Diario de Hermione Granger - 7 de Abril del 2007
Ya han pasado tres años de la muerte de Voldemort, y ahora el nuevo Señor Oscuro es Lucius Malfoy, su Mortífago más fiel.
Muchos miembros de la Orden del Fénix cayeron en la batalla contra el nuevo Señor Oscuro, entre ellos Harry James Potter y Ronald Weasley. Yo, Hermione Granger, estoy viva gracias a Draco Malfoy.
Sí, mi peor enemigo me salvó. Llevamos saliendo desde Séptimo año y estoy embarazada de un niño precioso. Seguro que cuando nazca será igual que su padre.
Nunca pensé enamorarme de mi peor enemigo, pero aquí me tenéis. En cuanto terminemos con todo esto nos casaremos y viviremos felices...
Aquí os cuento nuestra historia, que termina con un final terrible y con mucho dolor.
Dos jóvenes se encontraban en la mansión Malfoy. Éstos eran la pareja Draco Malfoy y Hermione Granger, que estaban buscando a la madre del joven, pues no aparecía por ningún sitio... hasta que al final buscaron bien y la hallaron tirada en el suelo de la mansión, y alrededor de ella había un gran charco de sangre.
La mujer estaba muerta; murió desangrada, por lo que pudieron comprobar. Cuando la encontraron el joven rubio montó en cólera y fueron a buscar al perro de Lucius. Estaban más que seguros de que sería el asesino.
Este estaba en su habitación, tranquilamente sentado en el sofá mirando hacia el horizonte. Se estaba poniendo el sol.
Antes de entrar el muchacho le dijo a su novia y futura mujer:
- A pesar de la muerte, siempre te amaré. Nunca nada ni nadie nos podrá separar, ni siquiera la mismísima muerte. Cuídate, mi amor.
Draco entró a la habitación de su progenitor, varita en mano. Se oyeron muchos ruidos, llantos llenos a rebosar de dolor y maldiciones en las que Hermione no quería ni pensar.
Y cuando todo terminó... risas por parte del padre de su amado. Carcajadas frías e impersonales, macabras y oscuras, sin alegría.
Sí, Draco Malfoy había muerto por enfrentar a su padre. Pero no murió como un cobarde, si no como un valiente... digno de un Malfoy y de una serpiente que podría haber sido Gryffindor.
La chica no podía aguantar sus lágrimas. Escuchó como el bastardo ese mataba a su propio hijo sin importarle nada, sin dejar que el menor rastro de arrepentimiento se posara en su alma. Como si nunca lo hubiera querido.
Mas esa era la realidad. Lucius no sabía querer a nadie, porque no tenía sentimientos... cobarde y rastrero, como siempre había sido.
Hermione decidió entrar y enfrentar a ese monstruo, a ese nuevo Señor Oscuro, para vengar a su amado.
Finalmente, murió como Draco. Con el mismo honor, con el mismo coraje. demostrando que ella sí podía amar, que sí podía sentir, y que no se arrepentía de ello.
Y ahora ya han pasado siete años, y esos jóvenes todavía siguen juntos, amándose más que nunca. Y, por encima de todas las cosas, felices con su hijo en un mundo mejor, donde no hay dolor y pueden ser felices.
Como Draco dijo: "A pesar de la muerte, siempre te amaré".
FIN