Sick love ~ Renga (Reki x Langa)

Cap 1: Tu puedes Reki

La tarde estaba tranquila, aunque aún el sol seguía plantado en el cielo, no faltaba mucho para que comenzara a bajar

"El atardecer se verá bonito" pensó Reki

Metió su mano libre en su bolsillo mientras caminaba, la otra se mantenía balanceando una bolsa donde llevaba diferentes bocadillos, sopa medicinal que hizo su mamá y cosas que pudieran entretener a Langa.

Langa estaba enfermo, al parecer había despertado sintiéndose mal, por lo que no había podido asistir a la escuela.
El pelirrojo al no ver a su mejor amigo toda la mañana hizo que se preocupara, pero poco después de la hora de salida la mamá de Langa lo llamó explicándole su paradero.

Había ido justo después de la llamada a comprar cosas para su amigo mientras su mamá le hacía el favor de prepararle sopa ,aunque por lo mismo no lo dejó irse en patineta, ya que tenía miedo de que derramara su creación, lo cual tenía sentido.

Dentro de poco tiempo se encontraba enfrente de la casa de Langa, aunque había venido incontables veces a lo largo de los años, por alguna razón Reki se sentía nervioso.

La mamá de Langa era muy amable y lo dejo pasar enseguida, tomo la sopa para calentarla y le instruyo que su hijo se encontraba acostado en su cuarto, sin pensarlo reki se dirigió hacia ahí.

"Toc toc" dijo reki en voz baja mientras abría la puerta de su amigo, inspeccionando su interior, su habitación se encontraba a oscuras. El aroma de Langa se coló por su nariz, a Reki secretamente le gustaba ese olor, como a frescura, menta y lavanda, lo aspiro suave dejando que lo inundara. Todo se encontraba ordenado, pero pudo ver el bulto que sobresalía de la cama en la esquina y una que otra camisa tirada en el suelo.

"Mhhm" gruñó Langa adormecido, como si el mínimo sonido hiciera que su cabeza doliera.

El pelirrojo río fuerte, cerrando la puerta y acercándose al bulto.

"Oi, ¿ya te moriste?"

El de pelo azul hizo una pequeña abertura de entre sus cobijas dejando ver sus ojos, miro hacia arriba y sonrió de lado, sin controlarlo hasta sus ojos comenzaron a brillar dejando atrás su enferma condición.

"Reki esta aquí" dijo suave sin moverse mucho con un tono apagado pero entusiasmado al mismo tiempo, Reki sonrió, nunca lo había visto así de enfermo y le parecía graciosisimo.

"Traje varias cosas para hacerte sentir mejor, igual mi mamá hizo su sopa especial"

"¡Ah! Tu mamá no debió de molestarse" dijo apenado. Cuando salió de su escondite, Reki pudo verlo mejor. Langa solo traía unos pants grises con el pecho descubierto, su pelo estaba desordenado y su rostro y pecho estaban sonrojados, se veía adorable, pero al mismo tiempo los pensamientos del pelirrojo se fueron a otro lado...

Reki no pudo evitar echarle un vistazo a su torso descubierto, su espalda había crecido mucho en los últimos años, y sin pensarlo lo miro más de lo normal. Trago fuerte mientras se imaginaba lo caliente que su piel se sentiría al tacto, incluso con las múltiples cicatrices fantasmas que cubrían sus brazos gracias al skate solo lo hacían verse más genial. Su cintura es tan pequeña, pensó, pero al mismo tiempo su complexión intimida a cualquier chico, será por lo atlético que es...

"¿Reki?" Langa lo miro confundido ya que se había quedado quieto, el chico salto un poco sorprendido soltando un yelp chillón y sus mejillas se sonrojaron al instante.

"Err...¡de verdad no te preocupes! Ya sabes que mi mamá ya te ve como un segundo hijo, traje muchas cosas, mira" dejó caer los contenidos de su bolsa en el escritorio de langa; algunas golosinas, bebidas, una cartita de las hermanas gemelas de Reki deseándole que se recuperara pronto, algunas de sus mini patinetas y un manga que había disfrutado, pensó que si langa va a estar algún tiempo descansando podría interesarle leer algo divertido.

"Vamos hombre, regresa a acostarte, en cualquier momento te me vas para atrás y no quiero explicarle a tu madre porque deje que su hijo sufriera una contusión" dijo Reki sin mirarlo a los ojos dramático apuntando hacia su cama desordenada.

El ojiazul dio pasos lentos balanceándose de un lado para otro y se desplomó en su cama de nuevo.

Reki llevo consigo una banda de gel fría y se sentó en la esquina de la cama esperando a que su amigo se acomodara.

"Te sentirás bien dentro de poco" tomo la banda y la coloco cuidadoso en la frente de langa, esperando que esto lo hiciera sentir mejor, dios, su aroma es incluso más intenso cuando pasa tanto tiempo encerrado, lo estaba volviendo loco, "iré por la sopa" antes de que pudiera levantarse del todo sintió las manos de langa sostener su brazo.

"Reki...no-" tosió un poco "no te vayas..."

El pelirrojo pudo sentir su rostro calentarse, las manos de langa serpentearon más y más cerca de su hombro haciéndolo temblar internamente

"¡Ahhh! Solo será un momento, vuelvo enseguida" como pudo se desató de su agarre y casi corriendo salió de la habitación. Al salir se recargó en la puerta de su amigo, sintió como su corazón latía fuerte y tragó saliva sonoramente. Tuvo que concentrarse para no dejar que sus piernas se volvieran gelatina y calera desplomado ahí mismo en el pasillo.

¿Porque me pongo así? Pensó Reki sacudiendo su cabeza, hasta hace poco el tacto de langa se había vuelto aún más intenso, como si le quemara...pero no era un sentimiento desagradable. Ya tenía años de reconocer que tenía un fuerte crush por su mejor amigo, pero por el miedo de que Langa le pareciera horroroso se lo guardo en lo más recóndito de su corazón, dolía, si, pero prefería tener las cosas como están a perderlo.

"¡Ah! Reki cariño ya va a estar la sopa" escucho a la mamá de langa asomarse al pasillo con una gran sonrisa.

"No se si langa ya te contó, pero mañana regresaré a Canadá para hacer unos pendientes de trabajo" continuó la señora sonriendo mientras servía la sopa caliente a un plato ondo.

"Hu, ¡si me lo menciono hace unos días! Pero no sabía que ya era oficial" Reki le regreso la sonrisa mientras se sentaba en la mesa a esperar la comida de su amigo.

"Si...aunque ahora que langa se enfermó me tiene preocupada" se podía notar en su voz que de verdad estaba triste, de por si a de ser difícil para ella dejarlo solo y ahora que está en este estado debe de ser peor, pensó Reki.

"¿Será que podrías venir a cuidarlo por unos días? Les dejaré comida, dinero ¡y todo lo que necesitan! Incluso puedes quedarte a dormir si gustas"

"Claro que si" Dijo el pelirrojo sin pensarlo dos veces, langa y su madre se habían vuelto parte de su familia y cualquier cosa en que pueda ayudarlos, lo hará.

"Mil gracias Reki, de verdad te lo agradezco mucho, tan solo será una semana, ¡volveré lo más rápido posible!" La mamá de langa confiaba plenamente en que Reki se encargaría de el, ya que ella internamente sabía que los dos chicos además de ser los mejores amigos, tenían sentimientos algo más profundos por el otro...

"Cuidaré bien de el, no se preocupe" le afirmó, Reki estaba decidido en recuperar a su mejor amigo de su fiebre, incluso si tenía que quedarse toda la noche aquí con el para asegurarse de ello, aunque por dentro otra sensación y corazón estuvieran brincando sin piedad al pensamiento de estar solo en su casa con langa, ¿emoción? No, si tan solo es su mejor amigo.