Ni porque pusiese la música a todo volumen, deja de escuchar aquel aguacero ensordecedor, que con el traía los lamentos de mañanas venideros, las tristezas y fracturas a corazones fragmentados, era incesante como el llanto de un bebé... eran las lágrimas que no se habían derramado en una.vida, era prácticamente todo aquel dolor que estaba acumulado y se desató en una tormenta.
