⁽⁽ଘ( Historias SenHaku- Mundos alternos )ଓ⁾⁾

1.- Cruel final

(Mundo: Época Medieval)

¿Puedes ser capaz de perderlo todo en un solo momento...en una sola jugada?

Eso es algo que le pasó a una joven pareja...que lo perdieron todo en un solo instante...

Se perdieron a ellos.

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—Kohaku...¿Alguna vez realmente me as amado?—

—¡Ja! Si respondo eso no cambiará mi destino, lo conozco muy bien mi señor, su opinión no cambiará no importa lo que diga...¿Cierto?—

—¡Respondé!— exigió.

—¡No mi señor! Yo nunca le e amado ¿Por quien me toma para decir eso? ¡Bastardo infeliz, deja de decir estupideces!— escupió al suelo aún encadenada de pies y manos, esperando su ejecución.

¿Y quien diría que esto empezó hace solo un par de meses atrás?
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—Mi nombre es Kohaku, es un placer al fin conocerlo mi señor— se presentó formalmente la que sería la sirvienta a disposición de ese noble joven y señor de la casa, Senku Ishigami.

—El placer es mío señorita...tal como discutimos los detalles, empieza mañana al alba, nos vemos— sin más que decir se fue del lugar con una expresión seria.

—Como usted ordene...— hizo una pequeña reverencia —Mi señor...—

Después de eso Kohaku salió de esa casa, si se le podía llamar así, para mañana empezar con su trabajo como la sirvienta personal del joven de la casa y esos campos, teniendo un solo objetivo en mente, cumplir su venganza...y exterminar a cada miembro de esa familia con sus propias manos de ser necesario.

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Al día siguiente Kohaku llegó temprano para comenzar con su trabajo, se estaba alistando con la misma ropa que la mayoría de sirvientes de esa casa, cuando empezó a ver asqueada el símbolo de la familia Ishigami adornando la vestimenta, enserio los odiaba.

Tan perdida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando una de las cocineras de la casa llegó.

—Señorita, el joven requiere de su presencia— informo la encargada de la cocina.

—Ya voy señora...— se empezó a alistar más rápido, hasta ver a una niña atrás de la mujer, parecía tan linda —Disculpe la pregunta, pero...¿Quien es la niña?— pregunto acercándose a ellas.

—Su nombre es Suika, es mi hija— contesto amablemente dando a conocer a la niña.

—Hola Suika, mi nombre es Kohaku— se presentó acercándose a la pequeña con una voz y sonrisa amable.

—Suika tiene miedo, Suika cree que nunca podrá...— intento terminar con miedo, pero fue callada por su madre cubriéndole la boca con su mano.

—Espero disculpe a mí pequeña, está un poco nerviosa...— se disculpó apenada por la situación y sin más que decir se llevó a la niña cargándola, sin soltar su boca.

Kohaku extrañada solo termino de alistarse y fue donde el joven de la casa, esa mañana le dieron sus actividades diarias, así que en ese momento debía estar en un pequeño almacén por el patio trasero.Llegó en cuestión de minutos.

—Disculpe mi señor ¿Puedo pasar?— pidió permiso para ingresar con la voz más formal que pudo.

—Pase señorita— de dio permiso.

Pero apenas entró fue jalada por el joven hasta sentarla en una silla, ese chico no era nada fuerte, si no fuera por la impresión de hecho es posible que lo haya noqueado.
Al reaccionar se topó con un extraño lugar lleno de pergaminos y varias cosas raras por doquier, no entendía nada.