Cuenta la leyenda que el Silbon es el anima en pena de un muchacho que mató al papa. A este muchacho lo criaron muy Teñeco, no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que quería comer viceras de venado. Su padre se fue de cacería para complacerlo, pero se tardaba mucho en regresar, el hijo se fue a buscarlo, y al ver que no traía nada, le dio muerte. Cuando se dio cuenta de que su marido no regresaba, la madre sospecho lo ocurrido. Interrogó a su hijo y este confesó la verdad.
Enseguida la mujer lo maldijo "pa'to'la vida". Su hermano juan lo persiguió con un mandado, le sonó una tapara de ají y le azuzo el perro tureco, que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.
Dicen que el Silbon persigue a las mujeres embarazadas. Este hombre, que recorre los llanos de Venezuela como un alma en pena, emite un silbido largo y agudo que aturde los oídos y produce un frío que conleja. Existe la creencia de que cuando silba muy agudo significa que se va a morir una mujer, pero si el silbido es grueso, es un hombre es que muere