Capítulo único

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✴✴✴✴Mikasa:

Solo debía alejarme de él, nada más, era olvidarlo como hice con los demás y listo, no había dificultad ni impedimento en ello, entonces ¿Por qué me era tan difícil borrarlo de mi mente? No era perfecto en su trabajo, uno más y ya. ¿Verdad?

¿Qué me pasaba que mi cuerpo no quería dejarlo ir?

"La mordí, la manzana del pecado... es él"

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Todo empezó en una noche, normal y sencilla, donde las luces de los bares estallaban como estrellas en lluvia cósmica, y el licor salía rápidamente de la barra para llegar a sus clientes como en todas las noches con la misma cantidad de gente y con los mismos premios que reciben estas cuando el olor a pasión se sentía en el aire. Eran elegantes, peligrosos y hermosos, así se podría describir la clase de servicio que daban esos hombres que sin temor a caer caminan, bailan y trepan tubos con tal de ganar billetes de sus espectadoras deseosas de saber más de sus cuerpos casi semidesnudos en ese escenario; cada uno luciendo una máscara negra que cubría ojos y nariz en parte, dejando su identidad desconocida para todas, lo que avivaba el fuego del lugar, avivaba las puertas del infierno, donde se iba a pecar y a dejarse llevar por ellos.

Los preferidos del bar "Titán", eran cinco chicos; dos rubios, dos castaños y el regalito mayor, un pelinegro que algunas noches era el sumiso de la casa o el dueño de esta dispuesto a darle a todas el castigo que ameritaban, había que saber que día ir para encontrarlo en la forma que más prefiere una. Y justo hoy, un viernes por la noche, yo lucía un hermoso enterizo negro para la ocasión y mi misión; sí misión o en otras palabras para realizar una redada, estaba de encubierto para arrestar a las mujeres que permitían que esos mismos galanes bailen en la mesa y escenario toda la noche, así mismo poder ayudar a esos jovencitos que por cuerpo y destreza parecen no cruzar ni por los veinte años de edad, un delito en acción que estaba dispuesta a detener cuanto antes.

Como dije estaba trabajando, por lo que mi deber era entrar y esperar a las demás de mi escuadrón, caminaba por el pasadizo que me llevaría al lugar de reunión establecido por Hange horas antes de venir. Su plan consistía en dejarnos llevar unos minutos y decidir quién provocaría algunos problemas para que los chicos alarmen a sus superioras teniendo la oportunidad de arrestarlas en el momento, teníamos también como respaldo a diez oficiales afuera vestidos de civiles que entrarán en cuanto las cosas se pongan difíciles; era un plan a prueba de balas y eso lo demostraremos. Iba llegando al interior del dichoso lugar, era oscuro y las luces solo eran usadas para el escenario que estaba ocupado por uno de los rubios que usaba el tubo para entretener a un grupo de chicas que no paraban de gritar, entre ellas, Annie que solo les seguía la corriente como acordamos. A lo lejos las gafas de mi capitana me hicieron una señal y me acerque, estaba sola junto a Ymir, mirando otro espectáculo que se daba en una habitación que tenía en una de sus paredes una ventana como en la estación, todos miraban de afuera lo que ocurría adentro pero adentro no se veía nada más que el reflejo del encerrado, algo muy curioso, no sabes quién te mira o te desea.

CRIMINAL - Desafío RIVAMIKA (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora