CAPÍTULO 13

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Cinco meses después, descubrió que tenía gemelos. Tenían un médico y le habían hecho jurar que no diría nada o lo matarían. Harry estaba emocionado por la perspectiva de tener dos niños corriendo por su apartamento.

Harry suspiró mientras se acostaba en el sofá. Era bastante grande en este punto, a veces le resultaba difícil caminar, pero se las arregló. Había lidiado con cosas peores antes. En este punto, solo el Joker salió a misiones, pero se había detenido hace aproximadamente un mes. Aún conseguía que la gente hiciera su trabajo, pero habían decidido no hacer nada. 

Hubo un golpe en su puerta y el Joker miró hacia arriba, un poco enojado porque alguien lo estaba molestando. Harry fue despertado de su corta siesta por el fuerte golpe y suspiró, estirando su cuerpo. Perezosamente miró al Joker, cubriendo su cuerpo con las mantas mientras abría la puerta.

—¡Qué!— gruñó. 

—Jefe, tengo algo de información.

—Entra y sé rápido, estoy ocupado— murmuró antes de cerrar la puerta detrás de él —Habla.

—Se dice en la calle que la gente piensa que ... has perdido tu toque.

—¿Qué quieres decir?—gruñó, sus ojos azules mirándolo fijamente. 

El hombre apartó la mirada de sus ojos aterradores —Quiero decir que la gente está pensando en tomar tu territorio porque tú no has sido, bueno ... tan protector con él.

—¿Sabes quién es? ¿Quién ha estado diciendo estas cosas?— Preguntó el Joker mientras apretaba los puños.

—No señor, no lo sé.

—Bueno, creo que sé el lugar por el que podemos empezar. Vamos Harley; Tenemos un lugar para estar— el Joker se volvió hacia sus guardias —Quédense aquí y vigilen el lugar.

Había un lugar en el que el Joker sabía que podía confiar; era donde iban los chismes. 

Condujeron hacia el salón de Penguin; sabían que él estaría allí, era una de las únicas personas en las que confiaba para decirle lo que estaba pasando. 

Llegaron solo quince minutos después y pronto llegaron al club. Harry decidió quedarse en el auto mientras dejaba entrar al Joker y a otros dos, y otro guardia se quedaba con él. La música del interior se podía escuchar claramente desde donde estaban. El salón parecía bastante concurrido desde fuera. Podía ver parejas que llenaban las mesas. Probablemente estaban en una cita o algunas personas tenían reuniones de negocios. 

Harry resopló, recostándose en la silla mientras trataba de mirar dentro. No podía ver mucho, así que decidió mirar su estómago en su lugar. 

—Hola, munchkins. Mamá Styles aquí— Harry sonrió antes de pasar una mano por su estómago cubierto de suéter. Dejó escapar un pequeño bostezo, decidiendo jugar con su cinturón de seguridad.

El coche era un poco aburrido; no quería quedarse dormido en caso de que pasara algo. Harry hizo girar su cabello en su dedo y suspiró.

—Mamá necesita teñirse el cabello— murmuró cuando vio su color chocolate estándar.

Diez minutos después, el Joker regresó y se veía un poco enojado.

—¿Q-qué pasa Puddin?—Harry cuestionó vacilante.

—Él no sabe nada— refunfuñó mientras arrancaba su todoterreno. El Joker gruñó en voz baja antes de tocar la bocina del auto con la mano, haciendo que Harry jadeara.

—Oh, ¿qué hacemos ahora?.

—¡No conozco a Harley! Déjame pensarlo —gritó, y Harry gimió antes de encogerse en su asiento.

Bittersweet Tragedy [TRADUCCIÓN] LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora