𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 - 𝐬𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧.

04: caída.

Soobin salió lo más rápido que pudo del aula para alejarse del niño de rulitos,ya que cada que lo veía sentía que se le vendría el desayuno, pero no se sentía feo, solo no le gustaba porque le daba dolor de pancita. Por eso, vivía tomando agua.

— ¡Soobinnie! —grito Yeonjun, y el aludido corrió aún más rápido.

Las piernitas cortas de Yeonjun le daban desventaja, más el peso de su bolsito que iba en su espalda, mientras corría el bolsito se iba de un ladito al otro, y Yeonjun sonreía.

— ¡Sisi!

Yeonjun siguió corriendo detrás de Soobin en circulos, se estaba divirtiendo mucho. ¡Jugar con Soobinnie era realmente divertido!

Sus pies le dieron una mala jugada, causando que el pequeño de rulitos terminara por caer sobre el pasto y su sonrisa desapareciera al instante.

— ¿t-tu..

El pequeño empezó a llorar, haciendo que Soobin también tuviera ganas de llorar.

El menor corrió devuelta hacia el más bajito y lo estrujo contra sus pechito mientras le daba besitos en la cabecita.

Soobin nunca había visto a Yeonjun llorar, pero definitivamente nunca sería de sus cosas favoritas. Le gustaba más la sonrisa molesta que siempre tenía plantada en el rostro.

— Soobinnie.. —Hablo entre cortado, poniendo sus manitos en el pecho del menor para poder mirarlo. — no llores, el que se cayó fui yo, no quiero que Soobinnie lloré —Dijo limpiando con su dedito pulgar las lágrimas que se habían escapado de los ojitos del menor.

Soobin con timidez imitó las acciones del mayor, viendo como la sonrisa del niño volvía poco a poco y sus mejillas se ponían rojizas por el tacto.

— ¿estás bien? — Yeonjun asiente.

— mira, te traje esto. —dijo apartándose del menor un poquito del menor para poner su mochilita en el medio.

De la mochila sacó una bolsita, luego sacó un frasquito y una cuchara.

— cuando estuviste en el médico, le pregunte a mi mami que paso y dijo que hablo con tu mami porque estabas enfermito, y yo cuando estoy enfermito tomo de esto. —Dice mientras regaba un poco del líquido, ya que le frasco pesaba un poquito.— abre la boquita

Soobin se negó y Yeonjun frunció su ceño.

— ¡Sabe rico!

— no te creo.

— ¿no confías en mí Soobinnie?

— ya dije que no.

Yeonjun formó un puchero, mientras seguía sosteniendo la cucharita frente a Soobin.

— Nunca te daría algo que sabe feo, esto sabe a caramelo. —habla poniéndose más cerca del menor.

Soobin abre lentamente su boquita, y Yeonjun enseguida ingresa la cucharita de juguete en la boca de este. Si, de juguete, ¡no había podido esconder una de la cocina de su mami!

— ¿ves que no sabe feo? —Soobin asiente. — bueno, me encargaré de darte el remedio todos los días para que no estés enfermito.