Parte 1

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Mientras caminaba por la fría nieve, sentía como seguían cayendo los proyectiles haciendo temblar la tierra y los corazones de los hombres. Cada paso que cada era más dificil de dar que el anterior.

Sentía como el frío me quemaba las mejillas y me decoloraba el color de piel cada vez más. Cada paso que daba era más pesado.

Ante mi, pronto se extendió un gran campo lleno de nieve, con edificios derruidos a su alrededor.

Y muchas, muchas personas. Todas estas personas estaban uniformadas al igual que yo.

Agucé mi vista y vi que varios de estas personas llevaban el escudo de armas de mi familia, eran de mi batallón.

Mi alegría se desbordaba, por fin los había encontrado en este caótico descenso. No pude evitar formar una sonrisa tan amplia.

Pronto me acerqué hacia ellos, había un hombre, un muchacho que estaba de guardia y era el más próximo.

Me acerqué a el he hice acto de presencia, hice un saludo militar.

Pero el me ignoró, me miró de reojo y siguió escribiendo en unos papeles que tenía a mano.

Me irrité bastante, pasé por su lado empujándole el hombro.

Creo que se enojó, pues volteó bruscamente diciendo que no tenía permiso de entrar en esta base o lo que sea.

Yo lo ignoré y seguí caminando hacia el centro de la base, aunque pronto los curiosos debido al griterío se empezaron a acumular y ya no pude avanzar más.

Por lo que me giré y lo miré, irritada.

Siguió gritándome y diciéndome que no podía estar ahí, que "niñas" como yo no deberíamos estar merodeando los alrededores.

Casi me explota una vena de la cabeza.

Por lo que respiré tranquilamente, tratando de calmarme. Una vez metí la mano en mi chaqueta. Todos se alertaron y prontamente sacaron sus armas y empezaron a apuntarme.

Yo estiré mis dedos para que se calmaran un poco y lentamente empecé a sacar mi tablilla reglamentaria.

Lo abrí, lo estiré y se lo enseñé a las personas para que se relajaran. No iban a sangrar por mi culpa. Pero si empezaron a sudar la gota gorda. ¡Los hubieses visto!

Todos hicieron un saludo perfecto, guardé mi tablilla reglamentaria y empecé a caminar lentamente hacia el guardia que me había recibido tan descortésmente.

Le metí una patada que lo mandó volando varios metros.

"¡Idiota!" -le dije- "¡Cerciórate a la próxima antes de ignorar a una persona!" Por fin pude desbordar mi enojo.

"¡Woaw! ¡Mamá eres increíble contra los matones!" se sonrojó.

"No era precisamente un matón, más bien un subordinado indisciplinado"

"No es precisamente como lo recuerdo." dijo el hombre sentada a su lado, rascándose la cabeza lastimeramente.

Ella sonrió y miró a sus dos hijos.

"Y así, niños, es como conocí a su padre"

Vale la historia no fue así precisamente. En realidad solo la primera parte es real, pero después se convirtió en un musical mientras todos cantaban y bailaban. Lo recuerdo de una manera hermosa, pero también recuerdo a una mujer llorando mientras recargaba una batería antiaérea y la disparaba y el otro sujeto se enamoró de mi y estaba en deuda conmigo por no sé que viajes...

Si, básicamente era algo que soñé anoche.

Joder, vaya plétora de sentimientos tengo en mi cabeza. ¿Debería ir a un psicólogo?

+++Fin de la transmisión+++

-Diario personal de Taiga Uzaki-

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