Se suponía que ese día sería para él.
Pero nadie lo recordó.
Su maestro estaba en una misión, según tenía entendido, para traer a otros niños. Seguramente él si se acordaba de su cumpleaños, pero no estaba para felicitarlo.
Mu: *Solloza ¿Por qué nadie lo recuerda?
Estaba agachado debajo de las escaleras a su pequeño departamento. El pequeño de apenas cuatro años decepcionado por no recibir ningún tipo de felicitación todavía.
DM: ¿Mu? ¿Estás aquí?
Mu: Aquí
Death se acerca a él y le da un pequeño beso en la frente
DM: Feliz cumpleaños enano. ya deja de llorar
Mu: *Se seca las lágrimas Si te acordaste...
DM: ¡Claro que me acordé! Eres mi mocoso preferido -Le pasa el brazo por el hombro- Te quiero mucho, niñato
Mu: *Se ríe un poco Yo también te quiero...
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