Capítulo 3. Un recuerdo doloroso

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Holaaaaaaaaaaaaa

Aquí esta lo que les prometí, espero que lo disfruten y.....

Sayonaraaaaaaaaaaa

Han pasado 5 días desde que llego al laboratorio, todo parecía normal, reían, jugaban y peleaban, se sentía tan feliz que había olvidado todo hasta que por un error vio la fecha del calendario y como si un balde de agua fría hubiera caído sobre él, se quedó petrificado.

― ¿Qué pasa? ¿Qué estás viendo?- miro con curiosidad

― Mañana... es mi aniversario- su tono triste delataba su estado de ánimo

― Deja de recordar cosas que no valen la pena

― QUE NO VALEN LA PENA- con un golpe quito la mano del castaño de su hombro― SABES QUE MAÑANA CUMPLIA 3 AÑOS DE NOVIOS CON MISTY y... ahora ella no está- de su furia inicial cambio rápidamente a una voz decepcionada

― Por eso eres un tonto, la chica te dejo y te vas a sentar a llorar todo el día por ella, supéralo- contraatacó al ver el semblante triste del joven que lo único que hizo fue molestarlo

― Tú no sabes lo que siento, fuimos amigos por mucho tiempo, viajamos juntos, reímos, convivimos y finalmente nos hicimos novios, pensé que algún día nos casaríamos y...- se calló al ver la postura de Gary, su cuerpo estaba rígido, apretaba sus puños con fuerza, mordía su labio inferior como queriendo callar sus palabras y en sus ojos se podía apreciar un gran dolor y odio- Ga...

― Bien- corto de golpe la conversación― has lo que quieras- dijo con indiferencia, hizo un ademan con la mano para quitarle importancia y dio media vuelta― Tonto- murmuro por lo bajo al cruzar la puerta

― Soy un tonto- Ash apretó con fuerza sus puños y agacho la mirada― Gary no tiene la culpa de nada y yo solo me desquite con el- las lágrimas finalmente se derramaron- soy un tonto- volvió a decir, levanto su mano y con la manga de su suéter se limpió las lágrimas pero aunque intentaba contenerlas aún seguían saliendo haciéndolo sentir cada segundo peor

― ¡Tic! ¡Toc! ¡Tic! ¡Toc!- - sonaba el reloj de la pared que no podía dejar de ver― 10:20- dijo removiéndose entre las cobijas, dio media vuelta intentando conciliar el sueño pero si lograrlo, miró el reloj nuevamente― 11:45- ya había pasado más de una hora y el castaño no se había asomado para nada en la habitación― ¿estará tan molesto que no me quiere ver?- murmuro para sí mismo y se quedó viendo el techo de la habitación, giró su cabeza hacia la pared― 12:15- gruño molesto, se sentón en la cama y salió de sus cobijas dirigiéndose a la cocina, tomo una taza, espero a que el café se calentara y salió.

― ¡Tac! ¡tac! ¡tac!- escucho como tecleaba en el ordenador, respiro profundo en la entrada del laboratorio; se sentía nervioso, había hecho enojar a su compañero, amigo y rival de su infancia, tomo valor y entro al cuarto

― Toma te traje un café- dijo tímidamente

― Gracias, Déjalo en la mesa- contesto sin mirarlo y sin dejar de teclear, Ash se acercó y lo dejo a un lado, espero ansioso, buscando el momento exacto para interrumpir pero no veía como empezar

― Si no tienes nadamás que decir ¿puedes marcharte? dañas mi concentración- un fuerte golpe se sintió en su corazón, esas duras palabras se sentían como puñaladas

― ¿No... no vas a dormir?- titubeo al hablar

― No, ve a dormir tú si quieres- sujeto su camisa con fuerza, dando media vuelta

― Bien- camino hacia la entrada pero antes de salir dijo― Gary, lo siento- se inclinó- no debí enojarme, yo solo me sentí triste al recordar lo que había pasado y sin querer me desquite contigo, yo... yo te esperare para dormir juntos- dio media vuelta y salió casi corriendo con el rostro completamente enrojecido antes de recibir alguna respuesta

Dejo de teclear y un fuerte suspiro se escuchó― Tonto- murmuro al ver la taza de café caliente cerca de su mano, con solo probar un sorbo de la bebida una cálida sensación inundo su corazón, guardo los datos en su equipo y salió de la oficina.

En la habitación, Ash esperaba ansioso la llegada de su compañero, ya habían pasado varios minutos y no se escuchaban sonidos alrededor, parecía que su disculpa no había funcionado, respiro con melancolía al mismo tiempo que se envolvía en las cobijas

― ¡Clac!- se estremeció al escuchar la puerta abrirse y ver a su compañero atravesarla

― ¿Gary?- pregunto pero no hubo respuesta, observaba desde la cama como sacaba ropa de los cajones y se dirigía hacia la puerta nuevamente, cuando la cruzo, suspiro desganado, dio media vuelta y se acorruco, unos minutos después volvió a escuchar la puerta abrirse― "¿quizás se le olvido algo?"- pensó pero al sentir como las sabanas eran levantadas, suspiro aliviado, dio media vuelta y se encontraron frente a frente- Yo lo siento

― Va, déjalo ya, también te moleste de mas, me lo merecía

―¿ Que dices?- se levantó de la cama sorprendiendo al castaño― tú has sido muy amable y yo solo te grite sin pensar, quiero disculparme contigo, yo en verdad lo lamento y ¡auch!- se quejó al sentir un golpe en su frente

― Deja de balbucear tanta tontería, mañana hay que levantarse temprano, necesito terminar ese informe, así que prepárate porque mañana tendremos mucho trabajo

― Si- contesto animado y se abalanzo sobre de él, dejándolo sorprendido― perdón- dijo al percatarse de lo que había hecho, se alejó de inmediato pero fue sujetado y abrazado, sintió como su corazón se aceleraba pero al mismo tiempo se calmaba, relajo su cuerpo y se acomodó en su pecho, su aroma era tranquilizante y en cuestión de minutos se durmieron.

A la mañana siguiente, se levantaron y almorzaron juntos, todo parece normal entre los dos pero algo era diferente y es que Ash inconscientemente se apegaba a Gary.

― Gary, mira, ya están estos datos- el castaño estaba sentado en la silla y era sorprendido cada vez cuando Ash se recargaba en su espalda y pegaba su rostro con el suyo, Gary agradecía ese contacto y podía sentir como Ash poco a poco lo empezaba a necesitar, sin que él se diera cuenta estaba abriendo poco a poco un espacio en su corazón donde finalmente él podría alojarse y no dejaría que nadie se lo arrebatara, protegería ese pequeño espacio como a su vida.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora