Esta soy yo, mi nombre es Rose. Voy al instituto Neshwille y no soy buena estudiante, la verdad es que cuando era niña solía sacar buenas notas pero al llegar al instituto todo comenzó a decaer.
Son las 7am y me acaba de sonar la dichosa alarma, joder odio madrugar (sobre todo después de estar toda la noche leyendo y andando en redes sociales) pero igualmente me obligo a levantarme y ducharme ya que he quedado como de costumbre con mi mejor amiga Iby para ir al instituto juntas y no me gusta hacerla esperar.
Me visto un pantalón vaquero negro suelto, un top negro y una blusa de cuadros de mi madre en los años 90, me miro al espejo y doy un suspiro, odio mi abdomen, pienso en ponerme una sudadera por encima pero me freno y recuerdo que hoy va a hacer mucho calor, recuerdo las palabras que me dijo Iby Por dios Rose estas guapisima con ese top en serio que te queda muy lindo, se que tienes inseguridades pero no puedes permitirte abrasarte con ese calor... Vale ya esta, que le den, voy a ir así. Acto seguido bajé a desayunar y se me paro el corazón cuando me di cuenta de que faltan 2 minutos para que Iby llegara, jodeeer otro día sin desayunar, cogí mi mochila y justo cuando salí pude ver a Iby caminando hacía mi, de repente me dedico una gran sonrisa mientras me miraba de arriba abajo.
-Estoy muy orgullosa de ti en serio, y estás genial, fea!-dijo.
-Gracias estúpida- le dije riéndome.
Me dio un puñetazo en el hombro y comenzamos a andar. Llegamos al instituto y como este año habíamos elegido optativas diferentes ella se despidió y comenzó a caminar hacia su siguiente clase, yo me dirigí hacia las taquillas y de repente me fijé en alguien.
Allí estaba el, cogiendo cosas en su taquilla. La verdad es que nunca me había fijado en el hasta ahora, era un chico alto y delgado, con el pelo negro oscuro y los ojos de un azul intensamente claro, eran preciosos, también pude percibir unas grandes ojeras debajo de sus ojos. Unos segundos después el cerraba su taquilla mientras caminaba por el pasillo con su mochila colgando de uno de sus hombros, nunca hablaba con nadie creo que soy de las únicas que percibe su presencia, la verdad es que era un chico un tanto extraño.
Me había concentrado tanto en mis pensamientos que no me enteré cuando el timbre que indicaba el comienzo de la siguiente clase había sonado y que como no me diera prisa llegaría tarde a la siguiente clase y estaría en problemas. Metí mis libros rapidamente en la mochila y empecé a correr hasta que me paré en la puerta de la clase de filosofía. Mierda! Llegué tarde y la clase ya había comenzado, llame a la puerta y acto seguido me abrió la puerta la profesora Miss Margaret.
-Llega usted tarde señorita Dewitt, esta vez le permitiré pasar pero a la próxima se ira a directamente dirección. (la profesora Miss Margaret era bastante estricta en algunos temas).
-Vale Miss Margarett, lo siento, no volverá a ocurrir- Dije con las mejillas hirviéndome ya que había llamado la atención de todas las miradas... bueno excepto de una.
Allí estaba él, garabateando su libreta, pasando desapercibido como siempre.
-Toma asiento- dijo Miss Margarett.
Empecé a recorrer con la mirada la clase para buscar un asiento libre y solo quedaba uno, al lado de aquel chico misterioso, ahora que lo pienso ni siquiera se su nombre. Me senté y la clase continuó, el ni quiera levanto la mirada al ver que me sentaba, me sentía como si no existiéramos los demás para él... me sobresaltee cuando sonó la campana que indicaba el final de la clase, el recogió sus cosas deprisa y se fue a paso ligero, acto seguido yo también recogí y me dirigí hacia mi siguiente clase antes del almuerzo.
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imperfectos
RomanceElla era una chica insegura e ingenua. Un día lo conoció, ese chico que vivía en las sombras y que parecía ocultar un montón de secretos.