Mas temprano que tarde llego el sabado, y tal como le prometi, pase por ella a eso de la 1:00 pm, para llevarla de paseo. John ni siquiera salio a saludarme, de hecho toda la semana se comporto conmigo de forma muy diferente a la usual, ya no me hablaba realmente, solo cuando Gabriel o Frank nos juntaban, el viernes se dedico a ignorarme, y a tratarme con indiferencia, lo cual me preocupaba pues no solía comportarse asi. Jennifer corrio a mi encuentro, estaba vestida con un hermoso vestido color azul rey, con bordes de un tono mas oscuro, y un cinturón de igual color que daba forma a su vestido. Su cabello estaba peinado con una "cola de caballo", y un fleco muy lindo que cabria su frente. Jennifer se aferro a mi con un fuerte abrazo, como si no me hubiera visto en decadas, su madre asomo desde la cocina para despedirse, y agradecerme por cuidar de su hija. Salimos de casa de Jennifer, e inmediatamente le pregunte:
-Y dime ¿Que quieres hacer?
Seguimos caminando por la calle en direccion a un parque cercano, pero ella permaneció en silencio, no respondió a mi pregunta y tenia la mirada algo baja, algo muy extraño pues hace un momento desbordaba de alegría. Llegamos al parque, y nos sentamos serca de la fuente donde ella solía pedir deseos. Me relaje un poco y cerre los ojos disfrutando del viento fresco que soplaba suavemente, cuando sin previo aviso Jennifer rompió el silencio con una pregunta:
-¿Tu me amas?
Abri súbitamente los ojos y voltee a verla, tenia la mirada baja, y ocultaba su rostro con su fleco, tenia las manos juntas, esperando mi respuesta:
-Claro que si- respondí de forma instintiva- ¿Porque? ¿Pasa algo?
-No lo demuestras- dijo conteniendo lagrimas, esforsandose por que no se rompiera su voz- nunca me lo dices, ni cuando me vez, ni cuando te despides, te limitas a tratarme como mi hermano me trataba antes, pero nunca me dices si me quieres... nunca me has dado un beso- su voz se rompió- nunca he oído de tus labios un "Te Amo"
-Jennifer- me interrumpi inmediatamente, quede mudo pues no sabia que decir, ella tenia razon. La trataba como a una hermana menor, y de hecho la quería como tal, empezaba a dudar de cuanto tiempo mas podía mantenerme en mi papel para no hacerle llorar, y busque desesperadamente palabras para salir de tal aprieto
-¿Que?- me dijo alsando la mirada, me miro fijamente a los ojos, luchando por no derramar las lagrimas que se desbordaban de sus hermosos ojos verdes- ¡Dime algo!
Dijo esto ultimo derramando finalmente un torrente de lagrimas amargas, como si supiera que no habia nada mas que hacer. Me miro fijamente un momento, pero ante mi silencio, agacho la mirada y llevo sus manos a la cara, lloro en silencio por unos momentos, antes de que mis sentimientos me hisieran ceder. Casi instintivamente la abraze fuerte y la pegue a mi pecho mientras le acariciaba, tal y como cuando se consuela a quien a perdido algo muy valioso. Seguí asi unos segundos, y le dije:
- Te Amo
y tan repentinamente como la frase salio de mis labios, esas sencillas y a la vez complejas palabras cesarion el llanto de la pequeña, despego su cabeza de mi pecho y me miro fijamente a los ojos. Permanecio unos instantes mirandome fijamente, y entonces ocurrio algo que simplemente me dejo paralisado al no saber como reaccionar. Ella me beso. Jennifer se lanzo cual puma sobre su incauta victima, y fue tan imprediciblemente rapido que no pude hacer mas que abrir los ojos estupefacto y aterrorisado. Acababa de romper la ley, y no solo eso, había llegado demaciado lejos, ya no sabía como reccionar, pero sin dudas debía encontrar la manera de terminar esto. Aunque, no debor negar jamas, que una pequeña parte de mi me motivaba a abrazarla con fuerza, con un cariño tan inmenso que casi no pude resistir.
Jennifer se limpio las lagrimas y se levanto, tomo una bocanada grande de aire seguida de un largo suspiro, me miro tiernamente y sonrió con igual ternura. Volvio a sentarse a mi lado, y se sujeto fuertemente de mi brazo, acurrucándose a mi lado:
- Y yo a ti- dijo muy tranquilamente, casi quedándose dormida
Me quede con esa cara de idiota un rato mas, pues aun no terminaba de digerir lo que paso, ademas de que debía idear una forma de solucionar el lio en el que me había metido. Pero lo peor de todo, es que sin que Jennifer o yo nos hubiéramos dado cuenta, había alguien escondido tras los arboles, que nos miraba hacía ya un buen rato.
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Del Cariño al Amor
RomanceWilliam es un estudiante de 16 años muy normal cuando conoce a Jennifer, la hermana menor de su mejor amigo, la cual con apenas 10 años lo toma como si fuese su novio, y siguiendo Will aquel aparente juego infantil termina encariñándose de la pequeñ...