La Reina de Anjou.
El mayor transatlántico hecho alguna vez por la mano del hombre en su planeta natal, se hundía lenta pero inexorablemente al fondo del mar...
"¿Cómo...?" preguntó alguien "¿Cómo terminamos así...?"
"Supongo que este es el fin, ¿no lo crees, hermano?"
"Supongo... Supongo que si" el mencionado hermano se tiró de rodillas, con las lágrimas resbalando por sus mejillas y desembocando en su mentón, cayendo finalmente al suelo áspero lleno de polvo y hollín.
"¿Qué crees que nos suceda?" no recibió respuesta, por lo que el hombre que hizo la pregunta se quedó parado en silencio.
El que estaba llorando de rodillas alzó la voz formulando una pregunta...
"¿Qué crees que nos harán nuestros... ellos..."
"Ibas a decir 'primos' ¿eh?" suspira "No lo sé, están cegados por la venganza que al final solo querrán nuestra destrucción final. ¿Tortura? ¿Sufrimiento? No, simple, sencilla y llanamente nos quieren muertos. A todos y a cada uno de nosotros. Incluso si tratamos de escapar hacia las infernales estrellas del borde exterior nos perseguirán con todo lo que tienen. Nos darán caza..."
***
Una semana antes
"El enemigo está desembarcando en el norte del Ecuador"
"El continente no aguantará mucho más"
"Debemos reutilizar todo lo que podamos y usar hasta lo último de nuestras reservas"
"Envíemos también todos nuestros Superdreadnought"
"¿También usaremos a la Reina de Anjou?"
"Si, es una de nuestros navíos marítimos más modernos. Junto con los portacazas y nuestros navíos de escolta podremos repeler la invasión al norte del continente ecuatoriano."
"Siempre y cuando nuestras fuerzas en el espacio logren resistir lo suficiente..." Ese comentario suelto, generó, sin querer, que las personas habidas en esa reunión tan importante empezasen a caer en silencio...
