Salve Ulises

Capítulo 2

Capítulo 2 || Reino trágico

Harry se estremeció y débilmente trató de arrastrarse hacia adelante. Sabía que era un gesto inútil ya que simplemente no había ningún lugar adonde ir. El áspero suelo de piedra de su celda cortó y arañó su cuerpo desnudo, pero apenas se dio cuenta.

" ¿A dónde vas, Harry?" La voz de Bellatrix gritó alegremente. "No me vas a dejar, ¿verdad? ¡Eso me rompería el corazón!"

La mujer se rió divertida de su propia broma. Harry podía escuchar sus pasos acercándose a él. Dejó de intentar moverse y se acurrucó en una bola, pero recibió una fuerte patada en las costillas por sus esfuerzos, dejándolo sin aliento.

" Es un poco tarde para empezar a ponerse tímido, guapo", se rió Bella y se inclinó para agarrar el cabello de la parte posterior de la cabeza de Harry, obligándolo a mirarla. "Eres mi pequeño juguete, Harry, y puedo hacer exactamente lo que quiero contigo."

" Mátame," rogó Harry con la voz quebrada. "Sólo mátame y termina con esto".

"¿ Matarte?" Bella repitió con fingida sorpresa. "¡Oh, Dios mío, no! El Señor Oscuro será el que termine con tu pequeña y miserable vida. Solo puedo jugar contigo primero."

Ella le empujó la cabeza hacia abajo con tanta fuerza que su nariz se estrelló contra el suelo. Harry podía oírse a sí mismo sollozar suavemente. Todo el mundo tenía un punto de ruptura, y hacía mucho que lo había alcanzado.

" Hmm, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Jugamos con mi pequeño cuchillo, o te gustaría que te lanzara tu hechizo favorito de nuevo? Oh, decisiones, decisiones", bromeó.

No se molestó en mirar hacia arriba. Sabía que cualquiera de las dos opciones solo significaría dolor y sufrimiento para él. Un segundo después, descubrió que Bella había elegido jugar con su cuchillo, cuando sintió la fría hoja presionada contra su hombro.

" Sabes, anoche le pregunté a mi Señor si te necesitaba completamente intacta cuando te matara. ¿Sabes lo que dijo?" ella respiró en su oído. "¡Dijo que no! Puedo cortarte cualquier parte que quiera. ¿No será divertido?"

Harry sintió que un escalofrío de miedo lo atravesaba. ¿Qué estaba planeando hacer esta loca ahora? Sintió que ella deslizaba sus dedos por su espalda y sobre su trasero, sus uñas se arrastraban ligeramente contra su piel. Un segundo después, sintió que una oleada de agonía lo golpeaba. Se dio la vuelta con una fuerza que no sabía que aún poseía y se miró el pie izquierdo con horror. La sangre brotaba del espacio donde solía estar su dedo meñique.

" Este cerdito fue al mercado..." cantó Bella, agitando su dedo del pie amputado hacia él.

El terror y la repulsión lo invadieron. El miedo profundamente arraigado a la mutilación permanente que todos los humanos poseemos lo abrumaba y estaba casi enfermo cuando una oleada de náuseas se apoderó de él. Miró la sangre que corría por su pie con incredulidad mientras la risa áspera de Bellatrix sonaba en sus oídos. Se puso de pie y apuntó con su varita hacia él, apenas capaz de pronunciar el encantamiento del que se estaba riendo tan locamente.

" ¡Crucio!"

Cuchillos al rojo vivo desgarraron su carne y sintió como si su piel se derritiera de su cuerpo. El mundo de Harry se convirtió en un reino interminable de agonía mientras se agitaba y golpeaba el suelo de piedra en su angustia. Se escuchó gritar hasta que pensó que sus cuerdas vocales se romperían. Gritando, nunca para detener, nunca para terminar ...

Con un sobresalto, Harry se despertó y parpadeó como una lechuza. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido esa pesadilla y lo dejó sintiéndose conmocionado. Instintivamente, se miró el pie izquierdo, pero las brillantes botas negras que llevaba escondían su mutilación.