Patrick es un hombre que desde su juventud soñaba con el placer, su vida era así y estaba feliz con ello, un día decide sentar cabeza, con una hermosa mujer y su pequeño hijo, el cual años más tardes se convertiría en su pequeño pecado.
- No es M-Pr...
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Patrick
Despierto al sentir a alguien observándome. Y me encuentro con Harry mirándome, cuando se da cuenta que he despertado voltea la mirada y veo que se enrojece para después terminar saliendo de la tienda.
Y entiendo el porqué de su reacción. Me ha tenido que ver la erección marcada en el bóxer, pienso que no es para tanto, pero entiendo que quizá no se siente en total confianza conmigo y por eso se puso de esa forma.
Me acomodo el bulto, y las ganas de darme un poco de placer me llenan por completo, pero lo descarto y prosigo a ponerme un short y una camiseta sin mangas. Salgo de la tienda con la erección ya bajada y veo a Harry sentado sobre un tronco arrojando piedras al aire.
— Buen día.
Le digo y pienso si decir algo sobre lo anteriormente visto o si omitirlo.
— Igualmente, Patrick. — Responde y me decido por la segunda opción.
— Hoy habrá actividades grupales organizadas por el sitio. Así que desayunaremos algo e iremos con el resto.
El asiente.
º º º
Regresamos cuando el sol estaba cayendo en el horizonte, estaba totalmente empapado en sudor, las actividades fueron más agotadoras de lo que creí. Desde juegos de azar hasta juegos como andar en bicicleta y remar por el lago más grande del sitio.
— No creo poder dormir así. Iré al lago a darme un baño. ¿Vienes?
— No creo. — Responde y asiento. Tomo un short y me voy.
Camino hasta el lago y veo que estoy solo, así que me saco la ropa, dudo en si estaría bien quitarme la ropa interior o no, pero al final lo hago. No hay nadie, y si viene alguien, no creo que haya problema alguno.
Entro al agua y comienzo a limpiarme el sudor del cuerpo, nado un poco y dejo que el agua calme mis tensos músculos. Siento mi miembro ponerse duro y salgo un poco del agua, comienzo a frotar mi mano sobre el suavemente y comienzo a aumentar la intensidad.
Siento gran satisfacción, ahogo algunos gemidos y sigo aumentando la velocidad. Paro y juego con el prepucio, deslizando mis dedos sobre la cabeza dándome sobadas, con mi otra mano rasco mis bolas y vuelvo a tomar el ritmo de las sacudidas. Cuando estoy a unos segundos de llegar al clímax, escucho sonidos de ramas crujiendo, me tenso en mi sitio y noto que es Harry que viene llegando.
Me detengo y vuelvo al agua para ocultar mi erección de su vista.
— Creí que no vendrías.
— Y no lo haría, pero me sentí incomodo por la suciedad así que vine.
