Shot.

58 6 2
                                    

"-Tomaré el disparo por ti.
Haré un escudo para ti.
Seré valiente..."

Eran las tres de la madrugada cuando Omar abrió el refrigerador buscando algo para picar. Desde que había comenzado la cuarentena se quedaba despierto hasta muy tarde hablando con sus amigos en el grupo de Twitter que tenían, enviándose memes, y conversando toda la noche en general.

Antes de prepararse una chocolatada, observo la barrita energética que se encontraba tras la leche, y recordó a Aron. No le había enviado ningún mensaje luego de haberlo visto en el parque. Su cumpleaños se acercaba, básicamente se encontraba a la vuelta de la esquina, y solo a dos días de diferencia con el de Omar. Al menos podría invitarlo a tomar algo en su casa ya que los bares se encontraban cerrados.

Aunque nada le aseguraba que Aron no tuviese otros planes, ¿Y por qué iba a querer pasar su cumpleaños con Omar? Apenas y mantenían contacto. No se tenían tanta confianza, y eso es raro para gente que realizaba escenas de beso y sexo para Netflix.
Pero no perdía nada con intentarlo.

📲: Camaron.

💬: Oye
💬: tienes algún número de intoxicación?

💬: Joder Omar, que son las tres de la mañana.
💬: No te la tenías que comer, era simbólica...

El moreno le sonrió a la pantalla del móvil mientras se bebía su chocolatada. Se sentó en un silla de la cocina a seguir charlando, mientras acaricaba a su gata: el animal yacía estirado sobre la madera, y se puso boca arriba cuando Omar le puso las manos en su lomo.

💬: Jajfjajd noo, que es broma hombre
💬: Solo quería molestarte un rato
💬: Quien no se queda despierto hasta tarde en cuarentena?

💬: A mí sí me gusta disfrutar del día la verdad.
💬: Bromeo, me gusta dormir

💬: Te puedo llamar? Estoy un poco aburrido

💬: Pues claro, ya ni quería volver a dormirme.

Terminando su chocolatada, Omar se levantó de la mesa y fué directo a su habitación. Se acostó y llamó a Aron, este parecía haber espabilado de inmediato. Si bien su voz se encontraba un poco ronca, cansada, y bostezaba una que otra vez, parecía tener ganas de hablar.

-Yo te escucho, cierro mis ojos pero te escucho...

Omar cerró sus ojos y junto las manos sobre su pecho, no sin antes colocar el teléfono en altavoz.
Y así se quedó con Aron, mientras se contaban cosas triviales, pero no se quedaban sin tema de conversación.

-¿Has leído "La chica del tren"? Creo que podría gustarte.

-Hace mucho tiempo perdí el hábito de la lectura, Aron... ¿De que va?

-Pues, de una chica que siempre observa a una pareja cuando viaja en el tren, siempre en el mismo. Y comienza a obsesionarse con ellos.
Hm... Me parece que tiene película.

-¿Y es un libro largo? Me gustaría leerlo, pero no me puedo concentrar.

-Pues, masomenos, yo me lo terminé en dos días.

Algo que le sorprendió mucho a Omar, era la nueva faceta que estaba conociendo de Aron. Si bien era un chico que disfrutaba salir de fiesta, también le gustaba mucho leer. Esa cualidad lo hacía mucho más atractivo. Debió haberlo notado antes en su léxico, como siempre salía con una nueva palabra que le obligaba a preguntar que era, o bien, simplemente admirarle en silencio.

-De seguro es un libro triste, me gustan las cosas tristes, la música triste, Lana del Rey por ejemplo, ¿La has escuchado?

-Creo que he escuchado un poco de ella, aunque no mucho. ¿Que canción me recomiendas?

-Ultimamente he estado escuchando Doin' Time. Es un cover, claro que la versión de Sublime es excelente, pero la de Lana le hace justicia.

-¿Y, es tu cantante favorita?

Omar no quería explayarse mucho hablando sobre el tema, era esa clase de personas a las que se le suelta la lengua cuando comienzan a hablar de algo que les apasiona tanto, en este caso, Lana del Rey. La escuchaba desde hace muchos años, y estaba seguro de que sería la única persona que escucharía hasta el día de su muerte.

-Creo que es un poco de amor y odio con ella, Aron.

-¿Y por qué?

-Me gustan sus primeros discos, son filtrados, bueno, los publicó pero luego los borró. Supongo que no quiso que eso la represente más. Siento que está cambiando, ya no es como antes. Pero aún así, seguiré escuchando todo lo que saque.

-Eres esa persona que extraña lo que su pareja era, no lo que es.

Le había volado la cabeza, jamás había podido expresar lo que a veces le pasaba con palabras. Y no se refería solo a la música, Omar siempre había tenido problemas para soltar el pasado, siempre tuvo esa especie de melancolía interna que le provocaba la nostalgia. De vez en cuando, incluso volvía a escuchar esas canciones, y volver a ver esas fotos del pasado. Todo lo que le hiciera recordar al tiempo donde su madre vivía.

-Supongo que lo soy, ahora tú deberías recomendarme alguna canción. De tu cantante o banda favoritos, no creo que escuches solo trap.

-Me gusta mucho shot, de The Rasmus, y la verdad es que la letra me recuerda un poco a tí. Tiendes a ser un poco fatalista, supongo que me gusta. Jamás te vi de esa forma.

Omar colocó la canción en su laptop mientras seguía en llamada. Y con Aron del otro lado, escucharon juntos la canción. Y no volvieron a hablar hasta que había finalizado.

-No conocía esta faceta tuya, te gusta la música emo. Pero me gusta mucho esta canción, estoy casi seguro de que la estaré escuchando todo el tiempo hasta que me harte de ella.

-Y luego deberías escuchar Keep your heart broken, esa es buenísima.

-La escucharé, pero shot me gustó mucho.

Se quedaron en silencio unos momentos, al observar la hora, ya se habían hecho las siete.

-Que tarde es Aron, mañana no me podré despertar, seguro duermo todo el día.

-¿Tenías algún compromiso importante para mañana?

-Pues, no, pero, oye... Se me olvidó preguntarte algo.

-Dime.

-Mañana, o bueno, técnicamente pasado mañana... Que tendría que ser hoy porque ya amaneció pero para mí no es hoy hasta que me duermo y me despierto. Es tu cumpleaños, estaba pensando si querías venir a merendar o algo. O quizá ibas a ir a otro lado.

-No, me gusta la idea, aunque tendré que fijarme mí agenda...

Omar no dijo nada, notó el tono burlón en sus palabras, sin dudas lo daba por hecho, seguramente sí iría.

-Te voy a hacer un pastel.

-Vamonos a dormir...

-Bueno, vamos.

Dejaron la llamada allí, por si alguno quería decir antes hasta que se durmieran.
Pasó un rato hasta que Omar se quedó dormido. Le extrañaba que luego de dos años de tres años de conocerse, jamás habían hablado tanto como esa noche. Ya no quería perderse de la interesante persona que era Aron, conocerle más y más se volvía cada vez una misión para el moreno.

Souvenir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora