사랑 하니까.

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Wang Yeo no paraba de preguntarse ¿Por qué él?, Era la única pregunta que permanencia en su mente la mayor parte del tiempo, más nunca encontraba una respuesta a ello.
Había pasado al rededor de 30 años al lado del Globin infantil.
30 años en los que ambos se volvieron cercanos, pendientes del uno del otro, en los que se acostumbraron a verse vagar por la casa, donde beber un par de botellas de cerveza por la noche se volvió tan común como respirar.

En los que sus sentimientos cambiaron para bien o para mal, solo sentía que era el único que le paso eso. En donde comenzó a sentir algo que no debía por Kim Shin. Esos sentimientos le torturaban y le volvían loco poco a poco. Para el esos sentimientos estaban mal, no podía aceptarlos por qué si lo hacía estaria traicionando a Ji EunTak, la novia del Globin, aquella adolescente que se gano su cariño y aprecio.
Por lo que aceptar que ama al Globin sería una traición, pero el pensar en el reencuentro de la novia y el Globin le hacía sentir una acidez en el fondo de su garganta, se sentía asfixiado con tan solo pensar en algo que aún no pasaba.

Un toque en su hombro lo saco de sus pensamientos, volteó para ver qué querían, vio una mano estirada con unos cuantos sobres, enseguida los tomo, era trabajo que debía hacer enseguida. Sin más retraso los guardo y se despidió de la persona, no recordaba el nombre del chico así que solo hizo un asentimiento antes de caminar fuera de ese lugar, perdiéndose entre las personas que caminaban tranquilamente.

Abriendo el primer sobre el malestar que ya sentía se hizo intenso, un niño,  debía recoger el alma de un inocente y pequeño niño, aquellos que no sabían nada y hacían preguntas inocentes que para él se volvía insoportable el escucharlas, simplemente por qué no sabía que responder. Cumplió con su deber, llevo el alma del niño a su 'casa de té' soporto aquellas preguntas y encamino a la pequeña alma a la puerta del más allá.

Se sentía completamente agotado, de por sí sus ánimos no eran los mejores ni los más adecuados para un día de trabajo esto solo lleno más el vaso a punto de derramarse. Se sentía al borde de un colapso.
Decidido tomo asiento y oculto su cara entre sus manos, queriendo despejar su mente para detener su tortura mental. Suspiro luego de unos minutos, se levantó y se puso el sombrero, debía continuar con su trabajo como segador.

Concluyo su trabajo una vez el cielo tomo un color más oscuro. El tiempo pasaba tan rápido sin darse cuenta; estaba listo para llegar a casa, corrección, al lugar donde se hospedaba. No podía llamar casa o hogar a algo que no.
Pero como siempre, la mala suerte le acompañaba. Escucho una voz familiar, una voz que llevaba años sin escuchar y con ello un silencio ensordecedor vino.
Dirigió su vista a dónde suponía que venía la voz, sentía una opresión en el pecho, como si su corazón fuera a detenerse, irónicamente.

La vio. Ahí mismo. Ji EunTak, sonriéndole.

Estaba en una lucha con sus emociones y sentimientos, por un lado estaba alegre y emocionado de volver a verla pero por otra parte sentía un miedo y rechazo por tenerla de nuevo. Sabía que este día llegaría, sabía que el destino se iba a cumplir y juntaría al Globin con su novia.
Su cuerpo no podía reaccionar, no hasta que unos brazos pequeños y delgados lo envolvieron en un caluroso y amoroso abrazo. Correspondió dudando, no sabiendo que podría pasar con sus emociones descontroladas.
Nuevamente estaba en una batalla contra si mismo, solo que esta vez la dulce voz de la chica le hizo volver en si mismo.

—¡Ahjussi! Vamos, vamos, debemos ir con en otro Ahjussi. ¡Demonos prisa!

Sin decir ni hacer nada solo la miro por un tiempo antes de ser arrastrado como una muñeca sin vida, sintiéndose monótono en cuestión de segundos.
Pronto comenzó a ver el paisaje familiar, el camino por el que ha estado pasando por tanto tiempo. A lo lejos pudo ver aquella casa en la que ocurrieron miles de cosas.
Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, el sonido del timbre siendo tocado aún resonaba en sus oídos. El rostro lleno de sorpresa, alegría, incredulidad, pero sobre todo amor del Globin hicieron que su corazón se sintiera adolorido.
Luego le siguieron los gritos y sollozos de felicidad, la tan esperada reunión, esperada por muchos, menos por el. ¿Era egoísta?, Si, era demasiado egoísta, el no quería que llegara este día, pero poco puede hacer.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2021 ⏰

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(❍𝙵𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞, 𝚏𝚘𝚛 𝚖𝚎, 𝚏𝚘𝚛 𝚞𝚜.❍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora