La cabaña del bosque de encinas.

Capítulo 5: Cazador cazado

14 de Julio, 00:03 de la noche.

Todos se congregaron en el hall poco a poco entre gritos, insultos y llantos. 

-¡Oye, callaros me cago en vuestra puta vida!-Gritó Josep.

Pepe enfadadísimo arremetió contra él asestándole varios puñetazos en la cara mientras gritaba que era un sinvergüenza, un gilipollas y que ¡otro! de sus amigos había sido asesinado.

Ángel y Joaquín les separaron.

-¿Seguros que este ser, sí, este ser agresivo y hediondo, no es el psicópata?

En el hall hubo barullo, gritos y susurros en los que afirmaban y negaban dicha acusación.

-A ver, pensemos, hasta el momento  el asesino ha escondido los cuerpos, ¿no? Vayamos a ver  el cuerpo, ¿ dónde está? 

Todos salieron dirección al cadáver, pero ya no estaba.

¡Eh! ¿Quién coño fue el último en llegar al hall? Desde el asesinato hasta este momento han pasado 20-25 minutos

Todos comenzaron a hablar y llegaron a la conclusión unánime de que los catalanes llegaron los últimos.

-Venga ya, ¿en serio?

-Sí puto catalufo de mierda, Eric, te voy a reventar.-Dijo Mateo.

-Vamos amigos, nosotros estábamos en nuestra habitación, enserio.

Ángel  derribó de un cabezazo a Josep. -Sí, claro, chicos, agarrad a los catalanes.

Todos los chicos agarraron a los catalanes y los inmovilizaron, a excepción de Ángel.

-Josep, antes te vimos con un puto hacha.

-Ajá, Angelito, ¿y qué?

-Que dicen que Álvaro murió de un hachazo.

A los catalanes se les puso la cara blanca.

-Nosotros no hemos sido...-Alcanzaron a decir antes de que la gran mayoría de chicos descargaran su furia en los cuatro catalanes, sobre todo en Josep.

14 de Julio, 00:35 de la noche.

Los 17 restantes ataron con una larga y robusta soga las piernas y manos de los catalanes, y ataron el otro extremo fuera de la cabaña, alrededor de un árbol, acto seguido se fueron a dormir.

14 de Julio, 07:48 de la mañana.

Ángel, Pedro, Emilio y Pepe salieron a echar un ojo a los ''reclusos'', y lo que vieron les dejó atónitos,  dos de los catalanes estaban muertos, o eso parecía a lo lejos, y de primeras, los otros dos, parecían heridos.

-¿Qué coño ha pasado aquí, Ángel?-Preguntó Pedro. 

-La verdad, es que no tengo ni la menor idea...

-¡Qué decís!-Gritó furioso Pepe- Seguro que es una estratagema para matarnos y quedarse libres, y así matar también a nuestros amigos.

-No sé yo... Parecen heridos -Dijo Emilio preocupado.

-Buah, menudos tres soplagaitas me han venido a acompañar, quillo Ángel, tú ves que estén heridos o qué pisha?

-La verdad, es que no sé que decirte, acerquémonos.

Los cuatro jóvenes se acercaron con sumo cuidado a los cuatro cuerpos inertes en el frío y húmedo suelo, impregnado del rocío de la mañana.

-Me da que si están heridos...-Dijo Pedro  al ver una gran herida abierta en el costado de Ernest.

Los cuatro muchachos se agacharon y tomaron el pulso de los cuatro catalanes, entonces descubrieron que de los 21 jóvenes que estaban en el Bosque de Encinas, vivos estaban solamente 19 porque Andreu y Ernest habían muerto.

-¿Qué hacemos?-Preguntó Emilio.

-¿No es obvio? Hay que llevar a estos dos dentro para curarles y preguntar qué es lo que ha ocurrido, se ve que ellos no eran los asesinos.

-¡Mentira, eso quieren que creáis!-Gritó enajenado Pepe.

-A ver coleguita, hay dos putos independentistas muertos y dos heridos. ¿Crees que son los asesinos puto tronao?

-¡Sí!-Gritó Pepe a pleno pulmón mientras se ponía rojo de la rabia y soltaba bastante saliva en su ímpetu.

-Relax pisha.-Dijo algo cabreado Ángel.- O te relajo yo de un puto guantazo, por lo que sabemos, cualquiera puede ser el asesino, tú incluido, nosotros incluidos, con  lo cual, te repito, relax o te relajo.

-¿Vas a pegarme tú, con esa cara alfombrilla que me llevas? Parece que te hayan pisado la cara toda tu vida pisha.

Ángel se enfadó, le agarró del cuello de la camisa y comenzó a darle testarazos una, y otra, y otra vez, tantas veces que su frente comenzó a tornar roja, pero él, metido en su furia de tener que aguantar a gallitos como Pepe, seguía agrediéndole, lo tiró al suelo y le pisó la cara varias veces, para después agarrarlo de nuevo de la pechera y tirarlo de cabeza contra un árbol, como si de un ariete de batalla se tratara, varios dientes y muelas de Pepe cayeron a la tierra, Emilio y Pedro intentaban separar a Ángel de Pepe, que estaba inconsciente, pero Ángel de dos codazos se los quitó de encima, y prosiguió con su ''pelea'', volvió a agarrarle de la pechera y comenzó a pegarle puñetazos en la cara, sus nudillos se llenaban de sangre, el suelo se llenaba de sangre, todo acababa salpicado de sangre, Emilio y Pedro intentaron de nuevo sin éxito parar a Ángel, y de nuevo se llevaron varios golpes que los dejó doloridos en el suelo, mientras ellos dos jadeaban e intentaban levantarse del suelo, alguien se acercó por atrás y asestó dos golpes secos y certeros en las nucas de Emilio y Pedro, acto seguido se la fue a dar a ángel, pero se apartó rápidamente.

-¿Tú?-Alcanzó a decir antes de que el asesino le lanzara varios cuchillos arrojadizos en el cuello y pecho.-Ca... cabrón... ¿po... porqué...?

-Diversión.-Dijo antes de asestarle varios golpes en el cráneo, luego, remató a Pepe.

14 de Julio, 10:30 de la mañana.

Los 13 chicos y chicas viendo que sus amigos no volvían,  decidieron salir a buscarlos, a los pocos metros de salir de la cabaña, vieron todo ese horror, 8 chicos tirados en el suelo lleno de sangre, inmóviles...

Tomaron el pulso a todos, a Pedro, Emilio,  Ángel,  Pepe, Ernest, Andreu, Josep y Eric. 

-Solo respiran Josep y Eric.-Dijo entre lágrimas Javier.

-Son ellos... Los asesinos son los catalanes, seguro.-Dijo Luis.

Eric tosió, y Josep intentaba reincorporarse en el suelo.

-Ni os mováis hijos de puta.-Dijo  Lorenzo rabioso.

-¿Qué... qué coño ha pasado aquí?-Preguntó Josep confundido.

-Que habéis matado a  nuestros amigos, y ellos defendiéndose han matado a dos de los tuyos.-Dijo Joaquín enfadado.

-¿Pero qué dices? Alguien por la noche mató a mis amigos, lo último que recuerdo es recibir golpes y caer inconsciente. 

 El Bosque de Encinas recibió varias almas más, los pocos supervivientes, cada vez confiaban menos en los otros, ¿Quién será el asesino? ¿Qué pasará? ¿Sobrevivirá alguien? ¿se acabará la comida y el agua antes de que acaben los días de alquiler de la cabaña? ¿El asesino matará a todos?  Lo único que pueden sacar en claro, es que el asesino, o asesinos, son capaces de matar a varias personas seguidas.