¿Pensaste alguna vez en ver tu vida en 1 min?
Me bastó 30 segundos para darme cuenta que mi vida no sería tranquila ni con consecuencias diarias.
Cuando desperté al mundo a los 16 años no sabía lo que se vendría.
A veces tímida y otras habladora los chicos me seguían donde yo quería.
De lunes a sábados trabajar, me esperaba una tienda que atender en un centro comercial pudiente. Sábado para salir a muchas fiestas, domingo de lavandería y descanso. Paso que un día hice un cambio de trabajo a otro centro comercial, acepte porque me quedaba más cerca a mi casa. :3
Paso la mañana tranquila sin mucho movimiento, la verdad la tienda era muerta y muy metida, casi nadie se acerca a ver.
No estaba sola en la tienda también en una oficina interna trabajaba el contador.
Ya estaba a punto de cerrar para mi refrigerio y boom! Hizo su aparición Rodrigo.
Rodrigo es un chico distinto, diferente al resto, el tiene un aura bonita y ansiosa de aprender y conocer.
Entro preguntando por unos cuadros para su habitación, le aconseje unos cuantos pero no me acerqué, deje que camine, explore y se maraville con las bellezas que se vendían allí.
Se canso de pasear y ver, al fin se sento en un sillón que era parte de la decoración, se sento como si fuera su casa, su sala, su hogar.
Aunque quería mirarlo y era bonito hacerlo, no lo hacia para que no me pregunte más, ya estaba perdiendo 15 min. de mi novela coreana, al ver que le tomaba mucho interés, se acercó y me invitó a almorzar, por obvios motivos me negué, era muy muy insistente no se movía, entonces dijo - ok, no vengas, yo vuelvo.
Con ello me dije ufff que bien que se fue, pasaron 25 min y volvio con el almuerzo para los 2.
Bueno no me negué más y empezamos a comer ambos como amigos hablando de muchísimas cosas que faltaba el tiempo para reír y seguir.
Rodrigo tiene unos ojos preciosos y cristalinos que te podías reflejar en ellos.
