1.Hogar, dulce hogar.

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Capítulo 1 — Hogar Dulce Hogar.

Allen Marshall.

No podía creer que estaba de regreso, todo se veía tan familiar. Saqué la cabeza por la ventanilla del coche imitando a nuestra mascota Troya; una Pitbull de 3 años, mientras la brisa golpeaba mi rostro y me abrazaba el mismo fresco húmedo de mi ciudad natal. Papá conducía mirando al frente con una sonrisa de bobo al escuchar a mi pequeña hermana y a mamá cantar "22" de Taylor Swift a todo pulmón a la vez que lo hace la radio, y de vez en cuando les hace los coros. Era muy gracioso verlos así, mi familia es la mejor de todas. Con una sonrisa empecé a gritar junto a mi hermana el coro de la canción:

I don't know about you, but I'm feeling 22

haciendo más ameno el camino de regreso a casa, llegado un punto papá se unió también a nosotros.

∴━━━✿━━━∴

Hogar dulce hogar.

Todo estaba como lo recordaba, el señor Willow ha hecho un gran trabajo hasta ahora manteniendo nuestro jardín tan hermoso como siempre. Empecé a bajar las cajas del maletero, y ya estando la última en el suelo me incorporé en posición vertical y dirigí mi mirada hacia el patio frontal de los Willow donde estaba un descalzo Rainn jugando a la pelota y un pitbull que conozco muy bien, Atenas el hermano de nuestra mascota Troya irónico ¿no?, volteó y en cuanto sus ojos se posaron en mi su cara de sorpresa era perfecta para un meme digno de viralizarse. Se acercó corriendo hacia mí, aún descalzo y por los pequeños brincos que daba y la serie de maldiciones que no intentaba decir me daba la ligera impresión de que se estaba quemando hasta la vida. Llegó hasta mi, y se me lanzó encima:

—Allen hijo de tu Bendita madre Marshall, ¿por qué razón no me avisaste que regresabas hoy?

Sonreí empujandolo y luego acercándome a abrazarlo.

—¡Sorpresa! Yo también te extrañe hermano.

Rainn Willow, mi mejor amigo desde los 6 años cuando él y su hermana se mudaron a casa de sus abuelos por primera vez. Recuerdo a Alberto, su abuelo bajando cajas de el camión de la mudanza mientras él sostenía la mano de una pequeña niña de unos 4 años con coletas a cada lado de su cara y abrazada a un desgastado oso de peluche. Me acerqué con mi pelota y les pregunté si querían jugar, la pequeña era demasiado tímida y no hablaba en cambio Rainn me dedico una sonrisa sin un diente frontal y desde ese momento supe que seríamos los mejores amigos. Así de poético como suena, es cierto ya que en mi experiencia de los siete años no existía nada más genial que ser el mejor amigo del primer niño sin un diente de la clase.

—¿Donde están tus padres? ¿y Lila?

Preguntó apartándose de mi abrazo sonriente.

—Estaban entrando el equipaje, entra a saludar.

—¡Claro que yes!—dijo mi mejor amigo en tono jocoso.

—Ay no.

Y sin más y ni siquiera esperarme se dirigió hacia la puerta principal de la casa y entró como Pedro por su casa pavoneandose y al grito de:

—Hola Familia ¿como están? ¡Ya llego en el camión de la mudanza vuestro hijo favorito!

Y ese, damas y caballeros es mi mejor amigo, quien a los 13 años se auto proclamó hijo no legitimo de mis padres. Los padres de Rainn están algo, como decirlo... ¿Ausentes?

—¡Rainn!

Una sonriente Lila Marshall, salió corriendo y saltando encima de Rainn quien la estrechó entre sus brazos dándole un abrazo protector.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2021 ⏰

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