampoco creí que volvería pero, demonios Aura el no se va a cansar, Haga lo que haga siempre volverá, siento que esta vez será peor.

Tome su muñeca y seguimos el camino hacia su casa, mientras más rápido lleguemos, mejor. Sabia lo que ella estaba sintiendo en estos momentos, y me odio por no poder hacer nada, si me entrometo peor será.

Todos los recuerdos llegaron a mi mente como un Deja vú, haciéndome llenar de rabia, lo peor fue comenzar a discutir con ella, cuanto me arrepiento de eso.

-Te lo dije, varias veces, que eso no era bueno Heather, pero claro, como siempre !nunca me hiciste caso.¡

-!Ya deja de echármelo en cara, estoy harta de tus reproches, lo se, me equivoque pero sabemos que es tarde para arrepentirme¡- Empezó a caminar mas rápido para cruzar la calle, pero tuvo el error de no mirar.

-!Heather¡- grite, sentí desgarrar mi garganta, pero fue en vano ella ya estaba tendida en el frio piso, corrí hacia ella, su cabeza sangraba y yo no dejaba de llorar, en ese momento sentí que faltaba una parte de mi, empecé a pedir ayuda, unas empezaron a llamar a la ambulancia, oros solo miraban y el cobarde que la atropello solo se fue, las lunas eran polarizadas, por lo que se me hacia imposible ver quien era el conductor.

Pasaron al rededor de 20 minutos cuando llego la ambulancia, no me quería soltar de ella pero tenia que hacer, comencé a llamar a mis padres, ya que eran los únicos que podrían ayudar, los de ella se la pasaban de viaje y casi nunca los veía, pero sabia que tenia que avisarles.

No dejaba de llorar, cada minuto que pasaba sentía que la perdía un poco más.

(...)

Había pasado 5 horas desde lo ocurrido y aun no tenia respuestas del estado de mi amiga.

Salió un doctor de la sala de cirugías, no sabia si salía a darnos información a nosotros o a otra familia, no quería hacerme ilusiones así que preferí no moverme.

- Familiares de Heather Evans- mi familia se levanto junto conmigo al escuchar su nombre, sus padres no llegarían hasta dentro de 2 horas mas.

-Soy su tía- hablo mi madre, siempre nos consideramos familia, su padre estudio junto con mi madre en la universidad, desde entonces son demasiado cercanos, criándonos juntas. Al ser hijas únicas, siempre nos consideramos hermana de la otra.

-Lamento decirles esto, Heather llego con una gran perdida de sangre un fuerte golpe en la cabeza, intentamos hacer lo posible para salvarla pero, no resistió a la operación, ella fallecio...

Corazones Rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora