2- A Disfrutar Mi Corta Vida

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Bien, le dije todo a mi amigo y su reacción fue... Véanlo por si mismos.

-Eso es genial. Morirás y por fin estaré solo y feliz.- Y gracias a su horrible comentario me di cuenta de ese detalle.

Moriré, si soy humano, moriré.

Por esa razón saque a mi amigo de la mansión y fuimos a bailar, a una ciudad vampira cercana.

Lo que no pensé era qué ahora tenia sangre, cosa que mr hacia...
Un bocadillo.

No todos los vampiros son seres geniales y amables como yo, que se hacen vegetarianos por el bien común, y resumiendo, casi me comen.

Salí corriendo, pero a mitad de trayecto me cansé.

Me cansé, coño, los vampiros no se cansan.

Y tome agua.

Los vampiros no toman agua.

-Eso es porque no sos un vampiro, ya no, así que vayamos a un pueblo humano, tu te diviertes para hacer algo con tu corta vida, y yo me alimento.- Y ahí esta otra cosa molesta.

A Harben le parece graciosa la situación.

-Es que lo es. Siempre estas metido en tu extraña mente, ahora no me siento tan solo.- Bien, en un momento se quiere deshacer de mi y al otro se pone cursi, menudo estúpido.

Las vergonzoso es que me cargó mientras corría, porque solo ni en pedo llegábamos al pueblo, lejos de los chupasangre.

-No insultes a nuestra raza, tu hace poco eras como yo- Y ahí surgió una gran pregunta para mi.

-¿Porque carajo no me estas comiendo al pan?- Y se me quedo mirando.

-Ni idea.- Contesto- Por cierto llegamos.



El corazón qué revivió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora