Keythlyn
Bip, bip, bip, bip...
Escucho el sonido del horrible aparato que esta a mi lado, intento abrir mis ojos pero realmente estoy muy cansada así que decido seguir durmiendo, escucho cómo abren la puerta y unas risas al fondo y como me sacuden con delicadeza.
—Doctora Harrinson, doctora, doc.—escucho un bufido— Se que me está escuchando, podría por favor levantarse, tiene otra cirugía en 45 minutos y tiene que preparase.
—No molesten he trabajado por 48 horas seguidas y estoy muy cansada.
—Lo sabemos, pero debe levantarse— dice y en ves de hacer lo que me pide me doy la vuelta y le doy la espalda.— Bueno, entonces tendré que hacer como que no sé de la reunión que está pasando en este momento del jefe con los otros médicos.
Automáticamente mis oídos escucharon reunión di un brinco del sofá en el que me había dormido luego de operar a la señora Webster.
La miré por unos segundos, me sentía culpable de que ella estuviera así, no porque yo hubiera echo algo que la hubiera llevado a estar en esa camilla, si no porque al ser huérfana ella me crió y me acogió como una hija, ya que nunca sé caso, ni tuvo hijos.
Me sentía así porque pudo haber gastado su fortuna en otra cosa que no fuera criar a una huérfana, y además de que el carácter que me tuvo que aguantar no fue nada grato para ella.
La opere con la esperanza de que luego de su derrame pudiera tener una segunda oportunidad, pero yo misma lo sabía, no había nada que pudiera hacer, pero cuando la desconecté tendré que despedirme de mi única amiga, compañera y madre.
Y quedare totalmente sola.
Miro a las enfermeras que miran con lastima, todos en el hospital se enteraron de que la opere aún cuando era en vano, pero no le dije a nadie que lazo familiar tenía con ella.
—Dejen de mirarme así, por favor digas me donde será la reunión y porque no se me avisó antes.
—Realmente se nos dijo a todo el hospital que no debíamos decirle, ya que usted sabe...— dijo mirando hacia sus zapatos.
—¿Ya se que?— la miro impaciente.
—Pues usted sabe, lo que dicen los demás doctores de usted.
Si que lo sé, me han dicho golfa, puta, desastre, loca y muchas cosas más solo porque nunca me he acostado con ninguno y soy mucho mejor en mi trabajo que ellos.
Y no es que me importe mucho, pero sé que muchos se han llevado esa impresión de mí porque nunca me le quedo callada a nadie.
—Igualmente gracias por avisarme, sé que lo hacen con buena intención.— les sonrío y me devuelven la sonrisa.
Comienzo a caminar hacia la sala de juntas, me imagino qué hay será la reunión, espero estar llegando a tiempo.
Entro a la sala y puedo ver cómo todos estos ojos se posan en mi, si todos estos ojos de HOMBRES.
Soy la única neurocirujana del hospital, los demás todos son hombres y no me creerán cuando se den cuenta de lo neardentales que pueden llegar a ser.Veo a el jefe en la tarima y me mira con una expresión que conozco muy bien que significa: Siéntate y te quedas calladita.
Habla un buen rato un montón de estupideces que no me importan en lo absoluto cuando por fin dice algo que me importa.
—Por sus méritos y por haber ayudado y estado en el hospital por casi 8 años me complace anunciar que quien se hará cargo de mi puesto como jefe de neurocirugía es...
ESTÁS LEYENDO
Mi inesperada decisión
RomanceKeythlyn es una neurocirujana cansada de que el mundo no le dé lo que ella siempre a deseado, PODER. Decide huir a un país que no conoce como voluntaria de un grupo de refugiados. Ray Aykar es un príncipe heredero al trono cansado de que se le diga...