Robin se muda a Forks tras la muerte de su madre adoptiva Charlotte Swan hermana de Charlie Swan.
Que pasara cuando Robin Swan conozca a tres hermosas rubias de las cuales queda enamorada al verlas...
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Robin se encontraba sola en la casa Denali ya que no tenia nada que hacer, ya habían arreglado el tema de la Universidad y todos se encontraban cazando por lo que la ojiverde se estaba aburriendo, luego de observar el bosque a través de la ventana por algunos minutos, Robin decidió ir al bosque a pesar de que le advirtieron no entrar porque era peligroso y Robin no se aguantó las ganas de ir.
Tomo un abrigo y salió de la caza con dirección al bosque nevado, camino por varios minutos sin alejarse mucho para no perderse, el bosque era bastante bonito y calmado, pero la calma se fue cuando Robin escucho pasos acercarse a ella, de un momento a otro Robin estaba contra un árbol.
– ¡Maldita sea! – Dijo Robin enojada y asustada – me vas a matar de un infarto
– te dijimos que el bosque es peligroso – Irina tenia a Robin contra un árbol – me asuste cuando entre a la casa y no estabas – Irina beso los labios de Robin sorprendiendo a esta – no lo vuelvas a hacer
– lo siento – dijo Robin mientras le plantaba un beso dulce a Irina – solo me aburrí y quería ver el bosque – Explico Robin
– Esta bien – Irina se separo de Robin y dejo salir un suspiro – si quieres venir puedes pedírmelo y te traeré así podrás ver el bosque sin estar en peligro – Robin sonrió felizmente y beso a Irina.
Irina tomo la cintura de Robin y la pego mas a ella, las manos de Irina se colaron bajo la camisa de Robin haciendo que esta se estremeciera ante el contacto frió de su compañera, un suspiro salió de Robin cuando Irina mordió su labio inferior sin hacerle daño, Irina pego a Robin en un árbol con algo de fuerza haciendo que la nieve que este tenia cayera encima de ellas.
Robin comenzó a reír al ver a Irina cubierta de nieve – tienes... tienes un poco de nieve en el cabello – dijo Robin mientras reía
Irina rodo los ojos divertida – deberías de verte a ti – Irina puso su mano en la cabeza de La pelinegra revolviendo su cabello para que la nieve se cayera.
– Gracias – Dijo Robin con una enorme sonrisa
– mejor volvamos dentro – Irina tomo la mano de Robin – Tanya y Kate ya debieron de haber regresado de cazar
Las dos comenzaron a caminar hacia la casa – Irina, te puedo preguntar algo
– Claro – respondió con una sonrisa de lado
– Todavía... necesitas mas tiempo o – Robin no pudo seguir hablando ya que Irina la silencio con un beso
– ya no mas tiempo – susurro en sus labios – eres mi compañera, siento haber tardado tanto en asimilar todo
– no te preocupes – Robin nego con la cabeza
Robin e Irina regresaron caminando hacia la casa mientras hablaban de cualquier cosa, cuando entraron a la casa el buen ambiente se fue ya que cuando los ojos verdes de Robin se toparon con los Dorados de Kate y Tanya sintió como estas la miraban enojadas.
– ¿donde estabas? – La primera en hablar fue Tanya
– en el bosque – respondió – ¿por que están tan enojadas?
– saliste - dijo Kate – ni siquiera nos dijiste y te fuiste sola
– ¿no puedo salir sola? – Pregunto Robin – ya no soy una niña, puedo salir sin tener que pedirles permiso – Robin dejo salir un suspiro – son muy posesivas
– los Vampiros somos posesivos con nuestros compañeros – aclaro Irina
– si puedes salir – dijo Tanya mas calmada – solo nos preocupamos cuando nos dimos cuenta que no estabas
– Bueno yo me ire a mi habitación – dijo Robin dandole un beso a Irina – y tratare de informales cuando quiera salir para que no se preocupen – Robin se acerco a Tanya y le dio un beso corto – Vamos... no estes enojada – dijo Robin cuando llego frente a Kate, esta se inclino y beso los labios de Robin.
– lo siento – susurro Kate sobre los labios de Robin – solo me preocupe.
– no pasa nada – dijo Robin besando brevemente los labios de Kate, para luego ir a su habitación.
Robin se quedo en su habitación leyendo y escuchando musica y luego decidió darse un baño, cuando salió de este comenzó a cambiarse, cuando Robin estaba por ponerse la camisa escucho como abrían la puerta de su habitación para luego cerrarla, Robin estaba por darse la vuelta para ver quien era, pero unos brazos la abrazaron por la espalda impidiendo que volteara, Robin sintió los brazos fríos alrededor de su cintura descubierta logrando que un escalofrío la recorriera de pies a cabeza.
– ¿que se supone que haces? – pregunto Robin con una sonrisa y un poco sonrojada cuando sintió como le dejaban un beso en el cuello
– Kate me conto de las cicatrices – Murmuro mientras besaba las cicatrices que estaban en la espalda de Robin
– Tanya... – Suspiro Robin por los besos que esta dejaba en su espalda
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