HIJO DE LA LUNA

01

- La piedra Uchiha -

Madara Uchiha, ese era el nombre de aquel hombre que en muchas ocasiones se pregunto cual fue el motivo de su vida.

A menudo se hacia la misma cuestión, mas aun después de la muerte de casi todos sus hermanos.

En su nombramiento como jefe del clan, especialmente en ese momento fue que la pregunta había calado en su cabeza hasta lo mas profundo de su ser, desde su juventud sabia que tomar el puesto como jefe de clan era su responsabilidad, por lo que a pesar de que era su deber jamás lo vio como motivo de vida.

Durante el tiempo de guerra mientras sus manos se manchaban de la sangre del enemigo se iba perdiendo de a poco, empezaba a creer que su motivo de vida era combatir y algún día morir a manos del enemigo, como sus enemigos lo hacían en las suyas, como sus camaradas lo hacían el las de ellos.

Madara con el tiempo se perdía de si mismo, el motivo de su vida no era combatir y morir, aquella conclusión llego junto a la muerte de su hermano, la razón de combatir y morir era su hermano al cual no quería perder, tras su muerte se dio cuenta de que ese no era el motivo de su vida.

Tiempo después de la muerte de su ultimo hermano, llego fin de la conocida guerra de clanes, la creación de Konoha y con ello la paz que el algún momento de su vida pensó que era imposible de alcanzar, en esos tiempos creyó tener la sensación de verse realizado en la vida, que equivocado estaba, con el paso del tiempo esa sensación acabo, se dio cuenta de que algo seguía faltando en su vida y a pesar de las miles de cuestiones que se hacia a si mismo jamás encontró respuesta para sus miles de preguntas.

Entonces volvió a cuestionar su motivo de vida.

Llego a la conclusión de que tenia que recordar su pasado, para encontrar aquel momento en que se pregunto el por que quería vivir, por primera vez. Tal vez si lo hacia recordaría el porque en aquel momento cuando niño si tenia un respuesta, la cual con el paso de los años a olvidado.

Al recordar su niñez encontró la respuesta que tanto ansiaba tener, una que ahora que se daba cuenta era dolorosa, pues a pesar de recordarla no podría cumplirla y por eso mismo la olvido.

La amargura que lleno su corazón y su mente lo hizo divagar mas en su mete, fue así como Madara obtuvo la posible solución a su repuesta fallida.

Madara había despertado por primera vez en toda la historia del clan Uchiha el Mangekyō Sharingan Eterno, aquellos ojos que eran la llave al candado del tesoro que lo ayudaría a cumplir sus objetivos.

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Madara se habia parado frente a la piedra Uchiha con el Mangekyō Sharingan Eterno activado mientras las lagrimas salían de sus ojos ahora rojos por el llanto, había visto y leído una y otra ves la piedra frente a el, recordó la primera ves cuando la leyó, había pensado que era un chiste.

En aquel entonces había recordado la respuesta al motivo de su vida, pero hace un año que el motivo de su vida no lo desea a el en ella y ahora lloraba con una amargura mayor a cualquier otra que haya sentido.

Cuando era pequeño y había conocido a Hashirama habían hecho una promesa para poder parar la guerra, que el dolor y la muerte que esta traía acabase, pero ahora eso ya no importaba, nada importaba ya. Se lo dejo en claro aquel día, Hashirama no lo quería en su vida.