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capítulo único

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Desde hace muchos años las relaciones homosexuales estaban totalmente prohibidas y mal vistas por toda la sociedad, un Omega macho debía estar bajo el manto de una Alfa hembra, y viceversa, una Omega hembra debía estar con un Alfa macho.

Si se llegaba a dar una relación homosexual, ambos serían castigados con la quema de los cuerpos. Esto se sabe gracias a órdenes del propio rey, y de la única relación homosexual que en el reino se había dado.

Un noble de nombre Kim Namjoon mantenía una relación a escondidas con un Omega criado de nombre Kim Seokjin. La prometida del Alfa se había dado cuenta de la relación de ambos cuando en una noche escuchó como ambos habían copulado, como Namjoon le prometía a Seokjin que irán juntos lejos del reino y vivirían juntos en el campo, donde nadie los encontraría.

Lastima que hayan sido escuchados, la Omega había armado un gran escándalo en todos lados, gritando a los cuatro vientos como ambos estaban enfermos por haberse enamorado.

Y su sentencia fue el amor, ambos fueron quemados desnudos en mitad del gran pueblo, sus familiares lloraron por sus pérdidas, pero también los culparon por haberse enamorado.

Y claramente el gran príncipe Jeon Jungkook había sido inculcado en esas normas, sus padres le decían que encontraría a la Omega más hermosa de todo el reino, se casarían y tendrían muchos hijos y gobernarían el reino juntos.

Pero vaya mentira que ambos se habían llevado, Jungkook no estaba interesado en una Omega, él estaba interesado en el lindo hijo de sus criados, del hermoso Omega Park Jimin.

Aunque el Omega haya nacido dos años antes que el príncipe Jeon, el amor había surgido cuando ambos eran tan solo un par de cachorros.

Se veían a escondidas de sus padres en los jardines del reino, corrían por todos lados y se hicieron demasiados cercanos, al punto de que ambos vieron el desarrollo completo del otro.

Jimin había comenzado a tener facciones más delicadas, su cintura se hizo más angosta y su cuerpo era el ideal, incluso había llegado a oír varias críticas de varias princesas que solían venir junto con sus padres para hablar sobre algún matrimonio arreglado.

El Omega se había vuelto todo lo que Jungkook quería para él, tan delicado, tan hermoso y tan perfecto.

Jungkook no se quedó atrás, la pubertad como Alfa le había ido bastante bien, músculos, muslos anchos, facciones delicadas pero demasiado varoniles. Se había vuelto el perfecto Alfa para Jimin.

Y claro, ambos no se iban a quedar de brazos cruzados, ambos decidieron atacar, ambos se habían confesado y desde ese entonces llevaban un romance a escondidas.

Hicieron el amor varias veces a escondidas de todos, se dieron besos y mimos cuando nadie los veía, que no hacían cuando nadie posaba sus ojos en ellos.

En una pelea con sus padres, Jungkook tomó la mano de Jimin y ambos se fueron lejos del reino, Jungkook renunció al trono para huir con quién realmente amaba.

Vivieron felices un año entero en una cabaña que Jungkook había mandado a construir a escondidas de todos, en mitad del bosque donde nadie los encontraría nunca jamás.

Besos sin que nadie los criticará, abrazos sin que nadie les dijera algo, noches largas haciendo el amor sin que nadie les dijera que iban a ser quemados hasta morir.

Vaya final tan trágico que ambos tuvieron. Con tan solo un año de haber huido del reino, fueron descubiertos por unos campesinos, los vieron bañándose en las aguas termales cerca de donde vivían, ambos desnudos mientras recorrían el cuerpo del otro con sus manos.

Los campesinos notificaron esos al reino, el príncipe Jeon había sido encontrado y no de la mejor manera, puesto que había sido encontrado junto con un Omega macho haciendo lo que estaba prohibido.

Vaya que el rey partió molesto junto con la guardia real hacia la cabaña oculta de la pareja. Ni siquiera tuvieron tiempo de hablar o de decir algo cuando su cabaña fue incendiada por el mismo rey y padre del Alfa.

Y aunque su hogar se consumía en llamas, ambos bailaron una hermosa pieza de melodía de esas épocas, ambos habían aceptado sus destinos aunque no lo quisieran de esa manera.

Jimin no abrirá los ojos, tenía miedo, mientras que Jungkook liberaba sus feromonas para estabilizar a su pequeño Omega, mientras veía como el fuego consumía todo a su paso.

Antes de ambos ser incinerados, Jungkook le susurro en su oído las siguientes palabras:

“Pasaran cien lunas, pasarán doscientos años, y así sucesivamente, mi amor, mi bello Omega y el dueño de mi corazón, yo, Jeon Jungkook, estaré esperando a que en algún futuro nuestras almas se encuentren nuevamente, en un futuro dónde ambos seamos felices y hagamos lo que en esta vida no hicimos, te prometo protegerte, te prometo darte la vida plena que no te di, te prometo que tendremos la familia que tanto anhelamos, te prometo todo y que jamás te falte nada, nos veremos en el futuro, mi amor, mi alma está contigo, porque tú eres yo, y yo soy tú.”

Cerrando su ciclo de vida con un beso en los labios, mientras que ambos cuerpos fueron incinerados por completo.

Y su historia paso de boca en boca, de generación en generación, y de persona en persona. La famosa leyenda del “Principe y su Omega”.

Pero, lo prometido de hizo realidad, porque quinientos años después de la muerte del príncipe Jeon y del Omega Park, sus almas se encontrarían nuevamente como hace años lo habían hecho.

Ya era una nueva época, ya eran años totalmente diferentes a los pasados, quinientos años después bastaba para que ambas almas en pena se reunieran nuevamente a tener su final feliz.

Y nuevamente ambos reencarnaron en sus anteriores, Jeon Jungkook, un Alfa estudiante de fotografía, y Park Jimin, un bello Omega estudiante de danza y canto.

Por cuestiones de sus estudios, ambos habían terminado parando en una de las mejores universidades de Seúl, dónde hace quinientos años también habían habitado.

Cuando Jimin vió a Jungkook cómo un Alfa asustadizo de primer semestre, sintió una extraña conexión, como si antes se hubiesen visto, como si antes se hubiesen amado.

Y Jungkook también sufrió de lo mismo al ver al hermoso Omega de mejillas regordetas y ojos azules. Vaya que fue amor a primera vista, ese amor que hace años no se había concluido.

Y bueno, pasaron los días y los meses, ambos habían iniciado una relación demasiado envidiada por los demás, y así, pasaron más años.

Cuando el Alfa tenía veintiséis años, pidió la mano de su Omega en matrimonio, y a los pocos días fue su hermosa ceremonia de bodas.

Y cuando el Omega tenía treinta años y el Alfa veintiocho, dieron el gran paso de tener su propia familia, así naciendo un hermoso cachorro, con los perfectos genes de sus dos padres.

Ambos se mudaron junto con su hijo a un hogar, ambos criaron a su hijo de la mejor manera posible, ambos se amaran como hace años no pudieron hacerlo.

Y Jungkook cumplió todo lo que había dicho hace quinientos años atrás, le dió amor, le dió seguridad, le dió una familia que tanto anhelaban.

Porque quinientos años les basto a esas almas para reencontrarse y ser felices juntos.

FIN

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