Llegaron a la casa del menor, entraron y se dirigieron hacia su habitación, Jin colgó su mochila en un perchero y fue directo a su closet para solo sacarse los zapatos altos y negros, volvió, se sentó en su cama y con sus cachetitos rojos preguntó...
—¿Que quiere hacer ahora, Hyung?— Bajó su mirada y balanceó sus pies —Podemos ver una película o jugar videojuegos, también podríamos ir a comprar dulces o tal vez— Fue interrumpido por los labios del mayor que se estamparon con fuerza sobre los suyos, la lengua de Kook recorrió toda la boca de SeokJin, llegando incluso a saborear su garganta. Le acarició las suaves piernas, llegó a la ropa interior del pequeño y los removió por completo, tirandolo en alguna parte de la habitación
Cuando la falta de aire se hizo presente, se separaron y JungKook sacó rápidamente la camisa del menor y volvió a besarlo con la misma intensidad anterior.
—No quiero nada más que joderte ahora mismo, precioso— Murmuró con voz ronca y empezó a lamer los pequeños y rosados pezones del chico, oyendolo gemir —Quiero follarte tan duro y fuerte— Musitó metiendo sus manos por debajo de la falda, amasando los glúteos calentitos y esponjosos del menor, llevó un dedo al dulce agujero mojado y cerrado, lo tanteó un poco y luego lo introdució en el estrecho canal.
SeokJin suspiró y jadeó ante el intruso en su interior, se movió de adelante hacia atrás, sintiendo el dígito contrario hundirse todavía más.
Con su mano libre retiró las blancas medias largas de Jin y las guardó en su bolsillo.
—Mgh...H-hyung— Jadeó cuando el dedo dentro suyo se convirtió en dos y luego tres —Más...más, ahí Hyung...ahí— Gimió cuando le tocaron su punto dulce tan delicioso que lo hizo temblar.
Jungkook recostó al pequeño en la cama y lo besó de nuevo, se bajó la cremallera del pantalón y sacó su polla más que dispuesta a hundirse en el culo de chico.
Sacó sus dedos del rico y cálido lugar donde se encontraba y en cambio lo sustituyó con la punta de su pene, empujó y empujó, hasta que por fin se enterró completamente en el interior estrecho y húmedo.
—¡Hyung!...— Gimió con fuerza al sentir la fuerte intromisión.
—¡Joder! Tan estrecho...Que puto encanto eres— Gruñó alterado, masajeó el pene del pequeño y mordió su cuello en diferentes partes.
Cambió de posiciones dejando al menor sobre el, sostuvo sus caderas con fuerza y lo subió y bajó por toda su extensión con fuerza, SeokJin lloriqueaba por cada estocada y golpe en su interior.
—Hyung...más— Balbuceó perdido en el placer, su falda subía y bajaba con cada saltito que daba.
—Ven para mi, Gatito— Gruñó —Hazlo, quiero ver cuanto te caliento—
Jin jadeó y soltó toda su cremosas en el vientre del mayor, este levantó un ooco la falda del pelirosa y observó con lujuria su orgasmo.
Solo vastó unas pocas estocadas más para que Jeon disparara toda su carga en el trasero de SeokJin y este al sentir el espeso liquido en su interior, solo se desplomó en el pecho contrario.
—Debo irme, Pequeño— Acarició los suaves cabellos y sonrió cuando SeokJin ronroneó ante su tacto.
—¿Lo veré mañana en la escuela?— Preguntó subiendo una de sus manos a la mejilla del pelinegro y besaba sus labios con ternura mientras acariciaba con su otra mano los rizos en la cabeza de su mayor.
—Claro, Dulzura— Dijo mientras se acomodaba la ropa y buscaba su mochila y celular.
—Hyung~— Suplicó el pequeño, tomando su mano y tirando de ella.
—No puedo quedarme, Jinnie— Insistió besando las bonitas manos y luego los carnosos labios rojos.
—Kookie Hyung...— Murmuró en el beso —Puede quedarse...dormirá c-conmigo— Finalizó y siguió besando al mayor que poco a poco fue soltando su mochila y agarró la cintura del chico.
Nuevamente acostó al pequeño en la cama y retiró la falda de Jin, acarició la entrada recientemente usada y la besó y chupó, escuchando atentamente al menor cuando metió su lengua en el bonito agujero.
—Oh Hyung...s-si~ más— Gimió cuando en simultáneo le acariciaron el pene.
Kook sentía que otra vez sus pantalones estaban por explotar si no liberaba su nueva erección.
De repente la puerta de la habitación se abrió y dejaron ver a un chico pálido y enojado. Furioso.
Solamente podía observar al capitán del equipo de fútbol de espaldas y las piernas desnudas de su hermano, estaban sobre sus hombros, el menor se encontraba gimiendo y jadeando el nombre del pelinegro.
—SeokJin— Dijo tratando de controlar sus impulsos y no golpear al "amigo" de su menor.
El nombrado se sorprendió y alejó rápidamente a Kook de su cuerpo, agarró la chaqueta del mayor y cubrió su desnudez, tratando de formular una palabra.
—Si, claramente puedo ver eso— Fulminó con la mirada al pelinegro que estaba apoyado en un mueble de la habitación mientras revisaba su celular y se lamia los labios. De repente decirle a SeokJin que se iba a ir por un par de horas, no sonaba bien, pero no podía dejar a su novio plantado en la cafetería.
—SeokJin voy a salir, no hagan cosas estúpidas mientras no estoy— Aclaró mirando a los dos presentes en el cuarto.
—Oh, te aseguro que le hice de todo antes de que vengas- Musitó antes de cargar al menor quien todavía tenia puesta su chaqueta y un sonrojo muy fuerte, le acarició los pequeños pies mientras seguía hablando —Pero tranquilo, Min, no le haré nada malo a este caramelito— Sonrió cuando el pequeño miró con nerviosismo a su hermano quien lo miró con desafío y luego asintió.
—Muy bien, Jeon— Suspiró —Más vale que lo cuides bien, porqué si le pasa algo, te romperé el pene—
—Hyung, no me pasará nada— Murmuró avergonzado SeokJin...
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