Prólogo.

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—     ¿creíste que no iba a encontrarte, verdad? Te metiste con la familia equivocada, maldita rata. Con la hija equivocada. —

El oficial Williams venía horrorizado como su ex compañero de trabajo empapaba de gasolina al mismísimo Ticci Toby.

Williams sabía que la cabeza de Jones no estaba en su sitio luego que el asesino asesinara a su hija un día antes de navidad. Jones ardía en las llamas de la venganza, quería a Toby muerto, no importa si tenía que pasar sobre la ley, sobre su moral, sobre su ética o sobre sus compañeros. Su obsesión con el asesino le había costado su trabajo, pero finalmente había traído sus frutos.

Había logrado atrapar al desgraciado, tenderle una trampa de tal forma que le había roto las piernas y ahora lo tenía bajo sus pies, amarrado a una silla y cubierto en gasolina.

Porque lo había descubierto el mismo día fatídico de la muerte de su hija, en la que le disparó directamente al pecho y el desgraciado no soltó ni un chillido de dolor (y salió sorpresivamente vivo)

Desquiciados como estos solo podían encontrar su sitio en las llamas del infierno y Jones iba a traerlas a la tierra solo para él, justo ahora.

Jones ya no era la persona amable y familiar que todos conocían ¿quién era este demonio que se había adueñado de su cuerpo?

—     Jones, esto no es lo que… Williams trató de hacer entrarlo en razón, pero fue interrumpido.

—     ¡Cállate, Williams! Si este maldito se va tras las rejas sería como dejarlo libre, sin pena o culpa. No, tiene que pagar aquí y ahora. —

Los ojos de Jones ardían en ira ciega y éxtasis, mientras buscaba su encendedor en los bolsillos de sus ropas.

¿Sí Jones mataba a Ticci Toby no lo convertiría en todos los asesinos que juró detener?

Williams tenía miedo de reconocer esa mirada psicótica en la cara de Jones. Temió ver nacer a un nuevo asesino frente a sus ojos, aquí, ahora, en esta fábrica abandonada a los pies del bosque.

Antes de que Jones soltara el encendedor sobre Ticci Toby, Williams se lanzó contra su compañero y ambos empezaron a pelearse rodando por el suelo, divirtiendo al asesino.

Pero los intentos frustrados de Williams por salvar a Jones de una futura vida criminal llegaron abruptamente a su fin cuando Jones sacó su arma y le disparó en las costillas a Williams.

—     ¡Jones! — Williams cae contra una pared y su cuerpo cae lentamente hasta sentarse en el piso y mancharlo con una poza de su sangre.

—     ¡quédate en tu sitio, Williams! — Amenazó Jones moviendo su arma, no había ni una pizca de remordimiento.

Ticci Toby empezó a reír hasta que su voz hacía eco por toda la fábrica. Él conocía esa mirada, esas acciones, esas palabras. Jones había llegado a un punto de no retorno y Toby se sentía intrigado de ver que tan lejos podía llegar.

Jones apretó la quijada de la furia que le provocaban las risas del asesino. Avanzó furioso y de una patada derribó la silla con el asesino y enterró el cañón de su arma en la sien de Toby.

—     ¿y tú que encuentras tan gracioso? ¿Te gustó matar a mi hija, degenerado? ¿Es eso? ¡Es eso! ¡Respóndeme maldito, imbécil!—

Por más que Jones amenazara a Toby con que iba a jalar del gatillo, el asesino no parecía tomarlo enserio y seguía riendo sin control.

Ya había tenido suficiente. Fue a buscar el encendedor que había caído unos metros por el suelo, pero cuando iba a recogerlo una mano tomó su tobillo con fuerza, era Williams tratando de detenerlo otra vez.

Jones sólo le dio una patada en la cara al agonizante Williams y recogió tranquilamente su encendedor.

—     Jo-Jones, te has vuelto loco. — dijo con la vez rasposa, Williams, cuando lo vio alejarse.

Jones mordió sus labios y se volteó a mirar a Williams con ira.

—     No tenía que acabar así, Williams. ¿No podías dejarme tomar lo que es mío por derecho? ¡La cabeza de este hijo de puta tiene mi nombre por todos lados! —

Sin otra palabra, Jones volvió a hacerle frente al maldito Ticci Toby y quemarlo hasta que solo quedara polvo o ese era el plan hasta…

Los gritos de Jones hacían eco por todos lados, alguien le había mutilado la mano con solo el disparo de su escopeta.

Williams movió lentamente la cabeza al sentir un olor que lo hacía sentir extraño, como excitado, a su vez que su miembro se levantaba con lo poco que le quedaba de sangre. Todo su cuerpo se sintió helado al ver la silueta de esta hermosa mujer recargar otro cartucho en su escopeta y dispararle a la otra mano de Jones y mutilarla.

¿Por qué había hecho eso? ¿No sería mejor matarlo?

Jones gritaba agonizante, retorciéndose en el suelo ahora sin manos.

Solo había una cosa clara y es que está mujer estaba aquí para reclamar a su compañero.

Ella miró a cada uno con esos enigmáticos ojos verdes, hasta volver a Toby y observar que estaba cubierto en gasolina y sus piernas estaban rotas, entonces su semblante se volvió asesino.

—     ¿quién te hizo eso? — dijo con voz lúgubre.

Toby solo movió vagamente los ojos en dirección a Jones.

Rápidamente la mujer agarró a Jones del cuello y lo arrastró hasta el bidón de gasolina con el que se pretendía quemar a Toby y lo roció de pies a cabeza con lo poco que quedaba del fluido.

Luego tomó el encendedor del suelo de entre los pedazos de carne y dedos de Jones y le prendió fuego.

Los gritos de Jones eran tan horribles incluso hasta para el moribundo de Williams.

Tomó el cuerpo de Toby por los brazos y se lo llevó arrastrando, pasando de Williams.

¿Le había perdonado la vida? O ya sabía que iba a morir y lo vio como un caso perdido.

Sin duda Williams tuvo que quedarse ahí, viendo como el cuerpo de su amigo ardía en las llamas del infierno, viendo como ardía un monstruo.

—     Bien, nos podría decir de nuevo ¿qué pasó? — preguntó el agente de la FBI. Las versiones que entregaba Williams eran erróneas e incongruentes, cada dos por tres cambiaba la versión.

Williams movió los brazos bajo esa camisa de fuerza queriendo estrangular al sujeto. Estaba harto, nadie le creía, nadie, absolutamente nadie.

Pero después de ver semejante atrocidad era obvio que había perdido un tornillo.

—     Ya se los dije, ella le disparó a Jones y luego le prendió fuego —

El agente puso una cara de confusión. Williams había cambiado otra vez la versión y ahora nombraba a una mujer.

—     ¿ella? —

 

—     ¡sí! ¡La novia de Ticci Toby! —

 

Desde ese día todos la conocieron erróneamente como la novia de Ticci Toby.

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Antes de que preguntes. Sí TikTak Draw Terror me hizo copyright los hijos de puta.

Segunda temporada de “Ten cuidado con Slenderman”

El único personaje que es de mi autoridad es Caz.

Esto es un fanfic, no busco ofender a nadie, solo está hecho para la entretención del público, si no les gusta, por favor dejen de leer sin decir nada agresivo.

Solo eso pedir.

La Novia Falsa De Ticci Toby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora