⸸ Capítulo 13 ⸸

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El trayecto no fue tan turbulento como había esperado Jeon, tal vez su cuerpo se había mantenido firme gracias a la sujeción colectiva de sus compañeros. Durante el transcurso de la teletransportación, sus ojos se habían cerrado por inercia, sin embargo, no dudo en abrirlos cuando sintió un polvillo arenoso chocar contra su rostro.

El paisaje estaba cubierto completamente de arena. Lo que significaba una sola cosa o varias. La primera, que estaban en un desierto prolongado en el cual la vista no alcanzaba a ver más allá de unos pocos metros, puesto que el sol los cegaba. Y segundo, era un ambiente aventurado y sediento. Demasiado seco para su gusto.

— La ciudad de Anger está vacía... — habló Jeon poniendo la mano en su frente para protegerse de los rayos del sol — ¿Cómo vamos a encontrar un castillo en estas condiciones?, será igual que descubrir una aguja en un pajar. 

— No te pongas histérico antes de tiempo — dijo Yeonjun — Hay una posada a varios kilómetros, tan solo tenemos que alcanzarla antes de que caiga la noche. 

— Menos mal — suspiró aliviado el castaño.

— No cantes victoria tan pronto, ingenuo — rio Jimin — Tenemos que pasarnos horas caminando para llegar a tener un techo bajo nuestras cabezas. 

— Ya hemos atravesado este desierto muchas veces y no ha sido para tanto — aseguró Yoongi sin soltar la mano de su pareja.

— Yoongi tiene razón, si bebemos la suficiente agua, no nos deshidrataremos — apoyó Seokjin.

— Traje seis botellas, intentad beber sorbitos cuando sea realmente necesario — pidió Soobin repartiéndolas entre los presentes — La regla más importante es no desmayarse y evitar alucinaciones.

Lo que menos le gustaba a Jungkook era el calor sofocante que aparecía en el verano. No lo soportaba. Le mareaba. Le ponía de mal humor y encima le hacía sudar como un pollo. No quería apestar. No quería cruzar el desierto que lo saludaba burlón, como retándole a que se rindiera incluso antes de intentarlo. 

— ¿Sabéis las coordenadas justas del castillo? — interrogó el castaño apoyando las manos en la cintura — No deseo pasarme días dando vueltas para no encontrarlo al final.

— Tranquilo, solamente debemos andar en línea recta — explicó Kim.

— ¿Y cómo estaremos seguros de que estamos tomando la dirección correcta? — Jeon señaló la mayoría de incógnitas — El paisaje de un desierto jamás cambia. Da igual si te mueves a la derecha o a la izquierda, son imágenes iguales. Es difícil orientarse.

— ¿Cuánto tiempo más vamos a aguantar sus quejas? — bramó Jimin — Si seguimos parados, pasaremos la noche en el exterior — empezó a caminar dando la espalda a todos — Jungkook, si no te ves capaz de hacerlo, vuelve a tu caparazón de cobarde.

El mencionado contuvo las ganas de clavar su espada en una de las piernas de su ahora proclamado enemigo. No lo soportaba. Había intentado llevarse bien con el rubio, pero este no se lo ponía sencillo.

— Lo siento, no es que quiera ser una carga para vosotros, es simplemente que estoy bajo mucho estrés — se disculpó con los demonios — Y él tiene razón, debemos partir ya.

— No pasa nada, te entendemos. Jimin siempre está en modo gruñón, no le prestes atención — Soobin pasó por su lado y alboroto su cabello antes de seguir a Park.

— Verás que el tiempo pasará más veloz de lo que calculas — Yeonjun apretó su hombro y se reunió con los otros dos diablos.

— Te prometo que escupiré en su sopa en nuestra próxima cena — dijo Seokjin para animar a su amigo.

ᴘʀᴀʏ - ʏᴏᴏɴᴋᴏᴏᴋ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora