Prólogo.

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Mi crush se mudaba a Canadá por dos años. A ver no está tan mal, o sea es el país de Shawn Mendes y Justin Bieber. ¿A quien quiero engañar? Lo extrañaría demasiado. Allen Marshall más que mi crush era uno de mis mejores amigos, y tenía miedo de lo que pudiese pasar. ¿Seríamos capaces de conservar nuestra amistad a través de tanta distancia?
Me encontraba llorando en la casa del árbol de la parte trasera de la casa de mis abuelos viendo viejas fotografías nuestras de cuando éramos niños, Allen, Rainn y Blue contra el mundo. Cada página del viejo álbum de fotografías que pasaba me hacía sollozar un poco más y si le sumamos el polvo que había en estas cajas llenas de fotos viejas, pues es un plus.
Un Allen despeinado se asomaba por la entrada de la vieja casa del árbol y me dedicaba una mirada como pidiendo permiso para entrar. Solo asentí con lo cabeza y se sentó a mi lado en silencio a la vez que se puso a observar el álbum de fotos en mis manos. Luego de lo que fueron aproximadamente diez minutos de absoluto silencio reuní el coraje y hablé:

—¿Te vas a ir?—interrogué pero creo que fue más para convencerme a mi misma de que era cierto.

—Si—bajó la cabeza con pesar y la voz casi rota— lo siento azulita.

Volvió a disculparse y para ser honesta, eso me hacía sentir mucho peor, no quería que se sintiera culpable por algo tan hermoso como apoyar a su familia en una etapa nueva e importante para ellos.

—No es tu culpa, tienes que estar con tus padres.—tomé su mano y le di un leve apretón en señal de apoyo.

Mirábamos nuestras manos entrelazadas y apoyé mi cabeza en su hombro mientras él jugaba con nuestros dedos, nos refugiamos en un silencio cómodo mientras nos dábamos calma al otro.

—No será por siempre, solo serán dos años Blue, prometo que volveré.—dijo rompiendo el silencio y mirando directo a mis ojos.

—Entonces está bien, esperaré.—dije asintiendo levemente con una sonrisa que no llegaba a mis ojos.

—¿Me esperarías?—preguntó con lo que en su voz parecía ilusión y anhelo.

—Si, digo, a ver somos amigos, supongo que todos te esperaremos—Ay dios, debo controlar más mi lengua delante de él, no puedo dejar que lo note.

—Sabes que no me refiero a eso.—me dedicó esa sonrisa torcida que activaba mi modo "yes daddy"

—Marshall, no lo compliques por favor —le dije negando y bajando la mirada hacia nuestras manos aun entrelazadas.
No me mal interpreten, me gusta Allen, demasiado como para no decirlo, pero ¿que iba a ganar diciéndolo? Nuestra amistad se vería arruinada y no quería arriesgarme a caer demasiado y luego nos hiciéramos daño al otro.

—¿Por qué no quieres hablar de tus sentimientos?—me pregunta un poco irritado. De acuerdo, como que nos estamos alterando de más.

—¿Yo? ¡Llevo demasiado tiempo esperando a que tu hables de los tuyos!—sip, esa soy yo alterada, creo que no saldrá algo bien de esta discusión.

—¡Lo estoy haciendo ahora Blue!—se levantó de golpe gesticulando con sus manos en señal de frustración.

—¿Cuando estas a menos de 24 horas de tomar un avión a Canadá? ¡Tienes que estar bromeando!—contraataque yo levantado mi voz con un leve nivel de sarcasmo.

Y así sin más, Allen Marshall al parecer no poder refutar mi argumento tomó mis mejillas con sus dos manos y unió nuestros labios en lo que se siente como un beso desesperado, anhelante pero a la vez tan dulce y lleno de emociones. Mi corazón solo no podía parar de golpear contra mi pecho, cualquiera pensaría que está a punto de salirse de él.
Se alejó suavemente y unimos nuestras frentes entre respiraciones entre cortadas solo  sentía pequeñas lágrimas de tristeza caer por mis mejillas, ¿acaso había mencionado ya lo susceptible que puedo llegar a ser?

—Lo siento, soy un tonto.—fue lo primero que dijo el rubio luego de robar mi primer beso, aunque no lo llamaría robar si lo disfrute demasiado.

—Si, lo eres.—le dediqué una sonrisa de pena y me alejé suavemente.

—Blue...—intentó tomar mis manos pero me alejé suavemente.

—No podemos hacer promesas Allen, son dos años, es incierto lo que vaya a pasar.

—Entonces toma esta promesa, volveré Blue Willow y cuando regrese voy a enamorarte.—dijo inesperadamente y me atrajo hasta su pecho en un abrazo cargado de necesidad.

—Oye Allen, dice tu madre que vayas con ella un momento a ver unas cosas con respecto a la mudanza.—gritaba mi hermano desde abajo en el patio.

—¡Ya voy!—devolvió Allen en un grito a Rainn como respuesta y se alejo lentamente.

—Hablemos esta noche, en el lugar secreto.

—De acuerdo—asentí sonriendo—¡Ve! No hagas esperar a tu mamá.

Y así salió de mi casa del árbol no sin antes dedicarme una última sonrisa.

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En la noche,luego de cenar con mis abuelos y que ellos se quedaran viendo la novela, pedí permiso y salí de la casa no sin antes prometer regresar antes de las diez.

Me coloqué la capa de mi abrigo, tomé las llaves y el teléfono y salí rumbo al lugar secreto, el cual era el tobogán del parque a dos cuadras de nuestras casas.

Esta noche habría terminado de manera diferente, tal vez habría considerado aceptar la promesa de Allen si no estuviera metiéndole la lengua hasta la garganta a Rebel Green, en ese entonces mi mejor amiga. Por esto no debemos prometer nada, si así fue a menos de unos metros de mi, no me imaginaba a kilómetros de distancia.

Así que solamente me limité y dí la vuelta, y no miré hacia atrás con lágrimas de decepción en mis ojos. Al otro día simplemente sonreí, lo envié sutilmente a la friendzone y le di un abrazo de despedida.

De todas formas ¿que iba a saber yo del amor a los dieciséis?.

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N/A
Hola personita bonita que está leyendo esto, honestamente me encuentro muy agradecida de que te encuentres aquí y le estés dando una oportunidad a esta historia que le estoy poniendo mi mayor empeño y corazón para que sea de tu agrado. Si después de leer el prólogo, la trama ha llamado tu curiosidad y decides quedarte, mil veces gracias. Y aunque se que no estoy en posición de pedir nada, si lo que lees es de tu agrado agradecería que le des tu voto y comentes la historia, dado que es algo que me motiva a seguir escribiendo. Más adelante se irán aclarando tus dudas con respecto a cosas relacionadas con la historia. Luego de esto sólo me queda desearte una buena lectura, que lo disfrutes y Dios te bendiga.
                  Anabell  Zorzano.

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