six

953 173 33
                                    

Caminaste por el Cubo durante diez minutos antes de que escucharas la voz de la persona que estabas buscando.

- ¡Wolas~Sunoo, por aquí!

- ¡Sunoo hyung! ¡Aquí!

Volteaste y viste a Jay y a Jungwon justo en frente de Max Burger, Jay estaba prácticamente brincando mientras te saludaba.

- ¡Jay hyung, Jungwon!

- ¿Eh? ¿Sabías que íbamos a estar aquí? - Preguntó Jungwon mientras te acercabas a él.

Cuidadosamente guardaste el ramo de flores en tu mochila. - Luego de que Heeseung apareciera, era fácil adivinar quién sería el siguiente, debido al lugar. Pero no me esperaba que Jungwon también estuviera aquí.

- Oww~ y yo que pensé que podría sorprenderte. - Jay hizo un gesto.

- Si te hace sentir mejor, creo que todo esto es una agradable sorpresa. Digna de alguien tan maravilloso como yo.

A pesar de tu comentario egocéntrico, Jay te dio una de las más brillantes sonrisas que has visto. Park Jongseong fue dotado verdaderamente para compartir su alegría con todos a su alrededor, igual que Niki.

No había duda de por qué los dos se llevaban tan bien.

- ¿Te estás divirtiendo, Sunoo hyung?

Hmm...

- ¿Tú no?

- Si, claro. Me estoy divirtiendo mucho. - Intentaste sonreír brillantemente como ellos.

- ¡Vamos a comer pastel! - Por alguna razón, sabías que Jay diría eso.

- ¡Celebremos tu diversión, Sunoo!

Lo miraste fijamente. - ¿Eh...?

¿Acaso Jungwon había sido contagiado por las ocurrencias de Jay?

- Además, es tu cumpleaños. ¡El pastel es obligatorio! ¡Vamos! ¡Vamos!

Jay tomó tu mano y se dirigió hacia la pastelería que tanto amaba mientras Jungwon los seguía. Sin embargo, a diferencia de Jay, recordaste que Niki tenía más delicadeza con su impaciencia y emoción por jalarte hacia una tienda con poca fuerza. Pero, la gentil alegría de Jay contrastaba bastante con el ardiente entusiasmo de Niki.

Pronto te encontrabas sentado en una mesa con numerosas rebanadas de pastel, un par de parfaits bañados con salsa de cereza, y un Jay sonriente. Mientras que Jungwon se preguntaba si serían capaces de comer todo eso.

Definitivamente no era el almuerzo más convencional que hayas tenido.

Debe haber gastado mucho de su dinero para comprar todo esto...

- Eh... hyung, no tenías que pedir tantos. - Le dijiste al rubio incluso cuando ya era muy tarde.

- Opino lo mismo Jay hyung, son demasiados. - Dijo Jungwon.

- Lo sé~ - Rascó su mejilla con un dedo. - Pero, ¿no quieren probarlos todos?

- En realidad... no... - Hubieras estado más que contento con una rebanada de pastel de fresa.

- ¡Deberían! ¿Qué tal si dejan de hacerlos mañana? ¡Así ya nunca sabrán cómo saben! - Articuló alegremente, como si los pasteles fueran lo más importante en el mundo.

Luego pensaste que, tal vez en el mundo de Jay, la comida era lo más importante del mundo.

La comida y Jungwon.

- Aunque no sepa rico, al menos lo probaste, ¿no?

- ... Supongo. - No tenías una respuesta apropiada a su pregunta.

- ¡Comamos! - Gritó Jay más que emociondo. Jungwon se dejó llevar al verlo tan feliz.

Y, así, tu batalla contra toda esa azúcar comenzó.

En el momento que terminaste el último pedazo de pastel de caramelo fundido, pudiste sentir que engordaste innumerables kilogramos.

Gruñiste, derrotado.

Luego viste a tu compañero, que probablemente comió el doble que tú y gruñiste de nuevo.

Jay no parecía como si hubiera comido una mesa entera de pastel y helado. Jungwon en cambio parecía que estaba a punto de desmayarse por tanto azúcar.

- Creo que comí demasiado... - Fue lo único que dijiste.

- Pero está bien, ¿cierto? - Respondió Jay, sonriendo. - ¡Teníamos que probarlos todos! ¡Ahora ya sabes que escoger la próxima vez, Sunoo!

No voy a comer por una semana...

- Por cierto. - Repentinamente habló Jungwon. - Feliz cumpleaños Sunoo.

- ¡Oh cierto! - Parecía que la comida hizo que Jay olvidara por qué estaban ahí. - ¡Feliz cumpleaños Sunoo-shi!

Parpadeaste cuando Jay te mostraba una libreta violentamente decorada. Lindas pegatinas, mini-pompones y marcos pequeños cubrían la dura tapa del cuaderno azul cielo. Diferentes letras en foamy de colores escribían tu nombre en la portada.

- ¿Una libreta? - Decías mientras tomabas el regalo de las manos del rubio. Sin embargo Jungwon fue el que comenzó a explicar.

- Como Niki y Jay perdieron tu otra libreta, decidieron regalarte esta. Todos sabemos que te gusta escribir notas en libretas. Incluso puedes usarla como un diario.

Curioso, abriste la libreta.

Ya había algunos garabatos en la cubierta interna...

- ¡Los zorros están ahí para inspirarte, Sunoo! Jake ayudó a dibujarlos. - Jay exclamó inmediatamente.

- Si, si... - No hiciste nada más que sonreír a pesar de tu exaltación.

Era Jay después de todo.

- Gracias Jay, Jungwon. Disfruté este tiempo con ustedes.

Los nombrados sonrieron.

- ¡Oh, si, Sunoo! Niki dijo que presionaras Play cuando termináramos de comer pastel.


(💌)

Sunoo caminando en una acera ligeramente sombreada, oliendo el ramo de flores con una sonrisa serena en su rostro. - Si tan sólo fueran rosas...

(💌)

play ; sunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora