Capítulo 3

932 137 43
                                    

Nota del autor:

Advertencia: En este capítulo se hace presente el consumo de alcohol/intoxicación y vómito.

—0—

1 de octubre, 2009

El picnic fue idea de Ron; la ubicación, de Harry; la hora, el amanecer, de Hermione.

Harry se retorció sobre su trasero con un regocijo apenas contenido, sus piernas colgando sobre el borde. ¡Estaban tan alto que casi parecía volar! No, incluso mejor, era lo más cerca que él había logrado de recrear la sensación de escapar del búnker. El tipo de euforia dichosa, pura y natural que solo se produce una o dos veces en la vida, y de alguna manera la había encontrado de nuevo, ¡y aquí, entre todos los lugares!

La parte superior del silo era plana, no curvada como la que todavía usaba la Madriguera. La parte superior debe haberse consumido, todavía quedaban trozos en el borde, sobresaliendo unos centímetros por aquí y allá, pero la superficie restante no estaba tan deformada por el tiempo y el agua de lluvia como había esperado. Un poco desmenuzable, pero estructuralmente sólido.

El viento que golpeaba contra sus tímpanos era música, el aire de la madrugada olía delicioso, las nubes rosadas contra el azul más tenue de una noche que se desvanecía eran indescriptiblemente hermosas, y el frío de todo eso en su espalda, rostro y brazos, erizándose en sus mangas, fue nada menos que un éxtasis.

De repente, pensamientos de Hedwig vinieron a la mente. A ella le hubiera encantado un gallinero aquí. Esperaba que, fuera lo que fuera lo que le hubiera sucedido, hubiera vivido una larga y plena vida sin él. Quizás ella todavía estaba ahí fuera, en alguna parte. Tal vez la encontraría algún día, si se quedaba aquí, libre de las barreras anti-búhos de Blupin Frottage.

Pensar nostálgicamente nunca lo había llevado a ninguna parte, pero habían sucedido cosas más extrañas.

—¿Siempre quisiste ser una aurora, Hermione? —Soltó entre bocados de tostadas calientes y mantecosas. La cabeza de Ron se levantó rápidamente y Hermione se detuvo a medio sorbo de su café.

—Bueno... —comenzó, teniendo mucho cuidado al colocar la taza a su lado y empujarla aquí y allá—. Siendo honesta, no, nunca se me ocurrió hasta...

Ron, que aún se las arreglaba para estar adormilado por el sueño, le estaba dando una especie de mirada significativa, pero Harry simplemente inclinó la cabeza, lo que la incitó a continuar.

—Hasta que desapareciste- —suspiró, y el estómago de Harry no se encogió como solía hacer cuando se mencionaba eso—, tienes que entender, estaban sucediendo tantas cosas, las cosas realmente no se acomodaron en una búsqueda adecuada y lúcida durante años, al parecer. Por supuesto, estaban buscando —se corrigió rápidamente—, pero el Departamento de Seguridad Mágica estaba distraído... Algunos de esos Mortífagos fueron capturados esa misma noche, lo cual fue más suerte que cualquier otra cosa.

Ron resopló y su voz sonó ronca por el sueño, mientras que Harry nunca se había sentido tan despierto.

—No fue suerte. Narcisa Malfoy entregó a su esposo en el momento en que llegó a casa con esa máscara.

—¿Ella-? Espera- ¡¿Qué?!

—Sí —asintió, luciendo igual de incrédulo—. Cuando recibió la citación, tuvieron una discusión, ella y Lucius Malfoy, acerca de poner a la familia en peligro nuevamente. No puedo imaginar que tuvieran algo de qué preocuparse, bajo su régimen...

—Quien-tú-sabes era un megalómano —dijo Hermione con firmeza—. Nadie estaba a salvo de él, ni siquiera sus seguidores.

—Parecía que les estaba yendo muy bien para mí...

I'm Blue (daba dee daba die)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora