Kilig [YoonSeok]

Capítulo V

Advertencias: Omegaverse, parejas secundarias, historia cliché, drama y angst

—Los resultados estarán mañana en la mañana.

Hoseok levantó la vista, quitando sus ojos de Jimin para fijarlos en el doctor Woo, amigo de Yoongi y quien iba a llevar a cargo el examen de sangre para corroborar que Yoongi era el padre de Jimin. Hoseok nunca fue bueno mintiendo, pero esa situación lo ameritaba, y si Yoongi estaba seguro de lo que hacía... iba a confiar en él.

—¡Chupetín! —chilló Jimin, sentado sobre la mesa del doctor cuando Jiho le tendió el dulce con una sonrisa amable.

Yoongi le revolvió el cabello a Jimin.

—Me entregarás los resultados sólo a mí, ¿cierto? —le preguntó Yoongi a su amigo.

Jiho enarcó una ceja, sonriendo con diversión.

—¿Qué clase de amigo crees que soy? —se burló Jiho—. Vamos, quiero hablar un momento contigo.

Yoongi soltó un bufido, mirando a Hoseok, que estaba observando a Jimin chupar el dulce que le dieron. Sin pensarlo mucho, se inclinó y le dio un beso en la mejilla, murmurándole que volvería enseguida. El omega se limitó a sonreírle dulcemente, asintiendo y poniéndose a cantarle a Jimin.

Ambos alfas salieron de la oficina, comenzando a caminar por los pasillos.

—Así que... —comenzó a decir Zico con calma—, ¿tu omega?

El rubio se encogió de hombros.

—Lo vi y lo quise —contestó en voz baja.

—Vaya —los ojos de su amigo brillaron con burla—. Quién habría dicho que el dulce y adorable Min Yoongi terminaría enamorado.

—Vete a la mierda —dijo Yoongi.

Zico comenzó a reírse antes de ponerse serio.

—¿Tu madre...?

—Está en contra de esto —Yoongi hizo una mueca—, pero sabes que nunca me ha importado su opinión —suspiró—. Lo que realmente me preocupa es esto. Hoseok... no estaba dispuesto a perder a Jimin para ser mi omega.

Zico lo observó, enarcando una ceja.

—Bien pudiste forzarlo —el tono de su amigo era ahora suave—. Sabes que un omega no puede hacer nada ante un alfa. Sabes que, si hubieras querido, podrías haber matado a su bebé, para luego declarar al omega como tuyo a pesar de que no quisiera.

Yoongi pensó si eso hubiera pasado. Si ese día que vio a Hoseok en el jardín de su casa, arreglándolo mientras le hablaba a Jimin, se hubiera acercado con dobles intenciones hacia el bebé. Si le hubiera roto el cuello ese día a Jimin y después tomar a Hoseok como suyo.

Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

El sólo pensamiento de esa situación era algo demasiado grotesco para él.