A muerto gente, personas que conozco de hace años, dicen que son pecadores,los veo llegar en grupos, todos ellos con sus largas tunicas blancas, hacen una "inspección" se escuchan gritos y luego se van, nadie hace nada, nadie dice nada, cada quien vive con el miedo de que llegue su turno, no hay donde escapar y no hay como denunciar, porque están en todos lados y ellos son la ley.
Tratamos de no cometer errores, de no cometer pecados, llevar una vida pulcra consagrada a Dios para que así y solo así esas personas que dicen amar al prójimo mas que así mismos, que predican los diez mandamientos con devoción, no nos toquen la puerta, pero hemos fallado...
Hoy toca la puerta uno de ellos, biblia en mano túnica blanca y sonrisa amable, nos dice que solo es una revisión de paso, al parecer le han dicho cosas de nosotros que no le agradan a Dios-como si el chisme no fuera pecado- comienza por la sala, es grande pero no tiene muchas cosas, la biblia en su sitio, dos muebles y una mesa, no hay televisión y no hay espejos, pasamos la primera prueba pero eso no me hace sentir más tranquila, no se que ha pasado no se que hemos hecho, veo a los demás y están igual de confundidos que yo.
Primera habitación, todo en orden.
Segunda habitación, todo en orden.
Tercera habitación, no dice nada, nos mira, y el ambiente se vuelve pesado, tenso.
Cuarta habitación, es lo mismo.
Nos miramos los unos a los otros y continuamos siguiéndolo por toda la casa, llegamos al patio y nos dice que esperemos, no se que pasa no se que hicimos mal, pero las miradas recaen en los dueños de las habitaciones, nadie se atreve a decir nada solo los juzgan y culpan en silencio, no pueden llorar, no podemos escapar.
Veo como se hace de noche y las lámparas se encienden, seguimos en silencio esperando nuestro juicio, veo que ellos se toman de las manos, y lo comprendo, se miran ya no importando si lo notan o no porque de todas formas es el fin para todos nosotros, ella mira la luna y yo solo espero que mi muerte no sea dolorosa.
Pasa el tiempo y el ruido de los autos ya no está, las demás casas están apagadas, ventanas abajo porque no quieren escuchar los gritos, ellos llegan y me dicen que me siente a un lado mientras hacen su juicio, veo como sacan espadas, y mi pánico aumenta, ellos lloran y ella es apartada igual que yo, el juicio final comienza.
Hacen una oración, cantan una alabanza, les dicen sus pecados y los hacen decirlos en voz alta, no me he permitido llorar, ellos me vigilan, el sacerdote alza su espada, les piden que se arrodillén y pidan perdón a Dios, que alce sus manos en arrepentimiento... se arrodillan, alzan sus manos pero solo eso, han dejado de llorar, han aceptado su juicio, la espada roza sus muñecas y la sangre empieza a brotar, los de túnica blanca cantan alabanzas mientras el sacerdote corta sus manos, sus gritos son desgarradores y su amado grita en agonía, a él también le cortan sus manos, veo como oran para que sean perdonados, mientras les entierran la espada en su estómago, hay mucha sangre y el alba se asoma anunciando que esto pronto terminará, ella no llora, no tiene ninguna expresión en su cara, ellos se han vuelto irreconocibles y recuerdo sus sonrisas, y los momentos que pasamos juntos en esta casa, pienso como hay personas que siguen con su vida después de presenciar tales aberraciones que la iglesia toma como actos de sanación, ellos no eran malas personas, solo se amaban...
Veo como recogen los pedasos de sus cuerpos y escucho decir
Ahora están sanos, ahora están con Dios
Y solo puedo sentir odio.
💜
Ok, no sé si se entendió, la verdad no se escribir, decidí de una vez por todas empezar a escribir y subir mis sueños, quería agregarle cosas pero ahí desperté y el resto ya sería inventado así que llegué a la conclusión que mejor lo dejo así xd
Hay cosas que no recuerdo bien así que las omití, solo les digo que también había una especie de rallador gigante para personas. Y era también por uno pagan todos pero ellos decidieron dejarnos con vida.
