Cayden: El Inicio (Libro 1) +18

1. Libros y Huidas

Clouswood.

17 de junio de 2017.

¿Qué sabes sobre el miedo?

Toda mi vida me había considerado una chica con miedo a todo aquello que conocía y aún más por lo que desconocía. Me dedicaba a observar y admirar todo lo que no podía poseer, como por ejemplo la habilidad de mi hermana Morgan con el buceo. La delicadeza que tenia al sumergirse en esas profundidades con tanta libertad sin miedo a lo que podría encontrarse y disfrutando el placer que, según ella tenía descubrir algo nuevo.

Yo no podría.

Así que supongo que le tenia una pequeña cantidad de envidia, de la sana, obviamente.

A lo lejos la veo nadar hacia la orilla en donde me encontraba.

­­ —Ayla, encontré un Paracanthurus hepatus —exclama entusiasmada en mi dirección —¿Quieres que lo acerque a ti?

La miro horrorizada.

—Por supuesto que no, Morgan.

Se encoge de hombros y vuelve a sumergirse.

Hago una mueca y suspiro con molestia.

Si fuera una chica como las de este pueblo, estaría disfrutando mis vacaciones rodeada de mis amigos en alguna parte, pero yo no era esa clase de chica, y con eso me refiero a una "social" mi círculo empezaba y terminaba en Morgan.

Bajó mi mirada a la arena y arrastró mis dedos lentamente contra está.

Cuando era niña odiaba venir a la playa, el viento me molestaba y no podía comer en paz sin que la arena entrara en mi comida.

Otra razón más para odiar este lugar.

Me gustaba estar sola, la mayor parte del tiempo lo estaba, digamos que tenía tanto dentro que solo esperaba paz y tranquilidad a mi alrededor.

Especialmente cuando me obligaban a venir.

Ruedo los ojos y me estiro sobre la manta soltando un suspiro.

Solía pasar mis días en mi habitación aislada y evitando a todo el mundo en general, ir al instituto y luego a mi habitación era una rutina diaria y ahora que estábamos en vacaciones solo me limitaba a pasar lo más desapercibida posible.

Pero, luego pasaban situaciones como esta, en donde Christian, insistía y terminaba teniendo pequeños paseos en compañía de Morgan.

Y los odiaba.

¿Por qué cuesta tanto entender que preferir soledad no es un llamado de alarma a una conducta depresiva?

En fin.

Bajo mi vista a el libro reposando a mi izquierda, "Gone With the Wind " de Margaret Mitchell. Un completo enredo amoroso, con matices egoístas y una buena visión socio económica de una época antigua que definitivamente no me cansaba de leer.

La intención de agarrar mi libro se desvía hacia adelante cuando un grupo de chicos corre hacia el agua empujandose entre sí sacándose las camisetas.

Idiotas.

Observo el océano con ilusión, no era del todo cierto que odiaba la playa, las tranquilas olas y el magnifico sonido que producia me daba algún tipo de paz mientras lo miraba. Dudo un momento contemplando la idea de acercarme pero la descarto al instante sacuendiendo mi cabeza.

No me consideraba alguien con talasofobia, pero le tenía cierto respeto.

Miro mi móvil. Tenia seis llamadas perdidas de Alisa y un mensaje al final diciendo que se estaban por marchar.