El frío del oro le provocaba escalofríos en su pecho. Pero la "H" que su novio llevaba y se negaba a quitar incluso cuando estuvieran haciendo el amor, eran una de las tantas cosas que hacía amar más a SeHun.
Arqueo su espalda en el momento exacto que sintió que su próstata fue acariciada, dejó libre su cuello y sintió los húmedos labios de SeHun besándolo y marcándolo.
—¡Si...! —jadeo sin aliento.
Sus dedos apretando los gruesos brazos de SeHun, los cuales estaban apoyados en la cama, empujándose aún más adentro de LuHan. Queriendo llegar más profundo, quería estar más dentro de LuHan.
Y ya lo estaba.
—Te amo —le susurró en el momento en el que LuHan devolvió su cabeza a estar frente a frente, viéndolo a los ojos, probando sus labios, dejando que su lengua invadiera la otra boca, haciendo malabares con sus manos para darse placer.
Finalmente llegaron a ese paraíso que sólo tenían cuando estaban juntos.
Las ahora embestidas lentas de SeHun, con los ojos fijos en el otro, eran el recordatorio que sólo se tenían el uno al otro, cuan afortunados eran de poder sentir lo que sentían, y que su culo dolería un buen rato. Pero valía totalmente la pena.
La sesión de besos no se hizo esperar. LuHan se sentía tan abrumado sintiendo los labios en los suyos, que a veces creía que moriría por la emoción.
Acarició su cuello, las yemas de sus dedos sintieron el frío de su collar.
SeHun era un romántico detallista que le encantaba usar cosas de pareja, y aunque fueran pequeños detalles, escondidos a simple vista, los convertía en parte de sí mismo.
Como la letra "H" que ambos vestían desde su primer aniversario de relación, o como el brazalete Cartier que le dio en el segundo aniversario.
Se tenía que aclarar, SeHun era el de los regalos caros, era el que podía permitírselo.
LuHan era sólo un empleado de una tienda de comestibles, que había fracasado en su sueño de ser idol y no podía regresar a casa de sus padres porque prometió que no regresaría sin ser convertido en un cantante famoso. Sus padres tampoco se molestaban en buscarlo, así que se quedó en Corea, trabajando de lo que encontró y existiendo, viendo a ver a donde lo llevaba la vida, y fue la misma vida quien le llevó a SeHun.
Oh Se Hun, guapo, hijo de familia acomodada, talentoso, inteligente, exitoso, arquitecto. De todas las personas en el mundo, puso sus ojos en él.
La primera vez que se miraron, LuHan dejó de respirar, en serio que sí. Aún tenía la imagen plasmada en su mente, su gorra puesta al revés, el pantalón de mezclilla desgastado, la chaqueta negra, y la confusión por no encontrar lo que buscaba y poder ayudarlo sin parecer nervioso, hizo que el día de LuHan tomara un giro de 180 grados.
Y seguía sintiendo su piel quemada cada vez la mirada profunda de SeHun estaba sobre él.
—Falta poco para cumplir tres años —dijo SeHun después de un tiempo acariciando el pecho de LuHan, haciéndole cosquillas y sólo sintiendo la piel en sus dedos.
—Ya estoy preparando tu regalo —dijo LuHan emocionado.
Las finanzas de LuHan no le ayudaban mucho, ni aunque el quisiera y aunque buscara, tenía que comer, pagar alquiler, servicios, transporte. Sus ahorros no podían irse ni siquiera para un buen regalo a su novio. Pero esta vez había visto un reloj que estaba seguro que podría darle.
—No me des nada — susurró SeHun encima de su pecho, volviéndolo a besar— sólo respóndeme algo
Se detuvo unos centímetros antes de llegar a su ombligo para verlo fijamente a los ojos, se incorporó a besarlo. Aunque quisiera, sus labios eran imanes una vez que estaban cerca.
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PARADIS || HUNHAN
FanfictionSólo quieren ser felices el uno con el otro. Quieren vivir en su paraíso. 👼👼👼 👼Pareja: HunHan 👼One shot 👼Advertencias: Escena de sexo/Homofobia 👼Medio basado-inspirado en el video de Take me to church - Hozier 👼PROHIBIDA SU COPIA/ADAPTACIÓN