UNO

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— Llama solo cuando sea realmente importante, conduce con cuidado y mira siempre hacia delante... — mi mamá hablaba sin parar mientras me besaba en la mejilla una y otra vez.

No era extraño, ya que no salgo mucho y es la segunda vez que voy a casa de mis abuelos, mi abuelo sufrió una caída y eso causo que se rompiera la pierna así que debía cuidarlo y trabajar por él, la abuela era demasiado mayor para seguir trabajando.

Mis padres se despidieron de mi nuevamente al verme dentro del auto y apunto de irme.

— ¿Llevas tu inhalador?— exclamo mamá alterada.

Asentí — Mamá, llevo absolutamente todo. Tranquila.

— Ve con cuidado — sonrió mi padre.

Lo ultimo que pude escuchar fue un "Te amamos" por parte de ellos. Era algo molesto a veces, eran tan protectores conmigo. Pero era para mi bien. ¿No?.

Las horas pasaban, el sol comenzaba a dar sus últimos rayos de luz. Estaba cerca, ya que los grandes y espaciosos campos se hacían presentes. Era algo que me encantaba de visitar a mis abuelos, lo único malo es que no hay señal y eso quiere decir... No teléfono.

— Veamos — me estacione.

Mire el mapa, mi padre había marcado la dirección exacta. Así que no había mucho problema, si, ya había venido antes pero es complicado muchas veces encontrar la granja de los abuelos.

Suspire apretando las manos en el volante para seguir en el camino, mi mente estaba tan distraída que por un momento no preste atención a nada. Hasta que un perro se atravesó por la carretera.

— ¡Diablos! — grite y detuve el auto en seco.

El perro ni siquiera se inmutó, yo aun seguía con mi respiración agitada y apretando con fuerza el volante. Apague el auto y me baje, me acerque a el perro quien parecía estar feliz.

—¡Toby! — gritaron.

Levante la mirada al escuchar esa voz masculina, me asuste por un momento ¿Y si era una trampa para ser secuestrada?.

Mire al chico quien venia corriendo con la correa del perro, su cabello oscuro, su sonrisa amplia y perfecta, pero algo había en el que me llamo más la atención, y eran sus hermosos y notables ojos verdes.

— ¡Oh por Dios! — exclamo — ¿Estas bien Toby? — acaricio al perro.

— Ah... ¿Hola? — alce la ceja.

Volteo a verme — ¿Eres tu la que casi atropella a Toby?.

— Estoy bien, gracias — sonreí falsamente.

— Deberías manejar con más cuidado — se atrevió a decir.

—¿Disculpa? ¡Tu deberías cuidar bien a tu perro! — exclame frustrada.

— Okey — sonrió mientras se levantaba, vaya si que era alto — Prometo no dejar que mi perro corra por las calles si tu prometes no manejar como loca.

Abrí un poco la boca impresionada, de verdad que este chico tenía agallas. Yo no manejo como loca ¿O si?.

— ¿Ibas a algún lugar? — pregunto el chico poniendo la correa al perro.

Pase mi mano por la nuca — Voy a la casa de los Señores Patterson.

Suspiro — ¿Los conoces?.

— ¿Tu los conoces?.

—Los he mirado pero se donde viven. Quizá pueda ayudarte a llegar— se encogió de hombros.

— Por favor, no subiré a un extraño a mi auto con su... perro.

— Lo siento — estiro su brazo — Aidan Gallagher.

— Para ser un chico de campo tienes un nombre muy de ciudad. ____________ Patterson. Y olvídalo, llegare sola.

Me aleje de él y subí al auto. Lo encendí y avance un poco, aun sentía la mirada de Aidan sobre mi tan pesada, comenzaba a asustarme.

Me detuve en seco nuevamente. Bufé. De alguna forma tengo que morir.

— Sube al auto.


Eyes Green || Aidan Gallagher Y Tu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora